jueves, 9 de julio de 2009

ATAXICO

Pasear en silla de ruedas por las calles de las ciudades es toda una aventura, y acceder a muchos lugares, que incluso llaman accesibles, un reto de valor e ingenio, pero antes de seguir doy mi definición de LUGAR ACCESIBLE, que es todo aquel al que puedo acceder solo y sin la ayuda de persona alguna, si se tiene en cuenta que me muevo en silla de ruedas manual, se entenderá muy bien lo que digo. En las calles llaman eliminar barreras a rebajar los bordillos de las aceras, no por los sitios más adecuados ni dejándolos a nivel de calzada o haciendo rampas por donde corro el riesgo de caer de espaldas con la silla encima. Los bordillos rebajados son más peligrosos que los altos, porque los altos no intento subirlos, en cambio, los bajos, tomo impulso para elevar las las ruedas delanteras, y que ocurre, pues que si levanto mucho, da la vuelta para atrás y si levanto poco, pegan las ruedas pequeñas en el bordillo y voy de cabeza contra el suelo; esto hace que me plantee si ir por la calzada o por la acera, ya que en ambos casos corro peligro, en uno ser aplastado por algún coche, en el otro, con la cabeza rota por una caída, bueno, al menos puedo eligir. Las aceras son muy complicadas, tienes que subir y bajar, dar vueltas a esquinas, algunas son auténticas trampas, al final se estrechan, bordillos altos y no puedes dar la vuelta, y encima de ellas te encuentras de todo: obras, contenedores, coches, sobre todo coches cerrando el paso, o aparcados encima de los pasos de peatones, aunque hay pasos de peatones colocados donde los bordillos son más altos, con lo que llega uno a la conclusión que todo el mundo anda compitiendo a ver quien lo hace peor. No quiero olvidarme de centros, instituciones o negocios que dan dinero para la eliminación de barreras arquitectónicas y a las puertas de sus sedes o negocios hay un umbral altísimo o incontables escalones, que en muchos casos lo resuelven con un elevador que casi nunca funciona y además lo tiene que manipular un empleado de la casa, también se usan rampas de quita y pon, que si no me empujan no la subo, y si total tienen que ayudarme, pues, la verdad, sin rampa se termina ante. Yo no me enfado nunca y hasta me parece divertido ir venciendo obstáculos cada día, aunque no hay semana que no me caiga, tengo miedo de romperme un brazo, porque entonces me tendría que quedar en casa, ya que no podría darle a los aros de mi descapotable, y a mi me gusta pasear solo y además, pasear yo, no que me paseen; me gusta arrastrar mi propio peso y vencer las dificultades que estén para mí. Disfruto con todo lo q ue puedo hacer yo, directamente, sin ayuda, no obstante, y a la vista de mis limitaciones, acepto encantado y agradecido, todo el apoyo que la gente me brindan, aunque haya momentos que no lo necesito, pero, jamás rechazo el servicio que me ofrecen persona solidarias, muchas veces acepto por no desilusionarlas o defraudarlas. Voy por la calle y siempre hay quién me empuja una cuesta arriba, o me ayuda a subir un bordillo, o cruzar una calle. Pasa, de cuando en cuando, que estoy parado delante de un paso de peatones y llega una persona y me pasa al otro lado, y llega otra y me pasa al sitio donde estaba antes, y si no me moviera del lugar, seguro que me estarían pasando todo el día. Hace unos días esta parado al principio de la Avenida, mirando adelante, no iba a ningún sitio, estaba parado, descansando, llegó una señora y empujó el descapotable hasta el otro extremo de la Avenida, un kilómetro, le dí las gracias, y la señora tan feliz. Y todo esto me pasa porque no se me entiende bien cuando hablo.

2 comentarios:

  1. Estaba leyendo seria las terribles dificultades (algunas me las planteé cuando empujaba el carrito de mis niñas cuando eran bebés y se me hacía insoportable saber que lo mío era temporal pero que muuucha gente seguiría aguantando de por vida). Estaba, repito, muy seria...pero amigo querido ...me has hecho soltar la carcajada dos veces con tu buen humor !!!

    Cuando he leído "al menos puedo elegir" y con el final de imaginarte de un lado a otro de un eterno paso de cebra...jajajaja...Eres genial, querido Disancor !!!

    (Y no hace falta que contestes a estos comentarios atemporales...me doy por contestada)

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  2. Necesito corresponder a tú generosidad. En el fondo de lo que escribo sólo esta la desesperación de una persona que necesita comunicarse hablando, y sólo lo puede hacer escribiendo de cualquier manera y cualquier cosa. Tampoco es fácil vivir encima de una silla de ruedas.
    Amelia, un abrazo.

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