viernes, 30 de abril de 2010

DON BENITO. Antes y después


En la foto en blanco y negro era conocida como Plaza de San Juan y en la de color como Plaza de Extremadura. En el centro tiene una fuente con una aguadora, obra del escultor Diego Garrido, inaugurada a principio de los 80.
Fotos de 1973 y 2008.

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No han sido motivos de salud o descanso lo que ha motivado, en esta ocasión, mi alejamiento durante una semana del blog. Ha sido una deuda de trabajo que había contraído hace tiempo. De ese trabajo que los jubilados hacemos alguna vez, y que no se cobra. Pero hay que ser solidario y de cuando en cuando dar algo sin recibir nada. En la vida no todo tiene precio, hay muchas cosas que no están en tarifa.

Cumplido con el deber que me había impuesto, estoy de nuevo con vosotros, mis entrañables amigos. Empiezo la grata tarea de mirar la pantalla del ordenador tratando de adivinar en vuestras palabras una cara, una vida. Aunque tampoco importa mucho, conocemos las reglas y las respetamos. Los blogueros estamos hechos de palabras y sentimientos. No necesitamos más para ser felices.

Deseo que se conviertan en realidad todos vuestros sueños. Un abrazo.

viernes, 23 de abril de 2010

DON BENITO. Antes y después


Calle Juan Casado. En otro tiempo tuvo el nombre de Travesía de Don Llorente, cuando las aguas sucias corrían por la calle, y no había asfaltado ni edificios, y para muestra, la foto en blanco y negro de los años 70. La de color, de 2009, nos da idea de los cambios sufrido en la misma calle.





AVISO
Por cosas que surgen en la rutina diaria, he de alejarme del blog desde este momento hasta el próximo viernes, 30 de Abril. Un abrazo a todos y buena semana.

jueves, 22 de abril de 2010

PASTILLAS PARA TODO

Si hemos de atender a la lógica, estamos todos enfermos. Cada casa parece una sucursal de farmacia. Hay medicinas para todos los males, remedios para ninguno. Se acumulan envasen farmacéuticos de todos los colores y formas, procedentes de muchos tratamiento que nunca hemos acabado. Y el médico receta y la botica despecha, y los laboratorios recogen los beneficios de hasta lo que no se toma, que para eso lo han vendido. El negocio de la salud, el miedo a la enfermedad, la esperanza en el remedio. Nuestra felicidad la tenemos puesta en el pastilleo. Y no exagero. Quién no toma pastillas es porque es un inconsciente, y quién las toma es porque le falta o le sobra algo. Y como estamos incompletos por defecto o por exceso, debemos de compensar con el pastilleo. Nadie quiere ser candidato a enfermo de fama, y muchas personas se cuidan tanto que ponen el remedio antes que llegue la enfermedad. Total se trata de unas medicinas de nada, y así contribuimos a que los laboratorios fabricante tengan una mejor situación en bolsa.

Pastillas para dormir y para no dormir, para engordar y para adelgazar, para hacer el amor y para el día después, para cambiar conductas y aguantar la juerga, para ser líder en el deporte,… amén de para todos los trastornos y desarreglos que padecemos, reales o imaginarios. No hay dolor que no alivie una buena dosis de pastillas, e incluso, de aquellas que no valen para nada, quizás por pura sugestión obren el milagro. Se quiere que tengan apariencia alegres, de colores, tamaños y formas. Lástima que no le cojan el punto a los sabores, pero con el interés que ponen seguro que un día las tendremos con sabor a chorizo, a gazpacho o a cocido madrileño. Y otro día desaparecerá de los colegios el fracaso escolar de los estudiantes. Podrán estudiar sin esfuerzo mientra descansan y piensan en las musarañas. Cada frasco una asignatura y cada tema una pastilla. Lo que preocupa es el esfuerzo que hay que hacer para tragarlas.

