jueves, 29 de julio de 2010

SOLDADO ANALFABETO



Lamento muy sinceramente los días de retraso en incorporarme al blog. Pido disculpas a todos. Y con un saludo, empiezo:


Con un torpe movimiento extendió la mano y tomó la carta que le entregaba el cartero y con precipitación la dobló y se la guardó en el bolsillo del pantalón. Se alejó del grupo de compañeros. Cuando creyó que nadie le veía, metió la mano en el bolsillo y sacó la carta. Sentado a la sombra de un árbol comenzó a darle vueltas al sobre mirándolo atentamente, pasando despacio los dedos por la tinta de las señas y del remite, como queriendo que los dedos le dijesen su precedencia. Lo subía a la altura de los ojos, tal vez, queriendo ver lo que había dentro, sin atreverse a abrirla para desvelar el misterio. En su cabeza bullían toda clase de pensamientos, que saltaban entre su madre y su novia, las dos mujeres más importantes de su vida. Le dolían los ojos de tanto mirar el sobre, y le quemaban los dedos de tanto pasarlos por la tinta. Y sintió como empezaba a embargarle una desesperada angustia, una infinita tristeza. Era la impotencia de quien mira la belleza y no puede verla, de quien adivina la música y no puede oírla. Antes de sentirse vencido y avergonzado por el llanto, se guardo la carta con rabia y se alejó de la sombra del árbol.


Una semana tuvo la carta en el bolsillo, de tanto tenerla entre las manos hasta la dirección se había borrado un poco, pero todavía se veía bien. Se le cayó al suelo, la recogió un soldado compañero, que miró el nombre de la dirección y se la entregó diciendo: “Toma, Manolo”. El contestó algo desconcertado: “Yo no soy Manolo” Se encendió una lucecita en su cabeza comprendiendo que la carta no era para él. Sintió alegría, pero el sufrimiento de toda la semana lo tenía merecido por desconfiado, por acomplejado y por creer que el ser analfabeto no le iba a traer problemas.

Estas historias eran muy frecuentes en los cuarteles, y en la vida. El analfabetismo era otra de las cosas que distinguían a los pobres de los ricos, aunque, en escasas medidas, también había instruidos y burros en las dos clases.

22 comentarios:

  1. Qué alegría tenerte por aquí, amigo querido.

    Bienvenido !!!

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  2. Un relato tan real hace años... por fortuna poco a poco ha ido desapareciendo con la enseña pública gratuita.
    Que bueno que has vuelto.
    Saludos

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  3. Disancor que bueno que has vuelto, espero que hayas disfrutado los dias de ausencia, y gracias por pasarte por mi blog en cuento llegas. Una tristeza el caso de este soldado, lo cierto es que para muchas personas analfabetas no saber leer les supone una verguenza, y lo cierto tambien es que muchos de los que tienen menos conocimientos terminan en el Ejército y en la Polícía, y las Fuerzas de Seguridad del Estado sobre todo el Ejercito se nutren de la gente con menos recursos y de inmigrantes porque dentro de los que más recursos y conocimientos tienen no encontrarían suficiente personal para acudir a sus guerras y conflictos como Libano e Irak. Yo creo que una persona medianamente inteligente se negaría a pertenecer al Ejercito y a la Policia para ser utilizados más que nada para reprimir a los ciudadanos de "a pie" y para matar civiles como en Irak y Afganistán...yo le diría al Gobierno y a la Ministra de Defensa en particular que fueran ellos a las Guerras y que salieran ellos directamente a las calles a enfrentarse con los ciudadanos, seguro que no tendrian agallas ninguno de ellos.
    Bienvenido y un Abrazo

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  4. ¡¡Pobre hombre!! Por lo menos la carta no era para él..., esa vez. Pero un día sería y la angustia volvería.
    Tenía que ser muy triste estar en esta situación y no ser capaz de pedir ayuda, menos mal que aunque lentamente ese gran problema fue desapareciendo.
    Espero hayas disfrutado y bienvenido.

    Besos.

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  5. Pobre soldado... hoy es ya difícil de que pase en nuestro país... pero debería ser difícil en cualquier lugar del mundo.

    Un abrazo en el reencuentro amigo.

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  6. Supongo que antes, hace años era lo normal, la gente no podía estudiar ya que tenían que dedicarse a trabajar desde muy temprana edad. Menos mal que esto ha cambiado!

