lunes, 11 de abril de 2011

SUSTO EN LA CARRETERA

Noche oscura en una carretera solitaria. Caminaba deprisa a aquella hora de la madrugada, observado sólo por las estrellas. De tarde en tarde pasaba un coche, dándole vida a las sombras de las cosas que permanecían quietas a un lado y a otro de la carretera. Esas luces también daban luz a mi cara proyectando mi silueta sobre la pantalla negra de la noche. Y bien, por dirección contraria, o bien, por temor o prisa, ningún coche paró para aliviar mi cansancio. No paraba ni para tomar un respiro, caminaba cargado con mi mochila llena de cámaras y objetivos fotográficos, y en la mano derecha, una cámara sujeta a un flash grande y potente.

Sentí el ruido de un coche a mi espalda, vi la luz y oí como paraba. Respiré con alivio pensando que, al fin, pronto llegaría a casa. Pero se me encogió el corazón cuando me dí la vuelta y vi cuatro jóvenes que avanzaban gritando y profiriendo insultos y amenazas hacía mí. Pude entender, por las voces que daban, que la cuestión era política, por unas fotos que había hecho yo y no le habían gustado a su partido. Me encontré indefenso frente a aquellos energúmenos. Y como ya me había visto en otra situación parecida y me defendí con los fogonazos del flash, le dí al interruptor y esperé que se acercaran, y cuando ya los tuve bastante cerca, empecé a dispararles el flash a la cara, y acto seguido, salí de la carretera y corrí campo a través. Cuando ellos se recuperaron de los fogonazos, yo ya estaba bien escondido. Se ve que los fogonazos, además de deslumbrarlos los había desorientado bastante. Pero, por si acaso, llegué a casa caminando por el campo, sin volver a entrar en la carretera.

Aunque desagradable, para mí no eran nada más que gajes del oficio, y las muchas horas haciendo auto stop en las carreteras. No obstante, nunca me ocurrió nada grave, a pesar que aquellos años de cambios y asientos políticos, eran peligroso para hacer fotos. Parecía como si el fotógrafo siempre fuese con segundas intenciones. Un elemento muy poco de fiar. Sin embargo, en lo que a mí respecta, mis cámaras podían presumir de imparcialidad y neutralidad con las ideas de los demás. Verdad, objetividad y respeto.

Entonces, también, había muchos exaltados, unos de ideas de familia, otros de ideas nuevas.

30 comentarios:

  1. Qué bonito que la misma cámara que podría haber sido culpable de una paliza te salvase de ella...
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Ufffff!!! Benditos flashes y bendita suerte la tuya. Energúmenos siempre los habrá, lo que hay que hacer es no darles poder.

    Un besito Disan.

    ResponderEliminar
  3. Bellos recuerdos, Diego... pasados a la historia para quedar solamente como anécdota.
    Es lamentable que el periodismo imparcial hoy apenas exista. En la mayoría de los casos, el propio periódico está adscrito a una ideología.
    Un abrazo.
    Miguel-A.

    ResponderEliminar
  4. Disancor, tuviste mucha suerte.
    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Totalmente de acuerdo con Miguel A Cibrian, hoy dia el periodismo está mediatizado politicamente como casi todo, salvo excepciones claro; yo conozco un Amigo Periodista que trabaja para medios alternativos y estoy segura que es tan imparcial y objetivo como lo eres tú, y no digamos Buena Persona que eso ya por Supuesto, como también se te ve a tí que lo eres. Me Alegra enormemente que los Fogonazos de tu camara te pudieran salvar de esos energumenos.
    Abrazos Amigo Disancor

    ResponderEliminar
  6. Parece que ese era tu día de suerte. Energúmenos habrá siempre porque los humanos parece que no aprendemos.
    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Me pasa eso y aún estoy corriendo. Qué susto!!!! Menos mal que supiste reaccionar a tiempo y esos flashes ayudaron y mucho.
    Me encantó leerte.

    Un beso

    ResponderEliminar
  8. Cuantos sobresaltos en la vida. Hay una palabra que me ha hecho reír: objetividad, por tu buen uso del objetivo, ja, ja.
    Ya más en serio, son muchos los fotógrafos y reporteros perseguidos porque lo que hagamos o digamos no siempre gustará a todos.
    un abrazo disancor.

    ResponderEliminar
  9. La verdad es que la intolerancia lleva a la gente a sacar lo peor de uno mismo, pero tuviste suete, es lo que importa, aunque lo otro tampoco hay que olvidarlo, por que hoy en día en otras formas y con otras excusas sigue existiendo.


    Un besazo.

