Todavía, a final de los 60 ó principio de los 70, no
había muchas piscinas donde la gente pudiera bañarse; sin embargo, nosotros
teníamos una hermosa playa en Medellín,
con agua dulce del río Guadiana,
sitio donde tender la toalla para dormir
o tomar el sol y chiringuitos para comer
y beber. Con la imaginación le podemos poner color, sonido y movimiento a esta
imagen y estaremos muy cerca de lo que yo no
acierto a transmitir. Por lo
dicho, y por la historia y leyenda que se adivina en puente y castillo, esta es
una foto, que sin ser especial, siempre
sentiremos el deseo de contemplar
una vez
más.
Hola Disancor, muy bonita la imagen. Eramos todos más felices. Había poco dinero, pero más dignidad. La tortilla de patata, el pan, la casera,... iba con nosotros a todas partes. Eran otros tiempos de escasez pero que se compartía hasta la última miga.
ResponderEliminarSaludos y abrazos fuertessssssssssssssss