domingo, 30 de enero de 2011

UNA LIMOSNA AL VENCIDO

---y la gente pasa indiferente ante la mano extendida. Corren los años y no cicatrizan las heridas. Quedan cuerpos destrozados de una guerra. Caballeros mutilados del bando vencedor; pobres mancos, cojos y ciegos del bando de los vencidos. Escenas que se prolongaron en el tiempo. Quedan las cenizas de la memoria, los recuerdos escritos en las páginas de la historia.

viernes, 28 de enero de 2011

LOS PELIGROS DE PASEAR EN SILLA DE RUEDAS

Lo miremos como lo miremos, pasear las calles en silla de ruedas, por mucho que nos empeñemos, no es fácil- Por lo menos para mí, es muy complicado. Será por la edad, será porque siempre voy solo, o acompañado por mi amigo ciego, será por mi silla manual, lo cierto es que cada día voy con más miedo. Dicen que las ciudades van mejorando para los discapacitados y personas con escasa movilidad. Se eliminan barreras, se rebajan bordillos, se montan rampas y se colocan artilugios… Sin embargo, quien tiene que hacer uso de esas mejoras, no se siente más independiente. Y no se siente más independiente, porque al bordillo rebajado le han dejado unos centímetros de altura, porque para subir la rampa necesita un empujoncito, porque para subir en una de esas máquina precisa ayuda…¿Me quieren decir dónde esta la independencia? En algún sitio he dicho: para mí, el lugar accesible es aquel al que puedo acceder yo solo sin ninguna ayuda.

Cada vez que tengo un percance vengo aquí a desahogar mi cabreo. Afortunadamente, se me pasa pronto, quizás sea porque todavía no me he roto ningún hueso. Los responsables de urbanismo de cualquier parte se sienten muy contentos con todo el dinero que se gasta en la eliminación de barreras arquitectónicas. Lo que no es seguro que el trabajo este bien hecho, y haya sido eliminado el problema de accesibilidad. De todas formas, los entendidos en la materia nunca están dispuestos a que una persona en silla de ruedas cuestione sus ideas. Como si la inteligencia estuviera en las patas. O tal vez yo no sea el usuario más indicado. Y, no obstante, hablo de mí solamente, ya que a todas las personas no les afecta un problema de la misma manera, aunque sean muy parecidas las circunstancias.

No quisiera volver a hablar del tema de las caídas, pero, por desgracia, es inevitable: ni las ciudades mejoraran ni yo tampoco. Al menos, me gustaría que el próximo cabreo, este lejano. Con eso es suficiente.

jueves, 27 de enero de 2011

DON BENITO. Visitantes

El Ministro de Sanidad y Seguridad Social, Enrique Sánchez de León, se fotografía con un grupo de trabajadores de la recién inaugurada Feria de las Vegas Altas (FEVAL), allá por el año de 1978. Celebrada en la Escuela de Capataces Agrícolas.

martes, 25 de enero de 2011

PASEAR EL PERRO


Eso de pasear un perro por la calle viste mucho. Pero no un perro cualquiera, pues la categoría la da uno de esos perros grandes con cara de pocos amigos. De esos que cuando te mira con aires de superioridad, le cedes la acera y, hasta, la calle. De esos que nunca se sabe quien manda, si el hombre o el perro. El hombre se deja arrastrar lleno de orgullo por el animal peludo y de lengua fuera, y aunque sea el amo quien sujeta la correa, sin embargo, dirigir, dirigir, dirige el perro.

Desde hace unos años veo a un empleado con la lengua fuera correr detrás de su perro. Antes no se parecían en nada, pero ahora no sé distinguir quien se parece a quien. Le veo al can como con cara de ordenanza de alguna empresa pública. Son trabajos que vienen de familia. Y este ya es un pariente cercano. Siempre les veo corriendo, nunca paran, ni para poner una cagada ni siquiera para levantar la pata. No sé por qué será, pero a mí la estampa me emociona. En cambio, me da mucha pena cuando veo a una persona grande arrastrando un mini perro, poco más grande que una rata. Pues eso es lo que ha quedado después de las muchas reducciones. Eso no es justo, como tampoco lo sería que para acabar con el problema de la vivienda redujesen de tamaño a algunos seres humanos.

