…y comenzó el desembarco con todos los tintes de una gran aventura. Partiendo muchas barcazas de la playa hacía el destructor fondeado a alguna distancia de tierra. Iban remando nativos de no sabíamos donde. Parecían, al principio, piratas dispuestos para el abordaje. Sin embargo, vimos que eran amigos, o por lo menos, eso decían, y nos fueron trasladando del barco hasta cerca de la playa, y de ahí hasta la arena, con el agua hasta el pecho y el fúsil en alto. Lo mismito que habíamos visto en muchas películas, con la diferencia que aquí éramos protagonistas, aunque desconocedores del lugar donde habíamos puesto los pies.
Todos ayudamos al desembarco de material de guerra y alimentos. Y en la relación que empezamos con los nativos, nos enteramos que eran moros y que habíamos llegado a Sidi Ifni. Para nosotros un lugar desconocido, aunque algo habíamos oído en el cuartel de una guerra o un conflicto. Sin embargo, a primera vista parecía un sitio tranquilo. Tranquilo y peligroso a un tiempo, y la confirmación la tuvimos días después con algunos muertos, señal inequívoca que la aventura había comenzado con final incierto.
Vaya Disancor! me dejas de piedra.... es super interesante lo que cuentas... pero tienes que continuar escribiendo y contan todo lo que ocurrio, aunque posiblemente para ti no sea fácil recordarlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Ut
Muy interesante. De las guerras me quedo con su paz, y de tu escrito de principio a fin.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Un placer leer lo que escribes ;)
ResponderEliminarQue miedo eso de ir a un sitio que no sabes qué te encontrarás, sobre todo cuando días después confirmais por los muertos que es un sitio peligroso.
ResponderEliminarEstoy con Ut, si no es desagradable para ti recordarlo, estaría bien que nos siguieras narrando tus experiencias.
Un beso grande de sábado
Precisamente, no es la parte más agradable de mi pasado, además parece censurado para los que estuvimos en el lío. Sin embargo, es enevitable recordar algunos episodios, pero sin entrar en detalles, por otra parte, imposible después de tantos años.
ResponderEliminarUt, un abrazo.
Yo también me quedo con la paz. Me declaro pacifista, y gritaré siempre: !SI AL AMOR, NO A LA GUERRA! La violencia me desagrada, venga de donde venga.
ResponderEliminarEmilio, un abrazo.
Como ves, no soy un fenómeno escribiendo, y por eso me alegro que te guste, por lo menos, los temas, y procurando escribir a diario, aunque con algunas dificultades.
ResponderEliminarJ-M,un saludo.
Recuerdo el desembarco como lo peor de una pesadilla. Por mis 16 años, por el miedo a lo desconocido, por tener que comportarme como un hombre cuando sólo era nn niño. En mi quedaron huellas tan profundas, que sin querer se me escapa algún episodio.
ResponderEliminar¿Te imaginas un soldado pequeñito y sin barba, armado hasta los dientes? Pues, esa era mi estampa.
silver, pues un beso con sabor a domingo.
Quisiera un mundo, donde las "guerras" no existieran.., y algo q parece un sueño,
ResponderEliminarsolo depende de nosotr@s mism@s..
Bss!
Male.
Mi sueños es también un mundo en paz. Siempre repetiré eso de !haz el amor y no la guerra"
ResponderEliminarMalena, un abrazo de paz y armonía.