martes, 9 de marzo de 2010
EL SIN TECHO
Plegarias al cielo, piropos a la luna. Lágrimas de esas nubes negras, que pasan corriendo, al tiempo que escupen como niños traviesos. Y en la noche negra miles de ojos vigilan desde el firmamento. El frío se hace más frío con el aliento del viento. La ciudad brilla como un espejo, un espejo mojado. A la luz de las farolas se ven caer perlitas blancas, como si la oscuridad se estuviera rompiendo. A lo lejos suena el motor de un coche, pasa mojando las aceras, y un bulto tirado en una puerta. Un bulto que se mueve entre cartones, y humanos ronquidos. Si algún transeúnte pasa, pocos a aquella hora, mira con recelo el bulto y rápido se aleja. Ve a un mendigo durmiendo, sin pensar en el ser humano, que sueña en la calle abrazado a sus problemas. Sin lágrimas que llorar, imponte ante las penas. Rechazados por la sociedad, juguetes del destino. ¿Con que soñará el humano mendigo? De que color serán sus sueños? Qué pensamientos moraran en su mente? Cual será su tragedia? Sin proyectos para mañana, todos sus bienes caben en una mochila.
Allá arriba, se asoma la luna entre nubes, orgullosa y altanera. Se le nota una sonrisa de superioridad o de pena, de sometimiento al destino o de amarga impotencia. En la puerta, suenan los cortones y emerge el hombre que dormía. Apenas es de día. Ha dejado de llover, ha aumentado el frío. La ciudad se van llenando de gente, moviéndose de prisa. Y el hombre con historia, pero sin futuro, se aleja cargado con su mochila y arrastrando los cartones que le sirvieron de cama y colchón esta última noche. Los dejará en algún contenedor. Buscará en el bolsillo una moneda, y si no la tiene, extenderá la mano a la caridad. Se tomará, en silencio y soledad, un café en un bar donde, tal vez, le tratarán de cualquier manera. Y volverá repetir el día de ayer partiendo de nada y caminando a cero. Nada tuvo ayer, nada tiene hoy, nada tendrá mañana. O quizás en otro tiempo y en otro lugar tuvo un hogar y una familia, pero ¿quién se acuerda de eso ahora?
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Muchas veces he reflexionado sobre ese tema que tambien has sabido expresar y transmitir.
ResponderEliminarTodas esas personas que viven o malviven en la calle,alguna vez tuvieron otra vida,tuvieron sueños,muchos de ellos incluso tuvieron pareja o hijos.....desde luego lo que es seguro,como narro en un bello poema Buchovsky es que todos ellos tuvieron alguna vez una madre......una madre que los queria,que los mimaba,que les ponia una tirita cuando se herian......como llegaron a convertirse en lo que son ahora?¿Como han llegado a convertirse en invisibles ante nuestros ojos?
Disancor, lo primero que debo decirte (perdón, pero me salta a la vista y como suelo mirar el aspecto literario...) es que está redactado de una manera hermosa que transmite absolutamente todo lo que decís como un espejo, creo que es lo mejor que te he leído.
ResponderEliminarPor otro lado, vamos a lo importante, el contenido: duelen esas verdades, esas incógnitas, duele esta sociedad que excluye y esas personas que sufren a escondidas, que no se ven por los ojos de quienes "·están demasiado ocupados como para detener la vista", que es como si no existieran y no hubiesen existido jamás.
Me encantó esta entrada.
Cariños!
Realmente está muy BIEN escrito. Tan bien que es como si estuvieramos en el lugar y para nada miraramos hacia otro lado, porque las palabras y el mensaje duelen.
ResponderEliminarSon muchas las personas que mal-viven en la calle. Por h o por b perdieron sus trabajos y casas, y se ven mal-viviendo en las calles.
La vida es muy cruda y no sabemos lo que nos tocará vivir. Mañana podemos ser uno de ellos.
SAludos y un abrazo
Decirte amigo que era difícil superarse pero tú lo hiciste. Me ha encantado deleitarme en cada letra que has escrito tan genialmente. Me ha gustado saborear cada sílaba, es hermosa la descriptiva. Felicidades!!
ResponderEliminarY permíteme que te cuente brevemente la historia de un mendigo que recorría las calles de mi ciudad con su carrito y un montón de perros bien alimentados. Era un cirujano que hace muchos años hizo unas pruebas médicas con su mujer, a causa de ello ésta falleció. El se volvió loco y abandonó sus bienes y riquezas, era un reconocido cirujano, para lanzarse a vivir en la calle entre cartones, como tú tan bien has descrito.
Un saco lleno de besos, amigo.
De una prosa poética fabulosa.
ResponderEliminarDe una gran belleza tus palabras, de una gran tristeza tu relato.
Esos sin techo, que todos vemos en nuestras calles y que poco hacemos por ellos.
Motivos, tantos habrá, alcohol, locura, desesperación que los lleva a abandonar todo, o los obliga...
Solución, luchar por no ser uno de ellos al menos.
Un abrazo amigo.
Agradable de leer, acabo de descubrir este blog lo primero que he leído ha sido este pedazo de texto.
ResponderEliminarEspero encontrar mas cosas asi por aquí ;)
Un saludo!
Lo he leído y releído y me ha transportado a esa calle con el mendigo durmiendo entre cartones.
