sábado, 10 de mayo de 2014

EL PAN

“Con pan y vino se anda el camino” Pero el vino barato tiene muy mala prensa, y el pan no es alimento para hacer grandes esfuerzos.

Los entendidos en alimentación ahora dicen que el pan no engorda, y quieren hacernos creer que por esa razón ha aumentado  su consumo. Pero los pobres  saben que el pan es un alimento de subsistencia La prueba esta en que en época de abundancia ni siquiera los perros lo quieren. Y mucho menos, la gente bien alimentada que anda a dieta y enfundados en vistosos chándales quemando calorías por las calles.

Pasaron los buenos tiempos, y dejaron de verse mendrugos de pan tirados por las calles, en las papeleras, en los contenedores… Y volverá a ser el rey de la casa. Y hasta volverá a oírse eso de “pan con pan, comida de tontos” porque no habrá nada nutritivo con lo que acompañarlo. O quizás, con suerte,  mortadela, unas gotas de aceite o pan tostado, si el tostador no se ha estropeado y además no hay dinero para arreglarlo.

Los más viejos, que en el pasado vivimos grandes penurias, quizás seamos exageradamente pesimistas, o, tal vez, el recuerdo del hambre nos dejó traumatizados y así hemos envejecidos.  Ojala nuestros temores nunca se cumplan, aunque la situación que prometen, lo que se oye y los pobres que se ven pidiendo en la calle, hace que se vea todo más bien negro.

Aunque el pan creemos que todavía se sigue haciendo de harina de trigo, sin embargo, se cuece en cualquier horno y de cualquier manera, y se vende en los chinos, en puestos de periódicos, en las gasolineras, en los bares, en fruterías e, imaginamos que también en las panaderías. Tal vez el desprestigio de tan popular alimento y el precio de ganga,, nos permita tener esperaza y soñar que la situación de hambre no sea tan grande en el futuro.

En todo caso,  esperemos que nunca se repita la historia de aquellas revueltas sociales que se producían cuando el pan subía unos céntimos.


8 comentarios:

  1. La falta de este alimento sagrado nos lleva al hambre y por el hambre se amotina el pueblo y en los motines se enciende la chispa que origina la guerra, así lo hemos visto en todos los tiempos y naciones. Hoy vemos ofertas con el pan y aún pueden verse barras en los contenedores de la basura y por increíble que parezca hasta lo hacen con conservantes y colorantes, lo cual me sorprende bastante porque nunca los necesitó. Todo negro, como dices, tan negro como el pan de la posguerra. Un beso, Diego. Pásalo bien.

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  2. Desde luego que el pan de antes ya no se hace, vete tú a saber lo que comemos ahora, pero hay que tener esperanza.

    Besos Diego.

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  3. La verdad que el pan ha sido siempre el alimento más socorrido de los pobres. Y muchas penas y alegría están relacionadas con el pan. Es cierto que en los buenos tiempos no ocupa en la mesa el lugar que le corresponde, pero en los malos, ahí esta esperando para que saciemos el hambre.
    Loli Salvador, un abrazo. Y expresar la alegría de tenerte aquí.

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  4. Es cierto, hay mucha diferencia del pan que se hacía antes y el que se hace ahora. El de ahora tiene buena presentación, pero seguro, seguro, que no es tan nutritivo. Y eso de que engorda, puede ser, cuando va bien acompañado.
    ion-laos, un abrazo.

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  5. Estimado amigo Diego:
    No sé si estoy muy de acuerdo con tu planteamiento de hoy, si bien está subido al blog de tus artículos.
    Existe toda una cultura del pan, desde luego muy alejada de aquella que describes, en que en determinados establecimientos, se despachan muchas variedades de pan elaborados para todo tipo de consumidores, sean celíacos, gordos o flacos, incluso con gustos refinados para acompañar el caviar.
    Yo, al menos, siendo de tu misma edad o mayor que tú, no me siento viejo aunque lo soy, ni percibo las mismas sensaciones que tú, cuando los pueblos en fiestas sus gentes hasta derrochan el pan y lo que no es el pan.
    Hacía mucho que no entraba a saludarte y a lo mejor hoy no es el día más apropiado.
    Un abrazo. Juan

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  6. Tus visitas son para mí siempre motivo de alegría, y las opiniones de tus comentarios, son muy respetables y las valoro como muy acertadas. El tema de la entrada solo son pinceladas, más bien subjetivas, de un tema tan socorrido y popular como es el pan. Es cosa muy seria, y es aquí donde me acuso de haberlo tratado con algo de humor. Quizás merecía otro tratamiento.
    Juan Conejo López, un abrazo.

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  7. En las maratonianas jornadas de la recolección agrícola, hacíamos un alto para merendar. El abuelo siempre decía asi:"Hala, vamos a comer el pan". Obviamente, había algo más con lo que "engañar" al pan... y, por supuesto, una bota de vino.
    Un abrazo, Diego
    Miguel-A

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  8. No se puede hablar de alimentación sin hacerlo del pan. La alimentación, el hambre y la miseria, están ligadas al más socorrido y popular de los alimentos. Y hasta el refranero lo ha tenido muy en cuenta. No sabemos si engorda, lo que si sabemos que es el mejor calmante para el apetito.
    Miguel A., un abrazo.

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