Espero te encuentres bien dentro de lo que cabe esperar amigo Diego. Mira tú, un veterano de Ifni que tenía un blog dedicado a Tiradores de Ifni, nos ha dejado y descansa en paz desde hece muy pocos días. Su nombre era Adolfo Cano Ruiz. Pero el tema es que puedo estar equivocado pero creo reconocerte en la foto. Seguramente estaré equivocado. Recibe un cordial abrazo amigo Diego.
Querido Diego, cuántos recuerdos nos haces revivir con estas imágenes!! No era sólo el ir juntos en carro, era la camaradería, la amistad y la generosidad que ello suponía. Se dejaban las plazas en el carro a nuestros mayores y los niños íbamos cerca cantando con ellos y escuchando sus anécdotas y chascarrillos (que a la vuelta y con los efectos del vino de pizarra solían ser más picantes y divertidos) Cuántas veces hemos ido así a la zvirgen de las Cruces, con nuestras zapatillas nuevas y los dulces recogidos en sus cajas. Con una mantita unas pocas viandas y mucho cariño pasábamos un día inolvidable de risas y juegos. Ahora, me daría pena por el caballo o la mula que soportaba tanto peso, pero deberíamos recuperar esas romerías con amigos y familiares, eso sí, en coches y sin móviles. Un besazo querido Disan 😉😘 I.R.M.
Espero te encuentres bien dentro de lo que cabe esperar amigo Diego. Mira tú, un veterano de Ifni que tenía un blog dedicado a Tiradores de Ifni, nos ha dejado y descansa en paz desde hece muy pocos días. Su nombre era Adolfo Cano Ruiz.
ResponderEliminarPero el tema es que puedo estar equivocado pero creo reconocerte en la foto. Seguramente estaré equivocado. Recibe un cordial abrazo amigo Diego.
Hola Disancor. Muy bonita la foto. Ahora seguro estaría prohibido ir tantas personas en el carro.
ResponderEliminarAbrazosssssss fuertesssssss
Querido Diego, cuántos recuerdos nos haces revivir con estas imágenes!!
ResponderEliminarNo era sólo el ir juntos en carro, era la camaradería, la amistad y la generosidad que ello suponía.
Se dejaban las plazas en el carro a nuestros mayores y los niños íbamos cerca cantando con ellos y escuchando sus anécdotas y chascarrillos (que a la vuelta y con los efectos del vino de pizarra solían ser más picantes y divertidos)
Cuántas veces hemos ido así a la zvirgen de las Cruces, con nuestras zapatillas nuevas y los dulces recogidos en sus cajas.
Con una mantita unas pocas viandas y mucho cariño pasábamos un día inolvidable de risas y juegos.
Ahora, me daría pena por el caballo o la mula que soportaba tanto peso, pero deberíamos recuperar esas romerías con amigos y familiares, eso sí, en coches y sin móviles.
Un besazo querido Disan 😉😘
I.R.M.