Foto de los 70. No es que la cerveza estuviera al alcance de
todos los bolsillos, pero alguna vez se hacía una excepción. En las tabernas
solían tomarse chatos de vino en la barra y botellas de medio litro o un cuarto
en las mesas esparcidas por el local, y en las que, además de beber, se podía
jugar una partida de cartas. Una forma barata de consumir el tiempo, compartir
y charlar con los amigos. Es una pena que estas cosas vayan desapareciendo
hasta en los pueblos, y la gente beba a solas, y casi a escondida, que es la
forma más triste de emborracharse. Otros tiempos, otras costumbres. Ni mejores
ni peores, sólo diferentes.
ME HA GUSTADO LEERTE.
ResponderEliminarFELIZ FINDE, UN SALUDO
La vida cambia, según cambiamos nosotros.
ResponderEliminarMuy buen fin de semana.
mariarosa
El gran "Calañé", buen tabernero y mejor persona, que buenos pestorejitos me tengo comidos en su taberna, un sitio entrañable y punto de encuentro y reunión de tantos y tantos momentos que siempre llevaré grabados en mi memoria y en mi corazón- Gracias Diego, por recuperarnos de la memoria esa época anclada para siempre en nosotros.
ResponderEliminarLa taberna del "Calañe" buenos vasitos y conversaciones ha habido en el lugar, eso casi se ha acabado, somos mas independientes en ese aspecto y nos perdemos la tertulia que era lo bueno. Un saludo y buen fin de semana
ResponderEliminarEncantado con tu visita, y además por doble motivo, si te ha gustado lo que has encontrado en CACHOS DE VIDA. Gracias.
ResponderEliminarMaruja, un saludo cordial.
Imagino que en todas partes cambian las cosas, si no de la misma manera y a la misma velocidad, sí muy parecida. Quizás aquellas viejas tabernas sean cosas del pasado más nostálgico.
ResponderEliminarMaría Rosa Giovanazzi, un beso.
ResponderEliminarPor aquellos tiempos empezaron a servirse en algunas tabernas tapas de lucio adobado. Aquello no duró mucho. Creo que los mejores, en esa especialidad, fueron Bar Lucio en la calle Luna y el Calañé. Por malos que fuesen los tiempos, recordar siempre es agradable.
Nieto Sosa, un saludo.
ResponderEliminarEntonces se bebían vasos de vino con los amigos apoyado en la barra de una taberna, entre bromas y conversaciones interminables. Ahora no se toma vino ni se tienen tantos amigos con los que charlar y compartir alegrías y preocupaciones. Y...hermoso recuerdo aquel cartel que decía: “SE PROHIBE EL CANTE, AUN HACIÉNDOLO BIEN”
Antonio, un abrazo.
El amigo Joaquín Aspa. Hace siglos que no se nada de él. De hecho no sé si ha muerto. Sí, el "calañé" fue un figura, pero que me dices de su hijo "El cala".
ResponderEliminarSaludos.