¡Santos Dios, me he quedado dormido! Se ve que la pastilla me ha hecho efecto. Solo recuerdo el primer renglón, y a continuación pensaba hablar bien de los medicamentos. El sueño ha escrito lo que ha querido por su cuenta y riesgo. Para no llevarme un disgusto, ni siquiera lo leo. Y termino, y me tomo la pastilla verde, que ya me toca.

miércoles, 21 de abril de 2010

VALVERDE DE LA VERA


EL RECUERDO EN IMÁGENES.
Fuente y abrevadero para bestias en Valverde de la Vera, Cáceres.
La foto es de principio de los años 70 del siglo XX.

martes, 20 de abril de 2010

LOS PENDIENTES

Me encontraba parado en la puerta de un negocio de compraventa de oro. A mi lado se pararon, a lo que me pareció, un matrimonio joven y una señora mayor. Como estaban tan cerca no pude evitar oír lo que hablaban. Le chica joven la decía a la más vieja, llamándola madre, que para que quería, con su edad, los pendientes de la abuela, que era mejor venderlos y con el dinero arreglar el coche que lo tenían estropeado en el taller. La madre se resistía y repetía una o otra vez que aquellos pendientes los había recibido de su madre, que a su vez los recibió de la suya, y que ella pensaba dejárselos a ella, su única hija, a su muerte. De cuando en cuando intervenía el que parecía el marido de la joven, al principio argumentando razones por las que se debe hacer la venta, para terminar amenazando con malos modos. La hija volvía a la carga tratando a toda costa de convencer a la madre, pero esta no cedía y decía que la habían llevado hasta allí engañada. La discusión subía de tono, con muchas amenazas y echando cosas en cara. La hija acabó diciendo que no quería los pendientes y que se los echarían en la caja cuando se muriera. Pero al mismo tiempo la empujaban de forma violenta para que entrase en el negocio de compraventa de oro. Ya en la puerta giró la cara hacía mi, con los ojos llenos de lágrimas, y le vi los pendientes, imagino, motivos del conflicto, colgando de sus orejas. Y me pregunté:¿llegarán a violentarla quitándole los pendientes para venderlos?

Estamos deshumanizados, sólo tiene valor aquello que se pueda cuantificar para convertir en dinero. Los sentimientos y recuerdos no se pueden tasar poniéndole precio, pero se tasan y se venden todos los objetos que motivan los recuerdos. No importa si se borran generaciones de historias familiares. Están en crisis los valores sentimentales y en alza los monetarios.

¿Lucirá todavía los pendientes aquella señora?

lunes, 19 de abril de 2010

CAMARERO OBSERVADOR


Hace algunos años estuve tomándome una cerveza en la terraza de una cafetería de Alicante. Pedí una garra de cervezas y una pajita, además de patatas fritas. Se ve que mientras el camarero servía, le hice algún comentario a mis acompañantes de lo que solía tomar a aquella hora. Tomamos algo más, creo, y nos fuimos. Muchos años después, por un capricho del destino, me senté en la misma terraza, y la verdad, yo no recordaba haber estado allí antes, y no lo hubiera recordado si no se presenta un camarero con una garra de cerveza, una pajita y patatas fritas. Me quedé mudo, cuando quise reaccionar el camarero se había ido.


Me hice muchas preguntas, pues era sorprendente como pudo recordarme después de tanto tiempo. Yo era un tipo corriente, en aquel momento más viejo, más cano y más feo. Y, además, por aquella terraza habrían pasado miles de personas en tantos años. El único nexo de unión que había entre los dos clientes de distinto tiempo, era una silla de ruedas. Tal vez fue suficiente para aquel gran psicólogo.

domingo, 18 de abril de 2010

DE LA PESETA AL EURO

Yo vengo de aquellos felices años del peseteo. Un día decidieron que ya éramos ricos para andar con calderilla y nos presentaron, entre muchos agasajos y sonados aplausos, al que había de ser el sustituto de nuestra sufrida moneda. El señor euro entró pisando fuerte, era consciente de que ya había nacido rey de la economía europea. No había quien le tosiera. Y como hacen todos los importantes, empezó a tomar medidas. Con la poca capacidad de entendimiento del pueblo, lo que nos llegó más claro fue el redondeo, el negocio redondo de los comerciantes. Y poco a poco se fue redondeándolo todo y aun hoy no ha acabado ese método de cuadrar cuantas, evitando los picos e inflando el globo para arriba. Unos por no ser menos, otros por no quedarse atrás, quisieron darle alcance a los precios europeos. Y en la carrera parece que quedaron muy atrás, que sepamos, los sueldos españoles, que, sin embargo, daban para ir hipotecándonos en euro porque no nos parecían deudas tan millonarias como en peseta. Y cuando despertabas de ese sueño inducido, y traducías el euro a peseta, te dabas cuenta que eras millonario en deudas, patrimonio que heredarían tus descendientes.

Antes conocía y me trataba con todos los billetes, ahora casi la mitad no los conozco. Dicen que hay un billete morado de 500 euros, pero se dicen tantas cosas. Y si los hay no creo que los pueda poseer cualquiera que no tenga maletín y coche blindado.

