Cuando llegaba el
color de verano la gente de Don Benito se trasladaba en autobús, bicicletas,
coches o como podía, a la playa del río Guadiana a su paso por Medellín. Y,
entre chuletas, ensaladillas, tortillas y sardinas, bajo el sombraje de
aquellos primeros chiringuitos que se instaron del puente para abajo, se pasaba
un feliz domingo de baño.
Al fondo, el
castillo, y a la derecha, se ve la torre de la iglesia donde fue bautizado Hernán
Cortés.
Foto de la los
primeros años de la década de los 70.
Precioso Medellín, patria de Hernán Cortés. Hace dos años estuve por allí y me encantó. Los dos Puentes, el Castillo, las Iglesias, la plaza del pueblo con la estatua de Cortés...Precioso. Don Benito es más ciudad moderna, pero es muy bonita.
ResponderEliminarHe estado viviendo en Extremadura casi dos años y, practicamente, conozco toda esta maravillosa Tierra, que es como si fuera mi Tierra de adopción.
Un abrazo.
Que foto más refrescante! Y lo buena que sabe la comida en el rio, la playa o el campo, te la comes con un gustazo!
ResponderEliminarBuena semana Disan, besos.
Hermosa vista del castillo de Medellín arriba y el río Guadiana a sus pies.
ResponderEliminarRefrescante imagen la que hoy nos ofreces, aunque el 22 de abril nos alegrabas la vista con el siguiente pie de foto: "Esta es la imagen de un domingo del verano de 1971. Ni a comentar me atrevo, porque con mis palabras no podría mejorar la agradable sensación que se percibe a la vista de esta improvisada playa de agua más azul que el color del cielo. Bañistas, coches y chiringuitos ponen la nota humana a la naturaleza. Y hasta el trabajo está representado en un molino de agua situado en el recodo del río.
El objetivo de mi cámara captó la imagen desde un puente renovado de otro puente con largos siglos de historia". (La foto es en color)
Mi comentario viene al caso de que tus intervenciones se me quedan gravadas en mi mente. Un cordial saludo.
Juan
Medellín esta situado en una zona ideal para el turismo, y además esta lleno de historia y cosas interesantes. Buena parte de la historia de Don Benito esta ligada a Medellín. Apenas están separados los pueblos por seis kilómetros.
ResponderEliminarPedro Luis López Pérez, un abrazo.
Además de la bien que sabe la comida en el río y a la sombra de un chiringuito, se puede uno bañar con la boca casi abierta, el agua que se pueda tragar es dulce, y en los años de la foto estaba poco contaminada.
ResponderEliminarion-laos, un abrazo.
Bueno, puede que los textos me salgan algo sentimentales, y es que me dejo llevar por ese remanticismo que todos llevamos dentro. Además, es la influencia de los buenos recuerdos de aquellos años del ímpetu joven.
ResponderEliminarMe ha gustado leer en tú comentario el pie de foto ya publicada. La verdad que nunca leo lo que escribo.
Juan, un abrazo.
Precioso el castillo al fondo y hermosa esa playa y chiringuito, da la sensación esa escena que todo era tranquilidad y paz al calor del sol. ¡Que envidia!
ResponderEliminarBesitos.
Me encanta la foto!! mira que normalmente tus fotos me gustan muchísimo pero creo que ésta es una de mis preferidas. Maravilloso el contraste de los bañistas en primer plano y la iglesia y el castillo llenos de historia detrás.
ResponderEliminarUn beso grande grande
Me encanta ver esta foto, porque yo vivi esa época cada verano. Mi padre nos llevaba en su 124 a mis hermanos y a mi, y pasabamos mañanas inolvidables. Despues nos tomabamos una fanta de naranja y una bolsa de patatas fritas "nevado", antes de regresar a casa. Nos poníamos siempre en el último chiringuito de la playa, y degustabamos sus famosas sardinas al son de lo que se escuchara por la radio.
ResponderEliminarUn abrazo disancor, y muchas gracias por este recuerdo inolvidable.