En una calle
tranquila, un coche rebelde y un guardia haciendo que se cumpla el reglamento
de tráfico. Solo el vehículo rompe la normalidad y la armonía en el recuerdo de
esta escena de hace cuarenta años. Para la historia, quedó esta foto dando fe
de la existencia del momento. Realidad ayer, nostalgia hoy.
En aquella época, los guardias tomaban los datos sobre la cédula de identificación fiscal del automóvil.
ResponderEliminarUn saludo.
Menuda gracia le haría al dueño, claro que él se lo buscó, pero para gracia la que les hace a esa gente que no deja de mirar.
ResponderEliminarBesos mil Disan.
¿En esta calle estaba prohibido aparcar?, Qué tranquilidad poder pasear por las calles sin coches....
ResponderEliminarNo sé como rellenaban el boletín de multas en aquellos tiempos, pero el trabajo no era mucho porque los coches eran escasos y los prohibiciones para aparcar más bien pocas. Hoy si es negocio eso de las multas.
ResponderEliminarJuan Conejo López, un abrazo.
Bueno, la falta cometida no era grave y la cuantía de las multas no era mucha. Nada comparable con la ruina que hoy se te viene encima si cometes una falta con el coche, y a pesar de todo, los vehículos lo invaden todo.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
La verdad que la imagen da una agradable sensación de tranquilidad, pero el coche y el guardia quedan bien en la escena, porque en ellos se ve el orden y el progreso de un pueblo con aspiraciones de ciudad moderna.
ResponderEliminarPedro, un saludo.
Hola Disancor, muy buena la toma. Seguro le recetaron penicilina para que aparcara bien otro día. No eran tiempos de soltar perrillas porque no las había. Seguro que cabreó cuando vio la multa.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo fuerteeeeeeeeeeeeeeee
En aquellos tiempos los conductores todavía no estaban acostumbrados a que les pusiesen muchas multas, ni siquiera a los guardias se les veía prácticas poniéndolas. Hoy sí es una buena fuente de ingresos.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
Lo que mas me llena de curiosidad es el niño que vemos detrás del guardia, con la cartera de piel como si fuera un ejecutivo de ahora. Buena foto.
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