ESCUELAS NACIONALES
Hemos
de maginar que no era fácil enseñar ni aprender en aquellas viejas escuelas
nacionales. Heroicos y sufridores Maestros dando clases a niños amontonados en
destartaladas e incomodas aulas. Respetos y admiración para los maestros y
alumnos de nuestros recuerdos. Fotos de los 70.
Ya vemos que había muchos alumnos para las dimensiones del aula. Da la impresión de que hay alumnos que no verían ni el encerado. Saludos.
ResponderEliminarAunque recuerdo con cariño algunos maestros que tuve, eran los tiempos de la letra con sangre entra y quien bien te quiere te hará llorar. Ahora, quizás, nos hemos pasado al otro extremo.
ResponderEliminarEl maestro estaba miseramente retribuido, basaba su trabajo en la autoridad personal y el respeto que los alumnos le debía y por el que jamás cuestonaban sus decisiones. Ser maestro era una vocación. Se les consideraba partes de las "fuerzas vivas" locales, junto con el cura, el farmacceutico y el médico.
Saludos.
Me acuerdo de los pupitres,de las sillas incomodas,de los
ResponderEliminartinteros vacios,etc.etc.
Por la forma del interior,parecen las que habian en la calle del Rabanero.
Diego,un abrazo.
Yo no fui mucho a la Escuela, pero recuerdo que tuve un maestro que para mantener con decoro a su familia, además de enseñar, era represente de embutidos.
ResponderEliminarAnónimo, un saludo.
Lo que digo en el texto no es una exageración, pues en las fotos se ve como estaban prácticamente amontonados en las clases.
ResponderEliminarPero, un saludo.
En aquellas viejas Escuelas Nacionales todo era incómodo, en casas viejas o en algún destartalado doblado. No era fácil enseñar o aprender.
ResponderEliminarPeter, un abrazo.
Hola Disancor. Jooooooooooo, si que estaban apiñados. Ni un milímetro de la mesa de la maestra a la mesa de los alumnos.
ResponderEliminarMuy buena la toma.
Abrazos fuertessssssssssssssssss