Como un corazón vivo
palpitaba la luz en la oscuridad de la noche y en cada latido se dejaba ver la
palabra CLUB. Así con mayúscula y en rojo de tentación. Debajo una puerta
apenas abierta y una cortina cerrada, cortaban el paso a la música y las risas
de interior del local. El hombre todavía dudó un momento antes de entrar. Se
preguntó si eso es lo que quería en aquellos momentos de más amarguras que
deseos. Pero la imaginación y la fascinación del lugar, acabaron
convenciéndole. O tal vez el despecho y el afán de nuevas experiencias hicieron
que, de pronto, se encontrase sumido en la algarabía y la casi penumbra de algo
parecido a una sala de fiesta, con mujeres exclusivas para el hombre que paga.
Esto no es la catedral de romanticismo, y el amor tiene nombre extraño. Y
además tras la máscara de maquillaje y risas hay más penas que en la calle y se
confiesan más pecados que en la iglesia. No faltan clientes que pagan por
confesarse.
Mareado de licores y
del perfume barato de la mujer que le llama cariño y le pone los pechos encima
de los hombros, acaba sucumbiendo a la
carne más que a los encantos. Y para que engañarse, si lo que buscaba aquella
noche es acabar en la cama con una prostituta. Era completar la aventura como
culminación de una venganza, de un deseo o de un desahogo para el cuerpo.
Pero le traicionaron
los sentimientos. Y sintió pena de si mismo y remordimientos. Estuvo a punto de
ser infiel con el cuerpo, pero lo impidió el amor por esa esposa que un día,
caprichosamente, había decidido que jamás volvería a tener sexo con él.
Esta es la historia
que, de su intimidad, me contó un amigo- Y que yo he escrito, reduciéndola a
unos pocos renglones para una mejor comprensión y claridad. Su pregunta final,
y también la mía, es: en casos como el relatado, ¿es infiel quien busca
consuelo en otro cuerpo que no sea el de su pareja? Es una pregunta simple, sin
entrar a valorar si a ella se le acabó el amor y también el deseo. Y que él, a
pesar de todo, seguía amándola.
.Resulta muy peligroso someter el amor y la convivencia a pruebas
tan peligrosas.
Mejor no tentar los peligros del amor.
ResponderEliminarBesos.
Estimado amigo y compañero Diego:
ResponderEliminarA pocas jornadas de terminarse un año, tan viejo como lo somos tú y yo, no es conveniente tocar estos temas del pasado y también del presente.
Qué buenos eres y cuanta ciencia has acumulado.
No obstante, el año que viene seremos más viejos y espero seguir leyendo tus magníficos pensamientos para continuar subiéndolos al lugar donde reposan a la espera de poder ser leídos todos juntos.
Su lugar es: http://homenajeadiego.blogspot.com.es/
Un tema difícil y no me gusta juzgar por que si. Lo triste es amar a quien no nos ama. Sólo el que vive la situación, sabe si está bien o mal ser infiel.
ResponderEliminarmariarosa
Hola, Diego.
ResponderEliminarMe ha encantado como relatas el dramatismo de esta historia.
Sé el trabajo que te cuesta escribir, pero lo haces tan bien que merece la pena.
Un abrazo
Fidel
Una pregunta difícil de responder en un tema tan importante.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad y Año Nuevo.!
Saludos.
Hola Disancor, muy bien escrito. Engancha al leerlo.
ResponderEliminarY un tanto difícil para esa persona que aun ama y sin embargo no es respondido.
Realmente es una tesitura muy complicada, complicadisima. Es difícil saber porque ella no quiere volver a tener sexo con él. El hombre se siente vivo aun, es muy duro que lo entierren a uno estando vivo.
Saludos y abrazos fuertessssssssssssss
Cierto, es mejor no someter a pruebas algo tan delicado como el amor y la convivencia de pareja. Puede que el miembro sometido al experimento no tenga tanto aguante como se creía.
ResponderEliminarAmapola Azzul, un beso.
Es verdad, las relaciones, y todo lo que pasa entre parejas, son temas muy delicados, pero no es menos cierto que se producen situaciones de abuso y chantaje en lo que se refiere al sexo. No siempre los dos quieren lo mismo y tienen las mismas necesidades.
ResponderEliminarNosotros tenemos la sabiduría práctica de los años, que es la más firme. Te repito mi reconocimiento por tu esfuerzo manteniendo vivo el blog.
Soria 9, un abrazo.
Como en el caso del texto de la entrada, puede que él ame mucho y ella no ame nada. Estos son temas por los que se pasa de puntillas, porque forman parte de la intimidad de la pareja- Ni siquiera cuando hay una infidelidad se sabe bien quien es el culpable.
ResponderEliminarMaría Rosa, un beso.
ResponderEliminarYa sabes el trabajo que me cuesta escribir. Tengo imaginación y voluntad, pero es imposible que me salga bien lo que escribo, porque ni siquiera puedo acceder a algunas teclas del ordenador y mucho menos corregir lo escrito. Así que nunca leo lo que publico, lo repaso solo en el momento de contestar comentarios.
Fidel, un abrazo.
Creo que siempre resulta culpable el que comete la infidelidad, aunque haya alguna razón importante, pero como es muy íntima no podrá explicarla de forma que se entienda y se comprenda.
ResponderEliminarMarinela, un saludo.
Sí es por enfermedad o alguna imposibilidad física, es sublime el amor sin sexo. Sin embargo, si no hay impedimento, el amor no puede sobrevivir sin sexo. En caso contrario, no se puede hablar de pareja. Tal vez de compañeros de fiestas y faenas o, en todo caso, de amigos. De todas formas, no siempre se conocen las verdaderas razones de una infidelidad.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.