El día que tenga un perro quiero que se parezca a mí, aunque no se si habrá perros tan feos.

domingo, 23 de enero de 2011

DON BENITO. Antes y después

El viejo edificio donde en el pasado estuvo el Ayuntamiento, hoy convertido en la moderna construcción de la Casa de la Cultura.
La foto en blanco y negro es de los años 70 y la de color de 2009.

viernes, 21 de enero de 2011

DERECHO A LA PROPIA IMAGEN

Cuando hay y se hacen más leyes defendiendo nuestros derechos al honor, a la intimidad, a la propia imagen, a la confidencialidad de datos…etcétera, es cuando más indefenso estamos. Cualquiera puede meterse en nuestras vidas y airearla, fotografiarnos y grabarnos todos los pasos que demos. En la calle, en organismos, en negocios, en fiestas, en funerales, en competiciones deportivas. Hoy apenas quedan rincones sin cámaras y sin móviles. Dicen que para controlar a los malos y defendernos de ellos. Lo peor es que, de cuando en cuando, también cae algún bueno, que ha de pasar un calvario hasta demostrar su inocencia. Eso si, somos libres de salir o no salir a la calle para que nuestra cara se grabe en algún sitio, y también tenemos derecho a nuestra propia imagen, pero tal y como están las cosas, sólo a esa que llevamos consigo. Esa otra, la que pueden captar las cámaras, nunca sabremos donde acabará, ni como ni para qué será utilizada,

Y con la confidencialidad de datos puede pasar lo mismo. Tal vez sean bien archivados en un lugar seguro, o vayan a parar a un contenedor de basura, o a merced del viento alfombrando la calle. Sin embargo, no importa que se extravíen unos pocos documentos, porque hay infinidad de papeles con nuestros nombres y contando quienes somos. Somos todos muy conocidos, como demuestran la cantidad de llamadas telefónicas que recibimos. Unas ofertando algo, otras vendiendo más barato todavía, y otras, anunciándonos que hemos sido agraciados con un premio, que enviarán previo pago de su importe.

En todas partes saben más de nosotros que nosotros mismos. Basta que tengan nuestros nombres para que seamos importantes y famosos.

Pero no hay que preocuparse. Leyes, hay muchas leyes que nos protegen a nosotros, nuestra imagen y nuestros datos.

jueves, 20 de enero de 2011

DON BENITO. San Sebastián

IGLESIA DE SAN SEBASTIÁN. Situada en la parte más alta de la ciudad. Es el barrio más antiguo, y celebra sus fiestas el 20 de Enero. Entre los muchos festejos, se celebra el tradicional Ramo, importante aliciente en las Fiestas de Barrio.
Foto de los años 70.

En la imagen, de los primeros años de los 80, vemos en procesión al Patrón del Barrio.


lunes, 17 de enero de 2011

YA NO ESPERO NINGÚN MILAGRO


YA NO ESPERO NINGÚN MILAGRO.
Hablaré de mí como enfermo de una enfermedad rara con unos síntomas muy especiales. Y no es que no me importen otros enfermos, con otras enfermedades, es que es la mía la que mejor conozco. Convivo con ella desde hace cincuenta años, veinticuatro horas cada día. En todo ese tiempo, los profesionales de la medicina me han dicho muchas cosas, que para mí se traducían en esperanza. Sin embargo, yo sigo temblando, y eso después de conferencias y consejos de hombres sabios. Me he ilusionado con noticias de avances de la ciencia. De artilugios inventados, de cirugía y fármacos aireados en los medios de comunicación. Y a pesar de todo, yo sigo temblando. Y así he ido envejeciendo, y al mismo tiempo han envejecido la esperanza y los sueños y se han convertido en unos incrédulos. Con toda mi alma, quiero seguir creyendo que la ciencia puede hacer milagros, quiero que vuelva la fe, quiero continuar engañándome para poder vivir con alguna ilusión. Me conformaría con unas pastillitas que redujesen mi temblor en momentos puntuales. Que pudiese hacer lo que me gusta, hacer lo que quiero, y no lo puedo. Se inventan grandes cosas, y no obstante, un simple calmante se resiste al talento humano. Y siento rabia cuando un médico me dice lo que me conviene, como he de vivir y hasta se atreven a decir que siente un enfermo. Cada uno representa su papel, pero el que sufre es el enfermo.

Llega ya un momento que se siente uno impotente y desesperado. Mi cuerpo no obedece. Ni siquiera puedo coger algo de encima de la mesa, pasar las páginas de un periódico, tomar un vaso de agua o limpiar los cristales de las gafas. Sentir rabia cuando te das cuenta que la gente no te entiende cuando hablas, o cuando te cuelgan el teléfono…Y mientras hay esperanza el sufrimiento es soportable, pero cuando no la hay, y encima has envejecido esperando, la vida deja de tener sentido. Es dejar pasar el tiempo de días entre grises y negros. Cuesta admitir la derrota, cuesta aceptar la realidad, cuesta mirarse y verse enfermo, y quizás sea por eso por lo que no tiras la toalla y consumes el tiempo peleando.