Cuando compro algo y me dicen el precio en euros, me parece barato y me llevo una gran alegría, que me dura hasta que traduzco a pesetas.

Se que es de masoquista seguir añorando nuestra vieja moneda, pero los que hemos estado toda una vida con ella nos resistimos a enterrarla del todo, tampoco podemos evitar el pensamiento, que nos han engañado.

sábado, 17 de abril de 2010

LA CARTA QUE NUNCA LLEGÓ A SU DESTINO




Pasé por delante del escaparate, y apenas con el rabillo del ojo me pareció ver una espectacular figura de mujer. Volví y sin pararme y de reojo la vi de nuevo, y me pareció todavía más hermosa. Repetí el pase, pero esta vez me paré y miré de frente. Me extraño que aquel cuerpo no se moviera, pero me pareció incorrecto mirar con tanto descaro e insistencia, así que muy a mi pesar continué mi camino por la acera, sin perder de vista los raíles del tranvía que iban por mitad de la calle. Este era el medio más seguro para no extraviarme. No creía que los raíles se acabarán antes de llegar al buzón de correos que me habían dicho se encontraba al final de la calle. Necesitaba enviar a mi familia la primera carta que escribía desde el cuartel. Donde contaba mis principios de recluta, y que aquella tarde salía a la calle por primera vez, además, uniformado. Caminé con la carta en la mano mirando para todos lados. Al fin vi en la acera de enfrente lo que me pareció un buzón. Crucé la calle y deposité mi carta. Respiré tranquilo después de calcular cuando la recibiría mi familia. Acto seguido, y sin perder los raíles de vista, regresé al cuartel.

Algunos días después hice el mismo recorrido, pero como en ese tiempo me había hecho más de ciudad y era menos de pueblo, supe que lo que me pareció una hermosa mujer, no era nada más que un maniquí muy bien hecho y vestido, y que donde yo había depositado mi carta no era un buzón de correos, era una papelera.

Así de espabilados éramos la gente de pueblo.

viernes, 16 de abril de 2010

DON BENITO. Antes y después


Avenida de la Constitución.


Entre las dos fotografía han pasado 40 años, tiempo más que suficiente para ver las diferencias. Aunque siempre ha sido una calle comercial, es lógico que sea ahora cuando se note el comercio. Además el arbolado le da cierto encanto.

jueves, 15 de abril de 2010

LOS POLÍTICOS



Los políticos nada tienen que echarnos en cara a los ciudadanos. Si ellos están en política es porque quieren, nadie los ha obligado. Son ellos los que voluntariamente se han puesto al servicio, dicen, del pueblo. Afirmación, que tal y como se comportan, parece una burla. El primer servicio se lo prestan a ellos mismos, después al partido que los tiene colocados, y si queda algo, para el pueblo. Ese pueblo que, aunque con pataleo y protestas, soporta con resignación la corrupción, el enriquecimiento, el chuleo, la protección y trapicheo con parientes y amigos, hasta llegar al robo descarado. Tampoco falta alguna orgia, juerga y cachondeo y todo con el dinero de los sufridos contribuyentes. Los más sinvergüenzas tienen caras de chicos buenos y muchas palabras, que si los dejas hablar te lían y te convencen que su palabra va a misa. Ves con tus ojos que están metiendo la mano en la caja y lo están negando. No sabemos si tienen dignidad, desde luego, no se les nota en la cara, pues jamás se ponen colorados. Si atendiésemos a los medios informativos tenemos suficientes motivos para estar aterrorizados. Y las preguntas: ¿Hasta cuando? ¿Cuándo van a empezar a ser honrados? El único consuelo que nos queda es pensar que no todos son tan malos, aunque con algún disgustillo cuando nos enteramos que estábamos equivocados.
De quién menos crees y cuando menos lo esperas, llega la sorpresa de un nuevo escándalo. A pesar de la evidencia, siempre hablamos, claro, de presuntos.

Y para insultar con palabras bonitas, no hay nada mejor que meterse en política. Cuatro años insultando dan para mucho.

De profesión: político. Así debería de rezar en su afiliación laboral, muchos ni valen ni sirven para otra cosa. Además no se falta a la verdad, la política la han convertido en su medio de vida, y algunos la usan de trampolín para hacer dinero, es más seguro que jugar a la lotería. Tener cara dura da mejores resultados que esperar la suerte.

