No sé si las campanadas sonaran tristes por el año que acaba o
por el año que empieza. Pero no importa,
queda la ilusión en cada una de las uvas y la esperanza en cada una de las
doradas burbujas de champán…Y que no decaiga la fiesta de la última noche
mágica del año.
Esperemos el milagro. Y en esa confianza, os deseo de corazón,
con toda la amistad y con todos los sentidos, una ¡FELIZ NOCHEVIEJA Y FELIZ Y PRÓSPERO 2017.