Cuando niños, nos metían miedo con este gremio: "Si no comes, se te lleva el afilador". Y si en aquel momento sonaba de fondo el caramillo con que se anunciaban, la amenaza era muy efectiva. La verdad es que solían ser tipos muy malencarados y hoscos en el trato, posiblemente como consecuencia de su vida errante. Se decía que todos procedían de cierta comarca de Galicia.
Pues, no creas, mi memoria ya va teniendo algunos fallos, sin embargo, es una de las pocas cosas que aún funciona un poco en mi cuerpo. Juan Conejo López, un abrazo
Sí, creo que casi todos los afiladores procedían de alguna parte de Galicia y recorrían los pueblos cargados con sus modestas industrias de subsistencia. El villano en su rincón, un abrazo.
Buena memoria amigo Diego.
ResponderEliminarCuando niños, nos metían miedo con este gremio: "Si no comes, se te lleva el afilador". Y si en aquel momento sonaba de fondo el caramillo con que se anunciaban, la amenaza era muy efectiva. La verdad es que solían ser tipos muy malencarados y hoscos en el trato, posiblemente como consecuencia de su vida errante. Se decía que todos procedían de cierta comarca de Galicia.
ResponderEliminarUn saludo muy cordial, D. Diego.
¡Que lindo recuerdo!
ResponderEliminarTambién en los barrios de Buenos Aires se los veía pasar.
mariarosa
Muy buena la foto. Se empiezan a ver de nuevo. En mi pueblo, en el verano, pasa el afilador y hace un ruido musical con una especie de flauta.
ResponderEliminarPues, no creas, mi memoria ya va teniendo algunos fallos, sin embargo, es una de las pocas cosas que aún funciona un poco en mi cuerpo.
ResponderEliminarJuan Conejo López, un abrazo
Sí, creo que casi todos los afiladores procedían de alguna parte de Galicia y recorrían los pueblos cargados con sus modestas industrias de subsistencia.
ResponderEliminarEl villano en su rincón, un abrazo.
La imagen del afilador es ya historia y es uno de los bonitos recuerdos que nos han quedado.
ResponderEliminarMaría Rosa, un abrazo.
Es verdad, creo haber visto alguno, pero como van en coche han perdido todo interés como oficio típico y llamativo.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.