Ahora estoy seguro que no tendré tiempo de beneficiarme de los adelantos de la ciencia. O yo nací demasiado pronto o la ciencia es muy lenta. O tal vez la enfermedad es una característica de mi cuerpo, en tal caso, no queda más remedios que resignarse y no prestar oídos a los avances médicos. Y la desesperación, rumiarla a solas.

En este momento estoy mal de ánimos, pero será como una nube que pasa y deja azul el cielo.

domingo, 16 de enero de 2011

DON BENITO. Pescadores

ASOCIACIÓN DE PESCADORES DE DON BENITO. En la foto, de la segunda mitad de los años 70, socios posando para el recuerdo después de una jornada de pesca en el río Guadiana a su paso por Medellín.

viernes, 14 de enero de 2011

JUGANDO EN LA TELE

Para curarse de la ingenuidad y dejar de creer que todo el mundo es bueno, no hay nada mejor que ver un concurso que hay en una cadena de televisión. Después de ver algún programa, seguro que ya no se fía uno ni de su sombra. Este edificante concurso es de preguntas y respuestas, y la mentira es la que descalifica y te deja sin dinero. Y ya en casa, puede que se queden sin amigos, sin parientes, sin trabajo, pero, eso sí, los cónyuges o parejas lucirán una hermosa cornamenta. No es para menos, pues las preguntas giran en torno al sexo, infidelidades, malas intenciones, peores pensamientos, tentaciones convertidas en realidad y choriceo. Vaya que cada concursante es una joya. Los acompañantes de los héroes sonríen y aplauden mientras este contesta con terribles declaraciones. Que dice que le ha sido infiel muchas veces a su pareja y que no le quiere, nada este ríe de oreja a oreja como si la cosa no fuese con él. Que admite desear la muerte del padre o algún pariente, pues, hala, aplausos al canto. Que ha sido un chorizo, mangando algo, no importa, su comportamiento se merece una ovación…Y lo que asusta es, por sus respuestas, que no hay un concursante que sea buena persona, y a cambio de dinero, llegan dispuestos a demostrarlo.

El tema da para mucho si se analiza un poco. Los seres humanos guardamos muchos secretos, tantos y tan dañinos que si la mente fuese de cristal no habría forma de fiarse de las personas. Sin embargo, quiero imaginar que no haya mucha gente con las cualidades de la mayoría de esos concursantes. Me resisto a creer que pueda haber gente con secretos tan feos y tan malas intenciones. Pero, por si acaso, es conveniente no ser demasiado ingenuo, al menos, que nos estén engañando y esto sólo sea un juego.

miércoles, 12 de enero de 2011

DON BENITO. Calles, Plazas y Parques

AVENIDA DE LA CONSTITUCIÓN. Casas construidas sobre principios del siglo XX. Es una pena que las fachadas de este estilo vayan desapareciendo poco a poco.

lunes, 10 de enero de 2011

PROHIBIDO ECHAR HUMO

No se cambian las costumbres en un rato, y fumar viene de largo. Hace siglos que estamos echando humo, pero los pulmones hasta ahora no se han dado cuenta. Y es que para ser feliz un rato no es bueno observarse mucho. Hoy le ha tocado la prohibición al tabaco, mañana le tocará a otra cosa. Y la gente se seguirá muriendo, aunque, eso si, un poco más sanos y la seguridad social será más rica. A este paso se rizará el rizo, opinando que para no morirse lo mejor es no haber nacido. Mientras tanto, seamos respetuosos con no llenar de humo los espacios cerrados, ni sus paredes exteriores, ni las plantas, ni las flores, ni siquiera las nubes. Dejemos que eso lo haga la contaminación del progreso. Todavía no debemos de quejarnos, pues no tenemos derecho hasta que en la puerta de los cementerios no veamos carteles con: PROHIBIDO FUMAR PORQUE EL HUMO MOLESTA A LOS MUERTOS. Estoy seguro que los no fumadores defenderían el cartel con el aviso y también el sitio. Por si acaso. Y nosotros a callar, por viciosos. El vicio nos quita la razón y nos fastidia los pulmones.

Este es un tema muy serio, pero uno no es consciente por la cantidad de contradicciones que lo rodea. Se permite el cultivo de tabaco, es legal su venta, se cobran interesantes impuestos. En los establecimientos, debajo de los carteles prohibitivos, hay máquinas expendedoras de cigarrillos…En resumidas cuentas, lo que mejor se percibe es un sí, pero, no. No queremos perder los beneficios que reportan los fumadores, pero que no se note mucho. Esto parece que están diciendo.

He escrito esto y, sin embargo, no fumo. No obstante, me solidarizo con la libertad de las personas, en este caso, con la de los fumadores, que son los atacados y también los perdedores.