    Un saludo

    UT

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  7. Buenas.
    Que alegria tenerte de nuevo por aqui, espero hayas disfrutado de estos dias.
    El analfabetismo no es cosa de la posguerra, aun hay mucha gente analfabeta completa, es decir no saben leer ni escribir.
    Eso sucede entre la poblacion marginal, pero exite a dia de hoy.
    Y luego estan los analfabetos funcionales, que saben poner su nombre y poco mas, y cuando leen no acaban de entender lo que estan leyendo, de esos hoy en dia hay muchismos!
    Tambien hay quien presume de haber leido "Un solo libro, y por obligacion", esa persona aun no ha cumplido los 35...
    Es una pena, pero existen mas de los que parece!
    Eso no interesa que se sepa, no es politicamente correcto decirlo...
    Besos
    Rosa

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  8. Tambiém es una alegría para mí encontrarte a mi regreso. En esta ocasión no he faltado por vacaciones, ha sido por una de esas obligaciones que se dejan para el verano. Todavía me queda algo más que hacer.
    Amelia, un abrazo-

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  9. Bueno, quedan analfabetos, pero, me gustaría pensar que´sólo entre las personas mayores. El sistema educativo se esfuerza en que los jóovenes aprendan.
    Eurice, saludos.

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  10. Cuando yo estuve en el ejército había muchos soldados analfabetos, algunos aprendieron lo más elemental, para defenderse leyendo y escribiendo las cartas de la famlia, otros tenían que valerse de los compañeros, con lo que se rompía la intimidad y el secreto.
    mariaje 15, un abrazo.

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  11. Yo también lo pienso, tiene que ser terrible tener una carta y no poder leerla,y la verguenza de pedir que te la lean. Es una situción muy violenta. Afortunadamente, el analfabetismo casi ha desaparecido.
    campoazul, un beso.

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  12. En la mili se notaba mucho si no se sabía leer y escribir, por la necesidad de comunicarse con la familia. La mili se hacía más llevadera con las cartas, sobre todo, a las madres y a las novias.
    Emilio, un abrazo-

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  13. ¡¡Un aplauso!!

    Que buen relato. Una historia que esparte de la vida.
    Hace un tiempo en el correo se me ecercó un joven de unos veinte años, me pidió si le podía escribir una carta, él no sabía hacerlo. Era un muchacho que había llegado hacía poco tiempo del interior y se sentía perdido al no saber leer ni el nombre de las calles.
    Como vez, no han cambiado mucho las cosas en algunos lugares y eso que de america latina dicen que argentina es el país más instruido.
    Un beso.

    mariarosa

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  14. Sí, se empezaba a trabajar desde niño, porque era más importante comer que aprender. Eran tiempos muy duros.
    Ut, un abrazo.

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  15. Aunque sean analfabetos funcinales, por lo menos, pueden defenderse. Lo que tiene que ser muy triste es no saber nada, y sí, puede que queden más personas de lo que pensamos. Y leer, la gente son alérgica a los libros.
    Luna, un abrazo.

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  16. ¡Qué gran humanidad subyace bajo este post!
    Como hija "de", nieta "de" y bisnieta, hermana sobrina y yo misma por desgracia podría contar infinidad de historias similares.

    En mi familia eran todos más o menos letrados, pero ¡cuántas veces mi abuelo contaba sus tribulaciones!; para "traducir" una frase hiriente, un abandono, una desgracia...

    Me has hecho recordarlo. Falleció en el 2007.

    Mil gracias niño. De corazón.

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  17. Para las personas que no saben leer ni escribir tiene que ser todo un drama pedir que le lean algo o que le escriban una carta. Afortunadamente, es una situación que se va superando, aunque queda camino por andar.
    mariarosa, un beso.

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  18. Sí, es cierto, tú abuelo tenía razón, a las personas poco instruidas siempre se las trataba con desprecio, y eso que en la mayoria de los casos ellos no eran responsables de su falta de preparación.
    Fiebre, un beso.

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  19. Hola Disancor, me alegro de tu vuelta.
    Ahora estoy yo de vacaciones, pero me he venido con el portatil, solo tengo 30 euritos de recarga :-) hasta que duren.
    Los complejos y la verguenza no son buenos amigos. El pobre hombre pasó una semana mal por no pedir ayuda.
    Yo creo que en esta vida nada nos ha de acomplejar ni avergonzar. Tan solo el ser criminales, y robarle a los pobres.Lo demás son menudencia que podemos ir saliendo de ellas con ganas y tesón.
    Saludos y un abrazo desde la Sierra de San Vicente.

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  20. Pues, deseo que pases buenas vacaciones en la Toledana Sierra de San Vicente. Esperamos fotos en tú blog.
    La situación de un analfabeto era triste y violenta cuando tenía que pedir que le leyeran hasta el nombre de una calle.
    isa, un abrazo-

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  21. Q belleza de texto, mi queridísimo amigo.. Son historias, "gotas de vida" anónimas.. tan entrañables..
    He llorado leyéndola.., pero han sido lágrimas dulces..
    Como ya te dije en una ocasión, eres mi "Pío Baroja" particular..

    Te quiero mucho,

    Tu amiga ahora y siempre,

    Male.

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  22. Afortunadamnte, son historias tristes de otros tiempos, y que muchas de ellas las conocemos sólo los viejos. Los que las vivimos.
    Malena, un beso enorme.

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