Me gustaría estar equivocado en todo lo que he escrito, pero no soy tan iluso. Los que nos mandan tienen sus costumbres y no las van a cambiar por muy mal que hablemos de ellos. En su sueldo también entran las críticas, y si no las pueden aguantar, ya saben, dejar el cargo también es voluntario. Y en mis derechos de votante y contribuyente están los del llanto y el cabreo, por lo que ruego me dejen ese consuelo, ya que no sirvo para político.

martes, 13 de abril de 2010

SERVICIO PARA MINUSVÁLIDO



En algún sitio, no recuerdo donde, encontré el servicio para minusválidos que muestra la foto. Elegante, con buena presencia, y seguro que muy caro, pero con un umbral imposible de subir para una persona en silla de ruedas, al menos, claro esta, que haya truco en alguna parte, o que el servicio tenga más prestaciones de las que se ven. Aunque lo necesitaba, no pude comprobarlo porque estaba estropeado o fuera de servicio, es lo que decía un cartel.
Muy inteligente, pensé, y puede que hasta se sienta contento el fenómeno que ha colocado esto.
Si lo ha pagado de su bolsillo, me callo y pido disculpas.

MI AMIGO CARLOS

Aunque parezca que no, siempre dejan huellas aquellas personas que han vivido con nosotros algún episodio especial de nuestra vida. Cuanto mas traumático mejor se recuerda y menos se olvida. De cuando en cuando nos viene a la memoria una cara, un nombre, un lugar con unos hechos ocurridos allá en el pasado. Cosas poco importantes, por cotidianas o rutinaria en su momento, hoy nos emocionan. Y quisiéramos saber cosas de aquellos cuya suerte estuvo ligada a la nuestra. De esas amistades circunstanciales, de esos amigos de viaje con que hubo que compartir historias e intimidades.

Hoy, después de muchos años, me pregunto qué habrá sido de mi amigo Carlos, aquel que conocí en el hospital Puerta de Hierro, aquel, grande como un castillo, que a los 23 años le habían diagnosticado Esclerosis Múltiple. En su desesperación y esperanza hacía ejercicios corriendo por los pasillos hasta el agotamiento. Llegó a ser tan grande su popularidad que los enfermos salían a la puerta de las habitaciones para aplaudir a su paso. Por algunos intentos de suicidio me lo pusieron de compañero. Y por noches enteras de charlas, por lo menos mientras yo estuve allí, desistió de sus intentos.

No es fácil adaptarse sin lágrimas a la nueva situación, y, sobre todo, si es la salud lo que se pierde, y entonces se piensa que no hay más salida que la muerte. Fuimos buenos amigos, confidentes y aliados, alianzas de dolor, de miedos y de fantasmas. Desconfiar de todo, no estar seguro de nada.

Yo me fui, él se quedó. Muchos años después me pregunto: ¿cual habrá sido su suerte?

lunes, 12 de abril de 2010

200 ENTRADAS

Hasta he llegado a las 200 entradas, y todavía respiro. Está visto que el ser humano puede hacer mucho más de l o que imagina. Todo esta en arrancarse a andar, dando el primer paso con la vista puesta, allá, en una meta. La mía ha sido demostrarme a mi mismo que podía hacerlo. Así empezó todo con un reto, con un desafío a mi incapacidad y falta de preparación en la cuestión cibernética. Ayer desafío, hoy necesidad de seguir comunicándome con la gente maravillosa que he conocido a través de sus palabras de sueños, ilusiones y deseos, envueltos en el anonimato y el misterio. Amigos sin rostros, amigos de sentimientos. Donde se ocultan nuestros nombres florecen nuestros sentimientos, y pensamientos universales de todos los seres humanos. Las palabras son el espejo que reflejan nuestras caras. Y es Internet el medio que pone en nuestras manos los elementos necesarios para romper distancias y barreras. Es la propiedad de un blog la que te hace creerte dueño del mundo entero, porque ahí cuentas tus cosas, y ahí tienes tus desahogos, das rindas sueltas a tú fantasía y recibes las de otros. Es el intercambio de muchas pequeñas cosas que no se cuentan cara a cara.

Voy a seguir, no sé hasta cuando. Si un día no estoy, no será porque me he dado por vencido, será porque me ha llegado el turno de salir de la escena. Eso no es bueno ni malo, es lo natural de la vida. Ahora, no puedo menos de felicitarme por mi propio esfuerzo, sin olvidar mi agradecimiento a las personas que me leen y me siguen.