Fuman los presos
Delito permitido
Humo entre rejas.

sábado, 8 de enero de 2011

DON BENITO.A la memoria de Isidro Caballero

Homenaje a la memoria del que fue entrenador del Deportivo Don Benito, Isidro Caballero.
En la foto del momento, segunda mitad de los años 70, su viuda e hijos, Alcalde, Presidente del Deportivo y personas relacionadas con el fútbol.

miércoles, 5 de enero de 2011

DÍA DE REYES

Cabalgata de Reyes de hace sobre treinta años. Ya la vida iba cambiando, y se veían claros síntomas de progreso. Los juguetes iban acorde con los tiempos y los niños ya empezaban a verlos en colores.


0 O 0



Cuando yo era niño los Reyes Magos eran muy pobres, no tenían ni papel para envolver regalos. No recuerdo si traían camellos o si los regalos los traían en los bolsillos. La verdad que mucho no ocupaban unos caramelos, algunas avellanas, monedas de chocolate o unas pocas galletas o quizás unas cuantas canicas. Para los niños ricos decían que los juguetes los traían en un saco: algún camión de madera, alguna muñeca o caballo de cartón, o escopeta de mistos. Los mayores insistían que entraban por la chimenea, y puede que sea verdad, porque estaban más bien flacuchos. No miraban mucho para dejar los regalos si los zapatos eran y viejos y con agujeros, ya estaban acostumbrados. Y los niños miraban las cosas que habían dejado los Reyes, más que con la ilusión del juego con la esperanza de aliviar el hambre.

Hoy los Reyes Magos han progresado mucho. Podemos decir que viajan en camellos de oro con motor y con ruedas. Son ricos, y no caben por la chimenea porque están más bien gordos. Y son tantos los regalos, que hay que ir a por ellos a sus imperios de colores, de luces y de altavoces. A los niños les esta permitido elegir, exigir y hasta devolverlos si no les gustan.

Ahora pienso que no debí ser niño tan pronto. Estos son mejores tiempos.

martes, 4 de enero de 2011

UN CAFÉ PARA AVIVAR LOS RECUERDOS.

Es llegado el momento de conversar consigo mismo. De tomar un café en paz, mientras el hombre se mira hacia adentro, como intentando volver a la vida que quedó, allá, en el pasado. Esforzándose en ver algún detalle perdido entre los recuerdos. Y uno pasa con cuidado, respetando a la persona y su silencio.

domingo, 2 de enero de 2011

PASEANDO CON MI SOMBRA

Mi sombra obediente camina a mi lado. La luz de las farolas la hacen crecer o disminuir de tamaño. En algún momento se pega tanto a mí que se confunde con mi cuerpo. Yo camino erguido, ella arrastrándose por el suelo. Humillada por la noche, medrosa por el silencio. Bultos sin formas quietos en los rincones oscuros de la calle. Un gato sale de entre unos cubos de basura, se para y con descaro me mira. No dice nada, como si no valiera la pena. Pasa un coche surgido de las tinieblas, y con lastimero ronquido se pierde allá, a lo lejos. Se oye conversación de personas que se acercan, y como si yo fuese un fantasma invisible, les paso desapercibido. Ni siquiera un saludo a mi sombra. Suenan detrás tocones de mujer, y llegada a mi altura, me tocó el brazo y me dijo algo abriendo la boca de labios pintados de rojo, ya descascarillados, imagino, por el uso, con una muesca triste de cansancio que pretendía ser una sonrisa. Pensé que no se le había dado bien la noche, y hacía el último intento de llevar algo de dinero a casa. Dijo algo más y yo contesté no sé que, mirándola a los ojos. Ojos con el rime surcando las mejillas, como lágrimas saliendo de las penas. Siguió su camino en silencio, hasta que se perdió al salir de la luz de la última farola. Mi sombra no hizo ningún comentario, ni yo tampoco. En una placita había un enorme árbol de Navidad, con muchas luces, muchos colores, y hasta estaba coronado por una luminosa estrella. Sin embargo, comparé con otro que había visto, y a este le faltaba el remedo de la figura humana.

Enfrente había un banco lleno de cartones y una mochila al lado de un hombre ya mayor, de barba cana. Estaba enfundado en un abrigo viejo, con las manos en los bolsillos, y un gorro rojo y blanco como el que usan los principales personajes navideños. Miraba, desde abajo, atentamente las luces de colores que con intermitencias de latidos brillaban en el árbol. Tal vez, el hombre pensaba o soñaba con otras navidades o que estas caían muy altas para él. Y yo dudé si se había bajado del árbol para descansar un poco. Y hasta mi sombra estuvo de acuerdo con mis pensamientos.

Feliz Navidad, ¿para quién? Quizás se preguntó ella.