ME CUESTA ENTENDER DE PINTURA

Entre mis aficiones están la pintura y la fotografía. Soy un enamorado de la luz, el color y las formas. Y, sin embargo, a pesar de haber dedicado casi toda una vida a esas formas de arte, no he aprendido nada. Para animarme me digo que el arte lo comprende sólo unos cuantos genios, y yo no estoy entre ellos. Y, además, confieso mi falta de sensibilidad para entender espíritus tan selectos. En un lienzo no veo otra cosa que la mano del artista, el oficio y la técnica para expresar su talento. Pero eso sí que se vea el talento, y que no me vengan con genialidades que el autor se empeña en explicar, sin que las entienda nadie, porque, tal vez sea una forma de ocultar el talento que no tiene. Y, no obstante, si ya lo han consagrado genio, estará siempre rodeado de admiradores que aplaudirán las burradas que diga o que haga. Y su público no entenderá nada, pero hará fantásticas interpretaciones de unas líneas, de unos pegotes de pintura o unas moscas muertas de risa pegadas en el lienzo. Y uno se pregunta cómo hay gente que haga una buena interpretación de semejante chapuza. Quizás será que un genio empieza a hacerse a medidas que la gente empieza a necesitar una explicación de lo ha creando ya en ese momento de enmarañamiento mental. Y no es fácil reconocer que uno no entiende nada de lo que esta viendo.

Me he referido sólo a la pintura porque quien tiene tiempo, pinta cuadros preciosos de cualquier cosa, y los que se sienten más artistas, pintan cosas raras, de esas que da igual que se cuelguen en la pared para arriba o para abajo, aunque, la verdad, como mejor quedan, es colgándolas al revés.

Me he hecho viejo preguntándole a las fotografías que me contasen cosas, casi he llegado a entender el lenguaje. Pero, con mucho pesar, he de admitir que del arte pictórico no he aprendido nada.