Desde que empecé a escribir tengo un nombre en mi mente…Dolores, gracias.

sábado, 10 de abril de 2010

DON BENITO. Antes y después

Avenida Alonso Martín.
En la foto en blanco y negro, de los años 70, tenemos una arrocera, una clínica privada y una fábrica de muebles. Todo convertido en edificios, como puede verse en la foto de color de 2008.

SOY CONTRIBUYENTE




No necesito una casa de campo, ni tener un jardín para mi solo, ni siquiera una piscina, ni tampoco personas que estén a mi servicio. Todo eso lo tengo con mis impuestos. Puedo pasear por calles ordenadas, limpias e iluminadas de noche. Sentarme en los bancos de un parque y disfrutar de la tranquilidad y el silencio, sólo interrumpido por el canto de los pájaros. Sentir el olor de las plantas y estar a la sombra de los árboles. Bañarme en la piscina municipal o practicar deportes en sus instalaciones deportivas. Personas que velan por mi seguridad, por mí salud, por mi formación y por mí ocio. Legión de gente que lo cuida todo y están a mi servicio, se supone, al servicio del contribuyentes.

Vistas las cosas así, me gusta pagar impuestos, es mí obligación, y la obligación de todos. Pero el dinero de la administración es mí dinero, entonces no es extraño que de cuando en cuando me queje de una mala gestión y quiera conocer las cuentas. Que no me den larga, que atiendan mis peticiones y no me estén siempre mareando con tantos papeles inútiles, trámites sin sentido y promesas de aprobaciones. Unas palabras muy socorrida para quitarse al ciudadano proteston de encima es decirle que su asunto esta pendiente de aprobación, y hasta le dan la razón como a un niño. Pero de lo suyo, nada de nada. Tal vez otro día, con más papeles, en otra mesa y con un funcionario despierto y desayunado, haya más suerte y el asunto quede solucionado de una vez para siempre.

Los pueblos y las ciudades están bonitas, pero mí pregunta es si se gestiona bien mí dinero, porque a la vista de tanto derroche público, y tantas cuentas que no cuadran, de tanto dispendio y gastos innecesarios. Da la impresión que donde se guarda el dinero del Estado y todas las administraciones, no tiene llave y cada uno gasta en lo que da la gana. La palabra austeridad se usa para tomarle el pelo a la gente, o quizás no sea esa la intención, sea que no se conoce bien su significado.

A pesar de todas las dudas que tengo, fundadas o no fundadas, estoy contento por soñar con poder jugar a sentirme dueño de mi ciudad, con sus avenidas, calles, plazas y parques. Beneficiario de todo, dueño de nada; sólo tengo el título muy honroso de ciudadano.

viernes, 9 de abril de 2010

AMANECER EN UN AUTOBÚS

Todos iban durmiendo encogidos en sus asientos. Tranquilos y confiados, con apacibles sueños que velaba el ángel del volante. Con los ojos en la carretera, en el tráfico, en las señales y en la noche. Responsable y consciente de lo delicado de su trabajo, y de la confianza que decenas de personas en él habían depositado. Y el autobús avanzaba rompiendo la oscuridad y susurrando al silencio. Las luces de algún coche que venía de frente, iluminaba, por un instante, el semblante del conductor y el sueño de los pasajeros.
Fue una noche larga, que se me pasó en un soplo. Ninguna noche mejor aprovechada. Pensé muchas cosas, soñé despierto muchas más. Di un repaso a mi vida, a la de mi familia, mis amigos, y hasta dediqué algún pensamiento a mis compañeros de viaje, con los mejores deseos hacía ellos, pues en aquella aventura nuestra suerte estaba unida. Y acurrucado en mi asiento me monté historias y hasta me imaginé héroe al volante de aquel autobús que avanzaba sin sobresaltos, con suavidad, robándole kilómetros a la distancia de nuestro destino final. Las estrellas asomaban tímidamente como para cerciorarse que la carretera no había desaparecido con la lluvia que la azotaba de cuando en cuando.
Casi sin avisar, o en un descaído mío, como en una explosión de luz y color, apareció el nuevo día, que visto a través de los cristales de las ventanillas todavía parecía más hermoso. Yo diría que a la naturaleza se le había ido la mano con la paleta de colores cálidos de las nubes

jueves, 8 de abril de 2010

FOTOS DE GALICIA

HÓRREO

PONTEVEDRA






LA TOJA












Fachada principal de la Catedral de Santiago de Compostela.
La foto tiene la particularidad de los Nazarenos en una Semana Santa.











