lunes, 20 de febrero de 2017

POCO ACCESIBLE

En  la puerta principal de un hospital de la Seguridad Social

 Obviamos el coche que acabará yéndose, pero queda el bordillo y la papelera, ¿me quieren decir por dónde pasará el señor de la silla de ruedas? Y no hablemos de otros bordillos para acceder al Centro Sanitario, ni de la escasez  de aseos para discapacitados, ni algunas otras cosas. Acabaremos creyendo        que aquí todos los enfermos entran en camilla y salen dando saltos.

6 comentarios:

  1. Diego...¡Qué razón tienes!. Saludos.

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  2. Alguien me dijo una vez que todos, en algún momento de nuestras vidas, podemos ser impedidos sin necesidad de ser discapacitados. Lo comprobé al ser padre por primera vez, con el carrito del bebé... Qué razón tenía...

    Un saludo muy cordial, D. Diego.

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  3. Hola Disancor. La verdad que es una pena. No se ponen en la piel de los demás. No hay otro lugar para poner esa papelera. Ya les vale.
    Abrazos furetesssssssssssss

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  4. Tengo tantos problemas en la calle que algunas veces me siento culpable por ir en silla de ruedas.
    Anónimo, un saludo.

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  5. La verdad que todos necesitamos de los demás, y por solidaridad estamos obligados a prestar ayuda a quien lo necesite. Es como hacerlo por nosotros mismos.
    El villano en su rincón, un abrazo.

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  6. Lo cierto que no siempre la administración predica con el ejemplo en eso de la eliminación de barreras haciéndole la vida más cómoda y segura a las personas con dificultad para andar, sin embargo, exige a los administrado.
    Isa, un abrazo.

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