Aquellos
niños y jóvenes de décadas pasadas
tomaban por piscina el canal del
Zújar en su recorrido
por las inmediaciones de Don Benito- Y nadaban sin haber asistido nunca
a cursos de natación. Me pregunto si
salían del agua haciendo equilibrios por
la manguera que muestra la escena, No sabemos. Lo
que si es cierto que eran unos chicos o con muchas ganas de bañarse o muy temerarios.
Las fotos de las obras públicas suelen dar muy buenas perspectivas.
ResponderEliminarYo también hice eso en alguna ocasión. Ahora, si veo a alguno de mis hijos haciendo lo mismo, de semejante azotaina le quito las ganas de bañarse hasta la eternidad.
Un saludo muy cordial, D. Diego.
Tienen la audacia de de sus cortos años, es seguro que hoy no se lo permitirían a sus hijos.
ResponderEliminarBello recuerdo.
mariarosa
ResponderEliminarHoy los jóvenes no tienen necesidad de bañarse en sitios tan raros, ni aprender a nadar exponiéndose al peligro de ahogarse en algún descuido. Yo aprendí a nadar en una noria, de esas que sacaban el agua con un burro dando vuelta enganchado en el palo de los cajillones. Tiempos duros.
El villano en su rincón, un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad que aquellos niños no eran conscientes del peligro que corrían bañándose en semejante sitio. Pero ahí se les veía tan contentos y felices, además, presumir de la hazaña.
María Rosa, un abrazo.