A CORUÑA. Ayuntamiemto













VIGO














VIGO
ublico algunas de las pocas foto que he podido hacer, sin ellas me parecía que el reportaje estaba incompleto. He procurado ponerle a casi todas a donde corresponden, pero alguna se me ha escapado. Tampoco están todos los lugares visitados.

















miércoles, 7 de abril de 2010

Pido disculpas porque donde dije hórrios debí de escribir hórreos. Mrcedes, gracias.

martes, 6 de abril de 2010

DE MI VIAJE A GALICIA

Perdón por el día de retraso-
¡Amigos blogueros, aquí estoy de nuevo con vosotros! Os saludo y empiezo:




Me gusta viajar, me gusta la vida de los hoteles, la amabilidad de la gente cuando uno es correcto y se comporta con naturalidad. Puede que yo sea un iluso, pero así lo vivo y
así quiero seguir viviéndolo.

Las cosas no siempre son como te las cuentan, por ejemplo, yo tenía una idea muy equivocada de Galicia. Me había quedado casi en su totalidad la imagen negativa que dan muchos medios informativos. No es que haya que ocultar información, pero no exagerarla con sesgos negativos. Iba con la idea preconcebida de un Comunidad atrasada, sin embargo, no es así, prospera al ritmo de cualquier otra Comunidad, con la ventaja de sus puertos en kilómetros de costa, su tradición marinera, su pesca y su historia.
No escribiré sobre datos tantas veces escritos, no quiero que mi humilde reportaje se contamine con los pensamientos de otros.

Nada me influye para hablar de A Coruña, y de que he de destacarlo todo: la modernidad, el orden, la limpieza, la arquitectura antigua de históricos edificios y monumentos, los modernos y acristalados edificios, los bien cuidados parques y jardines y hasta el reloj de flores, su puerto, la torre de Hércules. Lástima que no me encuentre capacitado para narrar todo lo que vi. y lo que sentí a un tiempo. Y no fue menos Santiago de Compostela, use la palabras que use no haría justicia a la grandiosidad inmensa de su Catedral, ni a la fe de los gallegos en su Patrón Santiago, ni a los peregrinos llegados de cualquier parte, ni a la multitud de visitantes de todas clases. También visitamos Vigo, fue la primera del recorrido, el primer puerto que vimos, las primeras empinadas calles que recorrimos, el primer contacto con la historia gallega. Y como no podía ser menos, la histórica ciudad de Pontevedra. La recorrimos a pie y en su tren turístico, ofreciéndose a la mirada del visitante el tiempo en las piedras de soportales, casas, iglesias, museos, palacios, tallas en piedras, puentes..., y todo ello de la mano de lo que es hoy una ciudad moderna. Visitamos muchas más ciudades, creo que casi toda Galicia. Hicimos muchos kilómetros por buenas carreteras. Montamos en barco y vimos los criaderos de mejillones y los comimos cocidos con el famoso vino de la tierra. No faltó el pulpo, ni las nécoras, ni nada de lo que fuese pescado en aquellas aguas. Contemplamos la labor de las mariscadoras en la arena o metidas en el agua.
En la Toja compramos jabón y perfumes, y cerca, no recuerdo donde, nos encontramos con una iglesia con la fachada revestida de conchas, y para que quedara constancia de los que por allí habíamos pasado, pues, escribimos nuestros nombres.
El paisaje es poco más o menos como yo lo imaginaba, montañoso, arbolado y húmedo, y casas, muchas o la mayoría, de reciente construcción desperdigadas o más bien agrupadas, destacándose en el verde de los campos. Al lado de las vieja se pueden ver pequeños secaderos de maíz, llamados hòrrios, parecidos a panteones viejos, muchos con cruz y todo, por todos los que vi, entiendo que sean una de las señas de identidad del pueblo gallego.
Estuvimos hospedados en un hotel, creo que nuevo, muy acogedor y confortable, y con un excelente servicio, en el pueblo de Sanxenxo.

Llovió a ratos, solamente algún día; con agradables temperaturas, todos.

Ha sido la primera vez que visito Galicia, pero ha sido tan buena la impresión, que prometo volver a visitarla otro día, y con más tiempo- Estoy seguro que hago amigos.

Admito que esta crónica de urgencia tenga algunos fallos, sea poco rigurosa y no aguante un pequeño examen. Cuento mi impresión, lo que he visto y lo que he sentido, ni siquiera he consultado un nombre, ni he preguntado la opinión de otros. Todo, absolutamente todo es mío, y no hay porque compartir mi forma de ver las cosas.