Quizás porque la gente tenía menos cosas con las entretenerse o que tuviera un sentido del humor más cercano, que el día de los Santos Inocentes pasaba menos desapercibido que ahora. Entonces, a cuenta del día, se gastaban muchas bromas de las más simples a las más jocosas y sencillas. Y abusando de la amistad y el parentesco se colocaban monigotes recortados de papel en las espaldas de las victimas elegidas, se pedía dinero prestado para dar un susto, se difundían rumores y noticias de lo más pintorescas. Y todo era de boca a boca y de lo más casero.
Ahora, sin embargo, parece que la exclusiva de las inocentadas las tienen los medios informativos, que están en las mejores condiciones de fabricar y difundir noticias falsas para gastar bromas. Y como hoy es posible creer cualquier cosa, desde lo más raro a lo más estrambótico, pues, ni siquiera nos molestamos en pensar si lo que nos dicen es verdad o mentira. Porque, en el fondo, nos parece lo mismo que vienen contando todo el año.
El inconveniente que tiene esta forma de dar inocentadas es que hay que estar pendiente de la prensa y de todo aquello que da noticias escritas, con voz o con imágenes. Cuando yo era niño, ya hace muchos años, la broma nacía en la calle y por la calle rodaba. Claro que tampoco había otra forma de difundirla.
Esperemos del ingenio y de la técnica, que este año encuentren bastante material para confeccionar buenas inocentadas. Todo menos que la risa y la sonrisa se queden a medias, y además, que sean digestivas.
Hola Disancor, Felices Fiestas y un Próspero Año Nuevo.
ResponderEliminarGraciasssssssssss por recordarme lo de lo Santos Inocente, tendré cuidado.
Saludos y un fuerte abrazo desde la Sierra de San Vicente
Es cierto todo lo que dices, yo también lo he vivido así, me lo pasaba genial y no se me pasaba el dia porque estaba pendiente para hacer alguna de mis trastadas, iba a comprar el periódico para ver cual de las noticias era la falsa, y ahora ni me entero del dia porque aunque a mi me encantaría seguir con las bromas ya la gente no las admite como antes y no hay ese aire tan genial que había no hace tanto. ¡Que fastidio!
ResponderEliminarQue tengas muy feliz año.
Besitos.
A mi siempre me la cuelan los informativos, estaré pendiente mañana a primera hora que es cuando tengo algo de tiempo, luego ya me voy a trabajar y no me entero de nada. Aunque yo ya he gastado la primera inocentada, aprovechando el correo y que sé que lo va a abrir casi mañana, he dicho que este año me toca limpiar el reloj de La Puerta del Sol, como trabajo en un edificio que es Patrimonio Histórico, he metido un rollo del catorce para hacerlo creible, jajajaja.
ResponderEliminarBesos Disan.
Es bueno acordarse de los Santos Inocentes para evitar que nos cuelen alguna noticia rara, de esas a lo que tanto se han aficionado los medios informativos. Me gustaba más la broma del monigote de papel.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
La gente tiene menos aguante ahora, además las bromas no son tan cercanas como antes, están limitadas, casi, a los medios informativos, y tenemos que estar muy al corriente de las noticias para cazar la inocentada.
ResponderEliminarcampoazul, un beso.
Bueno, siempre que no hayas dicho que el reloj de la Puerta del Sol se lo compraron a los chinos el año pasado, cualquier cosa que digas será creíble. Antes la gente sólo gestaba bromas caseras, inocentadas de lo más inocentes.
ResponderEliminarion-laos, un abrazo.
LO de las inocentadas está bien. En casa siempre intentamos colar alguna a los amigos y algún familiar. También estamos atentos a los informativos para ver si este año sacamos la noticia falsa de turno.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde mi orilla navideña.
Hay que reconocer que en las noticias dan de cuando en cundo alguna ingeniosa inocentada, pero si no estamos atento nos pasan desapercibidas. Yo creo que van en franco retroceso.
ResponderEliminarMos, un abrazo.