Eran los primeros años de los 70, y Extremadura tenía muchos trabajadores emigrantes en el extranjero y en las grandes ciudades españolas. En Navidad se les enviaban paquetes con todas clases de productos. Hasta…!lo más insólito, un pavo vivo! Mi cámara captó un pavo vivo en origen, de lo que no estoy seguro es que continuara con los ojos abiertos cuando llegara a destino, después de hacer sobre mil kilómetros, en autobús, empaquetado y sin comer ni beber.
No deseo hacer más comentarios, sólo muestro la foto como algo especialmente llamativo.
Antes que lleguen más comentarios culpabilizando a Correos por el envío del pavo, he de aclarar que la foto la hice en el lugar de recogida de viajeros y paquetes de una empresa de autobuses.
Pido disculpas por el mal entendido.
que bestias!!! Como le van a hacer eso al pobre bicho??? Abrazo, Disancor, te quiero.
ResponderEliminarY pensar que ahora piden mil requisitos para que un animal vivo viaje... ¡La foto es genial!
ResponderEliminarBesos
Yo otra vez, el de Don Benito. Realmente curiosa la forma de transportar los pavos. Muy interesante, sigue así y en adelante. FFeliz día ^^
ResponderEliminarImpresionante la foto...y aun mas el servicio de correos de la epoca
ResponderEliminarUn abrazo
Diego, lo que no me puedo explicar es cómo correo aceptaba tal clase de envíos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
Esto es la repanocha, Diego. Jo,jo,jo,jo. Vaya un servicio de Correos eficiente en aquella época. Y que lástima de pavo, tú.
ResponderEliminarAhí queda la foto. Ea!
Un abrazo de Mos desde mi orilla sin oficina de correos.
Al Sr. D. Luís Fernández no le enviaban el pavo por el servicio de Correos, que debía ser por Transportes Hijos de Patricio.
ResponderEliminarLe ha faltado tu firma a la foto.
Un abrazo
Antes que lleguen más comentarios culpabilizando a Correos por el envío del pavo, he de aclarar que la foto la hice en el lugar de recogida de viajeros y paquetes de una empresa de autobuses.
ResponderEliminarPido disculpas por el mal entendido.
Pobre animalito! Ya tuvieron que sujetarlo bien para que no se moviera. Anda que...
ResponderEliminarBesos Disan.
El que haya sido, que bestia, jajajaja!
ResponderEliminarQué lastima de animalillo. Pero es curioso que antes, correos permitiera estos envíos.
ResponderEliminarSeguro que el pobre pavo se sentiría mareado y vomitó. Y vaya ocurrencia quien hizo el envío, YA LE VALE.
Pondría todo lo de su alrededor cagadito y vomitadito.
Que no se le ocurra a nadie empaquetar un pavo, que hoy día la lleva clara con una buena multa o tal vez pena de cárcel.
Saludos y un fuerte abrazo. Que tengas un bonito fin de semana
Ummmmmmmm, no había visto la foto en grande, va cosidito y todo. Así no espurriaría la caca :-)
ResponderEliminarSeguro no llegó a su destino, se quedó por el camino. Algún espabilado lo metió en su olla antes de llegar a Barcelona.
Buen fin de semana. Saludos y otro fuerte abrazo
Pues sí, le hicieron eso al pobre pavo. Le pagaron un viaje de más de mil kilómetros. Lo que nunca supe si llegó vivo a su destino así empaquetado como iba.
ResponderEliminarmarcus, un abrazo.
Ahora los animales tienen muchos más derechos que antes. Seguro que hoy no se puede enviar un animal como entonces enviaron aquel pavo.
ResponderEliminarMaría, un abrazo.
Entonces había muchas empresas de autobuses en casi todos los pueblos de Extremadura que llevaban y traían trabajadores, familiares y paquetes a cualquier punto de España.
ResponderEliminarTe repito las gracias por tú visita.
Carlos, un saludo.
En este tipo de envío no participaba Correos. Eran autobuses que llevaban todo lo que la gente quería enviar. Y, de verdad, algunas cosas eran muy raras, o por lo menos, chocantes.
ResponderEliminarJuanjo, un abrazo.
Correos esta libre de toda culpa. Estoy seguro que ahí nunca hubieran aceptado enviar ese tipo de mercancía. Mira, si encima se hubiese perdido el paquete con el pavo¿?
ResponderEliminarMiguel A., un abrazo.
Correos, nunca hubiera hecho la barbaridad de ponerle sellos a un paquete conteniendo un pavo vivo. Siempre han sido tan escrupulosos en el momento de admitir un envío, que ni siquiera lo admitían si te pasabas unos gramos en el peso.
ResponderEliminarMos, un abrazo.
La foto, como casi todas, llevaba la firma, lo que pasa es que sin darme cuenta la corté por abajo.
ResponderEliminarComo bien dices, el pavo no lo enviaban por Correos, lo hacían en autobuses que iban directamente a destino. E Hijos de Patricio Cerrato, era la tienda donde habían envuelto en papel los paquetes.
Veterano, un abrazo.
Además del viaje, el pavo pasó muchas horas en el montón de paquetes, y las que pasaría antes que lo entregaran a su destinatario. Mejor hubieran hecho mandando el dinero para que comprasen el animalito. Total, no creo que en la cara se le notase al pavo si era extremeño.
ResponderEliminarion.laos, un abrazo.
El envío no se hacía por Correos, lo que era mejor para el pavo, porque por Correos hubiera tardado en llegar mucho más tiempo. Todavía siento la curiosidad de saber si llegó vivo a su destino. Es lógico tener esa duda.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
¡Buen fin de semana!
ResponderEliminarBesos
A todos, os deseo un bonito y feliz fin de semana.
ResponderEliminarMaría, perdóname porque he pasado por el blog y no me he dado cuenta de tus buenos deseos para el fin de semana, a los que correspondo con una sonrisa y una flor de mi jardin imaginario.
ResponderEliminarBuen finde Disan, muchos besos.
ResponderEliminarion-laos, te deseo lo mejor para el fin de semana.
ResponderEliminarNo me lo creo, un pavo empaquetado, increibleeee...creo que el pavo no llegarìa al destino, algùn listillo se los llevarìa para la cena de navidad...jajajaja
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
fus
Pues, créetelo. Un pavo con mala suerte, después de viajar como paquete le esperaba un futuro más bien negro. Cuando yo le hice la foto ya llevaba muchas horas empaquetado y lo que le quedaba hasta el final del viaje. La gente tiene ideas muy raras.
ResponderEliminarfus, un abrazo.