Las obras de
alcantarillado y saneamiento de la calle Mengabril no se llevaron a cabo hasta la
década de los 70, y ya en la foto en blanco y negro, se puede ver el aspecto
que ofrecía en los tiempos de las obras. Abajo, la misma calle en 2014.
Le regalo una música de duna y un poema de madera y agua.
http://youtu.be/_2Nr-Fj0qE4
Yo bebí los versos de la madera (Limam Boicha)
En mi infancia yo bebí los versos de la madera. Un almurabit me enseñó a fundirlos en el alma. En su mano colocó una lisa madera, castaño de rostro bello. Con tinta de carbón empapaba su fina pluma. Escribía versos en la memoria de la madera. Después de las lecciones vertía agua en la poesía. Un caudal de versos descendía. "Tómatelo todo-dijo- para que fecunde tu mente". En mi infancia yo bebí los versos de la madera. Un almurabit me enseñó a fundirlos en el alma.
Los niños...siempre son niños..., y juegan en los sitios mas inesperados, y entonces con lo que tenían y donde mejor les parecía, sin pensar en el peligro. Diego, estuviste muy atento al salto de la niña, ¡enhorabuena!. Saludos.
Le hacía falta un buen lavado de cara a la zona. Eso sí, antes nos entreteníamos con cualquier cosa, como dice el anuncio, con un palo inventábamos las mil y una historias.
Te doy las gracias más sinceras por tu generoso regalo de música y poema. Maravilloso ambos. También he de agradecer tú visita a CACHOS DE VIDA. aviador, un saludo.
En tiempos de la foto los niños todavía jugaban en la calle con juegos inventados por ellos mismos, y hasta afrontando algunos peligros. Aunque, por lo menos, no había muchos coches. Pedro, un saludo.
El cambio del antes y después de estas fotos es muy notable, claro que no en balde han pasado más de cuarenta años de tiempos, de muchos atrasos, hasta en el sentido de urbanismo. No cabe duda que ahora las calles son más bonitas y cómodas. AMBAR, un abrazo.
Es verdad, esa zona de Don Benito estaba muy necesitada de un buen lavado de cara. Como puedes ver por la foto, ahora esa calle, y todas las demás, están muy distintas. Lástima que ya se vean pocos niños, el lugar que dejaron lo ocupan los coches. ion-laos, un abrazo.
Le regalo una música de duna y un poema de madera y agua.
ResponderEliminarhttp://youtu.be/_2Nr-Fj0qE4
Yo bebí los versos de la madera (Limam Boicha)
En mi infancia yo bebí
los versos de la madera.
Un almurabit me enseñó
a fundirlos en el alma.
En su mano colocó
una lisa madera,
castaño de rostro bello.
Con tinta de carbón
empapaba su fina pluma.
Escribía versos
en la memoria de la madera.
Después de las lecciones
vertía agua en la poesía.
Un caudal de versos descendía.
"Tómatelo todo-dijo-
para que fecunde tu mente".
En mi infancia yo bebí
los versos de la madera.
Un almurabit me enseñó
a fundirlos en el alma.
Saludos
Los niños...siempre son niños..., y juegan en los sitios mas inesperados, y entonces con lo que tenían y donde mejor les parecía, sin pensar en el peligro. Diego, estuviste muy atento al salto de la niña, ¡enhorabuena!.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Diego.
ResponderEliminarGracias por traernos estos trocicos de historia, vaya cambios que nos deja el paso del tiempo, ya he dado un buen repaso.
Un abrazo.
Ambar
Le hacía falta un buen lavado de cara a la zona. Eso sí, antes nos entreteníamos con cualquier cosa, como dice el anuncio, con un palo inventábamos las mil y una historias.
ResponderEliminarBuena semana Disan, muchos besos.
Te doy las gracias más sinceras por tu generoso regalo de música y poema. Maravilloso ambos. También he de agradecer tú visita a CACHOS DE VIDA.
ResponderEliminaraviador, un saludo.
En tiempos de la foto los niños todavía jugaban en la calle con juegos inventados por ellos mismos, y hasta afrontando algunos peligros. Aunque, por lo menos, no había muchos coches.
ResponderEliminarPedro, un saludo.
El cambio del antes y después de estas fotos es muy notable, claro que no en balde han pasado más de cuarenta años de tiempos, de muchos atrasos, hasta en el sentido de urbanismo. No cabe duda que ahora las calles son más bonitas y cómodas.
ResponderEliminarAMBAR, un abrazo.
ResponderEliminarEs verdad, esa zona de Don Benito estaba muy necesitada de un buen lavado de cara. Como puedes ver por la foto, ahora esa calle, y todas las demás, están muy distintas. Lástima que ya se vean pocos niños, el lugar que dejaron lo ocupan los coches.
ion-laos, un abrazo.