Muchas personas se
empeñan en imponer sus diferencias, aunque para la mayoría de la gente pesen
desapercibidas. Con lo que se da la extraña paradoja que son las minorías las
que discriminan a las mayorías, y las que están siempre hablando de sus
diferencias. Como si quisieran hacer valer méritos a su condición o a sus
características.
También una
discapacidad te hace diferente, pero depende de uno mismo notar y que la gente
note, en exceso, esa diferencia. Y para ello se ha de procurar no pensar
distinto. Porque en la actitud y en los pensamientos es donde más se nota. Si
disimulas el miedo, los demás no pueden ver que estas asustado.
Cualquiera puede
pensar que yo lo tuve muy difícil, y sin
embargo, no tengo la sensación que mi vida haya sido tan complicada, y eso que
empecé la lucha siempre cargado con una enfermedad de esas llamadas raras, y para
el humor de la gente hasta cómica. No se pueden ocultar síntomas tan
ostensibles como los andares de borracho
y el temblor de la cabeza y de las manos. Y a pesar de mi problema, nunca he notado
un mal gesto a mi persona, ni comentarios poco afortunados, ni se me ha hecho
el vacío, ni me he sentido nunca discriminado. Y mi vida y mi actividad siempre
ha sido pública. Todos mis trabajos han estado relacionados con la gente, que
ha sido, al fin y al cabo, jefes, clientes y amigos. Y mis mejores recuerdos
están en mis actividades de “arregla papeles”, de vendedor, de fotógrafo y
reportero de prensa.
Si pides con
naturalidad una cosa, la gente con naturalidad te la dará. Es la naturalidad la
mejor actitud que se puede tener frente a la vida.
Desde el primer momento en que tuve la suerte de encontrarte y de encontrar tu blog, he percibido en tu filosofía de la vida, un dignísimo ejemplo de cómo se pueden y deben afrontar con naturalidad, los problemas de la vida. Te doy las gracias por escribir y describir con inmensa naturalidad tu enfermedad y de exponerla, dentro de su problemática, como si de un simple catarro se tratara.
ResponderEliminarUn sincero abrazo de agradecimiento.
El tema es que vos te sientas bien en medio de la gente. A veces no son los demás que nos miran mal, somos nosotros que escudriñamos demasiado a los nos rodean y no nos sentimos seguros. Buena entrada.
ResponderEliminarmariarosa
Naturalidad y normalidad para que los demás lo vean igual. Buena actitud, eso es, has dado en toda el centro de la diana.
ResponderEliminarBuen finde Disan, besos.
Una buena entrada, me hizo reflexionar sobre mis actitudes.
ResponderEliminarUn saludo.
HD
Y yo te doy las gracias por seguir mis pensamientos. No hay problema pequeño, pero nunca tan grande como para amargarnos la vida. Quizás nuestra actitud influya en los demás, y sea esa la razón por lo que nunca he tenido grandes complicaciones, o tal vez sea una poca de tolerancia y empatía. Sea lo que sea, a mi siempre me ha dado buen resultado.
ResponderEliminarJuan, un abrazo.
Somos nosotros mismos los que con nuestros miedos y formas de pensar nos discriminamos, y nos apartamos sin que existan razones. La vida, aunque con muchos problemas, no es tan complicada.
ResponderEliminarmariarosa, un beso.
Hay muchas personas que por raros motivos se empeñan en imponer las diferencias de las minorías. Quizás sea para conseguir algunas ventajas. A mí me gusta que me traten como a una persona sana, y si he de aceptar alguna ayuda, la acepto con toda naturalidad, y nunca he hecho valer derechos a la discapacidad que padezco.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
Bueno, si la entrada ha arrancado alguna reflexión, ha valido la pena escribirla. Tampoco conviene darla muchas vueltas a la cosas, Sin embargo, es bueno hacerse preguntas de cuando en cuando.
ResponderEliminarHumberto Dib, un saludo.
Claro que si Diego, como ya te he dicho eres un campeon, por tu actitud ante la vida, por haber tenido una familia, por haber criado a tus hijos, por todo Diego, te admiro y ojala hubiese mucha gente como tu, un fuerte abrazo
ResponderEliminarnieves
ResponderEliminarLa vida no es fácil, pero pasar por ella sin dejar huellas lo hace cualquiera. Hay que mejorar el papel que nos ha tocado. A mi me tocó una enfermedad, y he vivido como si no existiera.
ResponderEliminarAgradezco infinito tus hermosas palabras.
Anónimo, o ¿nieves?, un abrazo.
Diego, te felicito por haber puesto en práctica esa filosofía, el fondo tan cierta. Aunque yo no creo que nuestra actitud se trate de ignorar la bondad de la teoría, sino de ser capaz de llevarla a la práctica. Y es que cada ser humano no es así, ni asá, sino un producto de circunstancias y acontecimientos de su vida... las más de las veces ajenos a su voluntad.
ResponderEliminarPosiblemente lo que rrelatas tiene conexión directa con la llamada "aceptación". Pero hasta llegar a la aceptación, es preciso dar muchos tumbos.
Un abrazo, Diego.
Miguel-A. (paciente de ataxia de Friedreich).
Es dificil saber como hubiera sido la vida de otra persona en mis circunstancias. Tal vez su grado de superación hubiera estado muy por encima del mio. Sin embargo, no me quejo, porque, en conciencia, he hecho todo lo que he podido. Cada persona es un mundo y vemos las cosas de distinta manera. Además, como bien dices, no todo depende de nuestra voluntad.
ResponderEliminarMiguel A., un abrazo.
Pero es que a ti es imposible que nadie te haga un feo o haga un mal gesto, porque te aseguro que he conocido a muy pocas personas que sean tan amables, educadas y maravillosas como tú. Tienes muchas cosas buenas, pero para mí la mejor es tu actitud ante la vida, eres admirable y eso las personas que te rodean lo saben apreciar ;)
ResponderEliminarUn beso grande grande
Tú comentario me ha ruborizado. Y es que siempre tienes palabras bonitas y amables para mí.
ResponderEliminarNo creas que soy un santo, también tengo momentos de enfado. Pero, de verdad, no me gusta ver las cosas desagradables de la vida, ni que me duren mucho los enfados. !Se vive tan bien estando siempre contento!
silver, un beso enorme.