Basta que sepamos que una cosa es obligatoria para ponernos de mala leche. Es lo que les ocurren a los niños que tienen que ir al colegio, a los jóvenes que han de estudiar, a los mayores que tienen la suerte de tener trabajo y a todos aquellos que han de someterse a una disciplina y a unas reglas. Y no importa que el esfuerzo sea mínimo, lo que fastidia es la maldición bíblica de “te ganarás el pan con el sudor de tú frente” El ser humano piensa que si es una maldición no puede ser bueno. Lo bueno es lo contrario: el descanso ocioso, el cachondeo y hacer lo que nos de la gana. Y así hemos llegado a la conclusión que todo el mundo esta cansado, y mucho antes de hacer el esfuerzo, por lo que no es raro que sus temas de conversación preferidos sean hablar de fines de semanas, puentes, descansos, vacaciones, bajas laborales…,y ni siquiera en el trabajo se hable de trabajo. Bien pensado, quizás no importe ser rico o pobre, lo importante, tal vea sea, no tener que trabajar para vivir. Pero, entonces sería obligatorio el ocio, con lo que tendríamos el mismo problema, ya que el descanso sería obligatorio y ya no sería descanso.
Mejor es dejar la cosa como esta, y a las personas con sus pensamientos de libertad y disfrutando vacaciones de carreteras, de playas, de hoteles, de chiringuitos o matando bichitos en la montaña. Todo ello es un placer, porque no es obligatorio. El cansancio vacacional es relax, y el stress a curarlo en el trabajo.
Para curar el cansancio del trabajo no hay nada mejor que correr por las estaciones y los aeropuertos cargados de maletas y responsabilidades familiares, haciendo colas y reclamaciones. Disfrutar con los kilómetros y largas retenciones en las carreteras. Llegada a los hoteles resolviendo problemas de malos entendidos o que nos vendieron lo que no era. Y a pesar de todo, felices si no se perdieron las maletas. Y todo se da por bien empleado si el tiempo acompaña, y si no, pues, a pasear las vacaciones con el chubasquero o debajo del paraguas. La verdad, que regresamos a nuestra vida laboral descansados y con nuevos ánimos. Y eso que dicen los psicólogos, no es cierto. Lo que pasa es que son unos exagerados, lo gente regresa felices a sus trabajos.
Creo que he escrito esta entrada, más bien pesimista, influido por el día gris y lluvioso que veo desde la ventana de mi despacho, y no porque yo piense siempre así. A mi me gusta viajar, la aventura, las vacaciones y el descanso.
Tus ideas están muy bien expresadas. Y, mirando el panorama general, llevas toda la razón. Aunque, como excepción que confirma la regla, hay (somos) algunos "bichitos raros" que solamente sabemos trabajar... y eso del ocio nos supone un castigo. Ahora que lo pienso: "¡Parecemos extraterrestres en la Tierra!" :-)
ResponderEliminarMiguel-A.
Disancor, el que no descansa ultimamente con las entradas eres tú mismo que menudo trote llevas jajaja. Pues mira, yo no he tenido que ir a trabajar los dos dias anteriores, se podria decir que estoy mas descansada, pero resulta que No...porque a mi madre ya la corria prisa arreglar el cuarto de baño del piso en el que yo vivo y para mi está perfectamente como está y resulta que estoy estressada y de mala leche porque la proxima semana no voy a poder quedarme entera en mi piso por culpa de las obras y me voy a tener que ir a vivir con mis padres y hermana al suyo con la correspondiente perdida de intimidad y además no poder estar yo para controlar realmente lo que hacen y lo que tocan y...porque tengo ya que trabajar, asi que a mi me haria falta una semana adicional de vacaciones porque ni estoy disfrutando estos dias ni voy a poder estar tranquila la semana proxima. En fin, Disancor, disculpa por deshaogarme en tu blog pero es que estar deseando el puente largo para luego pasarmele agobiada, preferia haber cambiado los dias de descanso.
ResponderEliminarUn Abrazo
Lo que dices es cierto, son cosas que suelen pasar de vez en cuando, pero tampoco es cuestión de quedarse en casa para que no te suceda. Hay que mirar la botella siempre medio llena, aunque algunas veces cueste.
ResponderEliminarLevanta el ánimo, lo contrario, no te lleva a ningún lugar.
Un besito Disan.
...amanecera...y volvera otro dia, tal vez mas ligero...
ResponderEliminarun abrazo
Hay períodos de descanso y de ocio, porque hay períodos de ocupación. No disfrutaríamos del ocio si fuese nuestro estado permanente.
ResponderEliminarBesos
Tienes toda la razón todo lo todo lo obligado no se disfruta, por norma nos revelamos contra las imposiciones. No te preocupes por la errata del título, se entendía de sobra...
ResponderEliminarBesitos.
Las vacaciones siempre son esperadas, Claro que, si no hay trabajo o dinero ¿para qué tanto ocio?
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde mi orilla.
yo me he quedado en Madrid esta Semana Santa y he descansado más que nunca. Es cierto que viajar está muy bien, a mí me encanta pero cuando lo hago llego más cansado que cuando me fuí.
ResponderEliminarSupongo que la distancia, las horas perdidas en el coche, el tráfico,las colas...etc merecen la pena cuando puedes disfrutar de un bonito paseo por la playa, un atardecer o un día de campo.
Un abrazo
UT
Como siempre, siento no poder contestar uno por uno vuestros comentarios. He pasado unos días fuera y eso ha roto mi ritmo de trabajo.
ResponderEliminarDeseo hayáis pasado descansado y felices las pasadas fiestas de Semana Santa. Los días han sido muy lluviosos. Lástima que los humanos no podamos controlar el tiempo.
Un abrazo y feliz semana
Lo importante es romper la monotonía, un simple cambio, nos hace felices.
ResponderEliminarNadie nos obliga a viajar, lo hacemos porque queremos, sin embargo, ir a trabajar es obligado, para lo cual es obligado levantarse, llegar y salir del trabajo a una determinada hora.
¡Qué gusto el día que no suena el despertador a la hora obligada!
Un abrazo.