lunes, 28 de julio de 2014

COMO RECORDATORIO


No puedo publicar fotos de ayer con nombres de hoy. No le puedo poner nombres nuevos a escenas viejas. Las imágenes no son mudas, tienen los datos del momento que nacieron. Cambiarlos es falsear la verdad, es decir que el árbol no tiene hojas en una foto de primavera.

Sin embargo, pese a ser consciente del engaño, no pocas veces les pongo el nombre de calles de hoy a fotos que cuando se hicieron la calle se llamaba de otra manera. La mayoría de las veces lo he hecho pensando que así era más fácil localizarlas. Pero confieso que en otras muchas ocasiones lo he hecho para evitar susceptibilidades y polémicas. En todo caso, lo único que me guía es el respeto a todas las personas, sean sus ideas y sus gustos los que sean.

Seguiré intentando desligar en las fotos lo viejo de lo moderno. Cada época tuvo sus nombres, y no se pueden ignorar porque forman parte de la historia y de los recuerdos. Mi memoria empieza a flaquear, y sin embargo, prometo seguir siendo escrupuloso con los datos de los pié de foto.  Quizás haya que sufrir la ambigüedad en los textos, pero eso es preferible a los errores por falta de cuidado.


De cuando en cuando necesito publicar esta especie de comunicado para que no se me olvide el rumbo que he de seguir. Y a vosotros, para que sepáis lo que podéis esperar de mí.

8 comentarios:

  1. Me parece muy correcto el identificar una calle con el nombre en que un día la conocimos y el que actualmente tiene. Ánimo...seguimos esperándote todos los días. Saludos.

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  2. Gracias amigo Diego porque un par de veces al mes nos sueles regalar con tus pensamientos.
    Un abrazo.

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  3. Y aunque lo correcto es nombrar las calles por el nombre que tenían cuando se hizo la foto, algunas veces uno duda porque pueden crear susceptibilidades, sobre todo, de índoles políticas,
    Pedro, un saludo.

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  4. De cuando en cuando es necesario explicar porque se hacen las cosas de una manera y no de otra. Como he comentado en alguna ocasión, ahora mis problemas son los fallos de memoria. No quisiera repetir ninguna entrada, pero es inevitable que eso ocurra,
    Miguel A., un abrazo.

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  5. La verdad que escribiendo soy más bien malo, y aún reconociéndolo, me gusta escribir alguna cosa de vez en cuando. Debido a mi enfermedad, ya apenas puedo manejar el teclado del ordenador, sin embargo, sigo sin darme por vencido.
    Anónimo, un abrazo.

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  6. No dejes de escribir, el teclado puede acercarse a vos, no darse por vencido jamás, esa es la llave.
    Lo mejor de lo mejor.
    Abrazos.

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  7. Gracias por tus palabras de ánimo. Ni siquiera puedo utilizar un programa de voz para escribir, porque tengo problemas hablando y al programa lo volvería loco. Vaya, que tengo un cuerpo que es una alegría.
    Alicia María Abatilli, un abrazo.

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