Nostálgica imagen de las calles del Don Benito de hace treinta años. Simpática estampa alegrando y dando colorido al paisaje urbano. Incansable vendedor de artesanía extremeña. Paciente y pequeño burro tirando del carro de la sencilla industria del barro cocido.Vida de ayer, recuerdos de hoy. Es mi aportación de respeto al homenaje de la memoria de momentos y amigos que se fueron.
Emociona el homenaje a tan humilde vendedor. Tiempos que pasaron y quedaron inmoviles en la imagen de tu cámara.
ResponderEliminarmariarosa
He estado antes; pero se me ha atascado el comentario y ¡desapareció en el espacio!!
ResponderEliminarMe gusta la foto. Es un bonito homenaje.
Los cacharros de barro tienen algo mágico. Es un material humilde; pero con el que se hacen preciosas piezas, que, además, son muy funcionales. Cuando los veo en una feria de artesanía o en un mercado medieval, compro algo; no sólo porque me gustan mucho, sino también porque quiero poner mi pequeño granito de arena para que esa profesión no desaparezca.
Besos
Que foto más tierna, imagen que ya no se repetirá. Me gusta la artesanía de barro, tiene el calor del corazón que con tanto esmero lo ha hecho a base de paciencia y cariño.
ResponderEliminarBesos Disan.
Antes en los pueblos era muy normal ver estas estampas naturales y humanas por las calles de los pueblos. Desgraciadamente o afortunadamente, no se sabe, ya han desaparecido, y son los tenderos quienes venden.Preciosa postal del vendedor de vasijas y otros enseres de barro.
ResponderEliminarSaludos y un fuerte abrazo Disancor.
Me encanta ese recuerdo que nos muestras a través de esta simpática fotografía, estoy por asegurar que ese hombre era feliz con su artesanía y no tenía el estrés que hay ahora.
ResponderEliminarBesitos.
Pasa que mientras más humilde ha sido una persona más emociona cuando se tiene un recuerdo a su memoria. No solo la gente importante es merecedora de homenajes.
ResponderEliminarmariarosa, un beso.
Es una pena que la artesanía de los cacharros de barro haya sido sustituida por el plástico y otros materiales de parecida composición. Hoy importa más lo práctico que lo bello y el sentimentalismo.
ResponderEliminarMaría, un beso.
El hombre, el animal y el carro cargado de vasijas de barro, forman un conjunto muy entrañable y simpático. Una tentación para cualquier fotógrafo, y yo no iba a ser menos.
ResponderEliminarQuizás también yo pensé que no tendría muchas ocasiones de hacer una foto como aquella.
ion-laos, un abrazo.
He mirado por los rincones de mi casa y las pocas vasijas que hay de barro son cosas decorativas. No he podido evitar acordarme de las tinajas, lebrillos, cántaros, botijos...Bueno, quedan macetas, pero no todas son de barro. Como forma de vida, la artesanía del barro es historia.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
Hace años en los pueblos extremeños era muy habitual ver escenas como la que muestra la foto.
ResponderEliminarHabía muchas personas que la artesanía del barro la tenían como una forma de vida. Hoy, ya es un recuerdo.
campoazul, un beso.
Disancor: esa foto me hiso acordar cuando por las calles de mi Buenos Aires estaba el "mimbrero", un carro absolutamente cargado de articulos de mimbre, sillas, sillitas, camas, sillones, canastos, etc. Como en los ´60 se prohibio la traccion a sangre, ya no los volvimos a ver. Chau amigo.(Lapegnola)
ResponderEliminarTú país y el mío son semejantes en muchas cosas. Aquí en tiempos pasados, se vendía de todo por las calles, y se utilizaban animales, carros y bicicletas.
ResponderEliminarGracias por tú visita y comentario.
Lapegnola, un saludo.
Querido paisano siempre consigues encontrar algo referente al pasado, cosas tan entrañables que consigues despertar en mi la nostalgia de tiempos pasados.
ResponderEliminarUn abrazo
Imagen impagable, que mezcla lo cotidiano, lo sencillo y evoca situaciones dificiles de contemplar en los tiempos que corren, donde lo artesanal tiene menos cabida, y la prisa con la que vivimos nos impide valorar lo que hemos perdido
ResponderEliminarLas fotos tardarán en agotarse, pero mi memoria ya empieza a dudar sobre las que se han publicado, y, la verdad, no quisiera repetirme mucho. Hasta aquí, estoy muy contento que te sigan gustando.
ResponderEliminarMaría, un abrazo.
Las fotos muestran como era la vida en Don Benito hace algunas décadas. Desde luego, mucho más tranquila y sosegada que la de ahora. Se perdió la tranquilidad, y muchas cosas desaparecieron para siempre.
ResponderEliminardaniel, un saludo.
Bueno, tambien hay que recordar que, fueron momentos que muchos, como mi familia, tuvieron que emigrar a otras ciudades, donde igual encontrarian otras oportunidades, porque en su pueblo no las habia. Y aunque la foto es enternecedora, no fueron momentos muy felices para los que se fueron, que debian buscarse la vida en pueblos, ciudades, caminando durante dias y en ni muy buenas condiciones. Mi padre, siempre me explica anecdotas de esa epoca, pero ni por asomo, que lo volvería a repetir.
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