    ResponderEliminar
  10. El fogonazo de un flash en la oscuridad de la noche deslumbra y desconcierta por inesperado, y se tarda un poco en recuperar la visión por completo.
    ariamsita, un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Las personas adoctrinadas, en cuanto se juntan unos cuantos con la misma idea, tienen cimportamientos muy violentos, aunque de uno en uno sean buenas personas.
    ion-laos, un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Son anécdotas que ya en la distancia del tiempo gusta recordar.
    Nunca podemos ser imparciales del todo porque somos humanos. Los sentimientos condicionan nuestro comportamiento, sin embargo, hemos de procurar ser lo más justo que se pueda.
    Miguel A., un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Sí, es verdad, aquella no fue mi noche mala, aunque la situación fue comprometida, afortunadamente con buena salida.
    Antorelo, un saludo.

    ResponderEliminar
  14. Donde más se ve la parcialidad de los medios de comunicación es en las tertulias de televisión, atacan en madada una idea y con el mismo ardor defienden la contraria. Y el caso que no les importa que se note mucho que son borregos de la misma manada.
    mariaje 15, un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Son energúmenos que se dejan programas con las ideas de los jefes de turno. Y no por viejos o por jóvenes, a la masa es fácil fanatizarla, y todavía, mejor a un grupo.
    la reina del mambo, un beso.

    ResponderEliminar
  16. Creo que reaccioné tan rápidamente porque ya en otra ocasión me vi en una situación parecida e inconscientemente recordé cual fue la salida.
    Pricesa 115, un beso.

    ResponderEliminar
  17. Eran tiempos complicados para un reportero gráfico, aunque nadie se fiaba de nosotros, sin embargo, eran los partidos políticos y la policía los que nos tenían una especie de fobia.
    Loli Salvador, un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. A pesar del riesgo,a mi me gustaba mucho mi trabajo, y acabé disfrutando con las broncas y el peligro. Todos los trabajos tienen sus inconvenientes.
    ODRY,un beso.

    ResponderEliminar
  19. Uffffffffffff, menuda la que te pudieron liar. Afortunadamente tuviste buenos reflejos. Bueno no hay trabajos sin riesgos, solo que unos trabajos tiene más posivilidades de partirle la cara a uno, que otros.
    La política y el futbol son dos temas muy peliagudos.
    Saludos y un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  20. Bueno, del fútbol, han tenido que sacarme alguna vez escoltado. Pero, a pesar de todo, no he tenido nunca mala suerte. Pequeñas escaramuzas, y en alguna ocasión me han velado o quitado los carretes.
    isa, un abrazo.

    ResponderEliminar
  21. Tuviste mucha suerte pero cuando hacemos lo nuestro...que mas no?

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  22. ¡Muy ingenioso lo del flash!

    Vaya tipos con los que topaste. Con una gran "facilidad de palabra" para "convencer" de sus "ideas".

    Besos

    ResponderEliminar
  23. Vaya! que miedo debiste pasar pero supiste reaccionar rápido. Un trabajo difícil para aquella época.

    Un abrazo

    UT

    ResponderEliminar
  24. Te salvaste raspando. Las ideas politicas de algunas personas, los exaltan, no aceptan nada que no sea conveniente para ellos. Hoy no hemos cambiado. Las ciudades cambian, crecen se embellecen, los hombres, no.

    mariarosa

    ResponderEliminar
  25. Hay trabajos que no se corresponde el beneficio con el riesgo, pero vale la pena si a uno le gusta, y a mi me gustaba.
    Menta, un brazo.

    ResponderEliminar
  26. En caso de necesidad, para defenderse, se las ingenia uno con cualquier cosa. Además, aquella noche mis atacantes se dieron muy pronto por vencidos.
    María, un beso.

    ResponderEliminar
  27. Más que miedo, son situaciones que, por inesperadas, desconciertan mucho. Siempre he sido muy confiado, no me asusta la noche, y, además, aquella noche no esperaba ningún contratiempo
    Ut, un abrazo.

    ResponderEliminar
  28. Con que aquellos elemento no se hubieran dado tan pronto por vencidos, mi suerte hubiera sido otra muy distinta.
    mariarosa, un beso.

    ResponderEliminar
  29. Cuantas anécdotas te habrá dado tu profesión.
    Un abrazo de Mos desde mi orilla.

    ResponderEliminar
  30. La vejez esta llena de recuerdos, unas historias son para contar, y otras para olvidar, aunque todas fuesen vividas, Lo mejor de mi trabajo es que no había muchos días iguales.
    Mos, un abrazo.

    ResponderEliminar