Un invitado muy
especial vigila como se asa la carne. Por el interés con que sigue el proceso,
seguro que espera una recompensa. O un descuido para pillar una presa. Nunca
sabremos que piensa un gato en ese momento. Cualquier cosa, menos interés por
aprender cocina. A ellos lo que más les gusta es ser clientes de cocineros. Y
olvidarse de esa tontería de incluir ratones en su dieta. También para ellos
han cambiado los tiempos. Con el cambio, suerte que han tenido los ratones.
Hasta los gatos han cambiado, Diego!
ResponderEliminarI.R.M
¡Basta de higado! dijeron los gatos y ahora su comida especial viene enlatada, ensobrada, de diferentes formas y con dieta especial por edad y tamaño. ¿Les gustará el cambio?
ResponderEliminarmariarosa
De siempre se ha dicho en nuestra comarca aquéllo de tener menos vergüenza que un gato en una matanza. Admirable la perspicacia del fotógrafo para plasmar ese concepto en una imagen. Mi enhorabuena, D. Diego, y buen fin de semana.
ResponderEliminarSeguro que el instinto le dice al gato que va a "sacar tajada". Saludos.
ResponderEliminarTengo problemas con el ordenador y en la Red, y no estoy seguro que mañana pueda acceder a CACHOS DE VIDA. Por si acaso, os deseo un feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
En el momento en que se descuide el cocinero, pasará al ataque. Buen fin de semana. Un abrazo
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