ResponderEliminarEs una lástima que no hagamos nada, que miremos para otro lado, que nuestra vista se haya acostumbrado a su presencia como a la del banco de la plaza o el árbol del parque. Es una lástima que les haya tocado vivir esa situación en una sociedad como la nuestra, tan poco solidaria con los indigentes.
Como el resto de comentarios, mis felicitaciones por el texto Disancor, es sublime, magistral.
Un beso grande
Claro que tienen una historia, y bien dura. Cuando era jovencito trabajé varios años como voluntario con indigentes y aprendí mucho de ellos. Vidas destrozadas, sueños rotos, y muchos sentimientos a flor de piel.
ResponderEliminarEs una pena que hoy en día aún haya personas viviendo en la calle y nadie hace nada!!
Un abrazo
Ut
El texto es duro, narras de una manera hermosa una realidad cruda y cercana.
ResponderEliminar¿Quien no se cruzo en la vida con la mirada perdida de algún indigente? ¿con la mano tendida esperando ayuda?
Excelente post
Saludos
AMIGO SIEMPRE DESTACADO,POETA,CON IMAGENES QUE ENTRAN Y SE QUEDAN,...ME PREGUNTO:LA POBREZA TIENE RAITING EN LOS BLOGS?HE VISTO QUE LOS AMORES HERIDOS,LA SUFRIENTE ANGUSTIA DE UNA PERSONA,LLANTOS Y RISAS...PERO CUANDO,POR MI PARTE,ATACO AL SISTEMA,PUES PASAN Y NO DEJAN HUELLA EN MI BLOG,PERO SI EN POETAS,ESTA RELINDO HABLAR DE LA POBREZA,PORQUE TOTAL A MI NO ME TOCA?
ResponderEliminarTE DARIA UNA BREVE SINTESIS DE MI TRABAJO,PERO LO ENVIARE POR MAIL SI ME PERMITIS
GRACIAS POR COMENTAR
LIDIA-LA ESCRIBA
Muy bonito y emocionante lo que has escrito. Esta mañana cuando fuí a comprar el pán, un bagabundo estaba sentado en la puerta del supermercado con una preciosa perra. Una vez dentro, observé que dejó la perra atada y entró a comprar.
ResponderEliminarSalía con una barra de pan y una botella de agua y apenas tenia monedas para pagar.
Fuera, le esperaba yó, con un paquete de lonchas de jamon y una tarrina de comida para su perra.
No le pregunté por su pasado, me quedé con su sonrisa agradecida.
"Hijos de un dios menor"... El texto me pareció bellísimo, Dis...!
ResponderEliminarGracias, mi niño, por provocarnos tantas
emociones!
Bss y una :), bien grande!
Male.
(Y Mil Gracias por tus pals..., en el país
de los bosques)
Momentos_Dulces, el resto de semana...
Eso, invisibles a nuestros ojos, y sóio se hacen visibles cuando molestan o nos hacen sentir mal por problemas de conciencia, pero, individualmente, no somos responsables, De lo que si lo somos, de mirar para otra parte si en nuestras manos esta hacer algo.
ResponderEliminarjuanjo, un abrazo.
Muy contento por tú, siempre apreciada, opinión sobre mi última entrada. No es fácil reducir a pocas palabras un problema tan enorme. Un drama humano de estos tiempos, y parece que con mala solución tal o como estan las cosas. La brecha entre pobres y ricos se va haciendo cada vez mayor. Los ricos cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres.
ResponderEliminarSol, un abrazo.
Tiene que terrible verse un día en la calle sin nada, después de haber llevado una vida más o menos normal: con familia, casa, trabajo... y todas esas pequeñas cosas que nos hacen tan felices.
ResponderEliminarTerrible!
isa, un abrazo.
Gracias por tus felicitaciones y caluroso comentario. Bueno, no soy consciente del todo si he acertado a exponer con claridad un problema tan inmenso con tan pocas palabras, si lo he conseguido, pues estoy contento.
ResponderEliminarSí, siempre detrás de estas personas hay historias dolorosas, tragedias y dramas de todas clases. Cuando nos encontramos con mendigo debemos preguntarnos que le llevó a esa situación.
Emibel, besos.
A vivir en la calle pueden llevan muchas razones, y no faltan el deterioro de la persona, por los motivos que sean. Los vicios son parte importante: drogas, alcohol, juegos y un largo ecetera. Pero, sea como sea, todos son dignos de compasión y merecedores de ayuda. Es tan vulnerable el ser humano!
ResponderEliminarEmilio, un abrazo.
Te doy la bienvenida a mi blog, y te expreso la satisfacción por tú comentario, y también porque te haya gustado la entrada, no de las más agradables, al ser un tema con la cara amarga de la vida.
ResponderEliminarJ-M, un saludo
No el tema en si pero si que es agradable leer lo que escribes por que lo haces bien.
ResponderEliminarUn saludo ;)
Es verdad, nos hemos acostumbrado a ver al mendigo como parte del paisaje urbano, con lo que, en no pocas ocasiones, pasa desapercibido. Forma parte de nuestra rutina e imágenes de calle. Y, desgraciadamnte, por mucho que nos preocupemos el problemas va a seguir estando ahí, nosotros sólo podemos pensar en el ser humano, como a tal tratarlo, y si es posible, de cuando en cuando, prestarle alguna ayuda
ResponderEliminarGracias por tus felicitaciones, viniendo de tí, mil veces gracias.
silver, un abrazo.
Algo se hace, amnque no todo lo que se debiera. Se han abierto casas de acogidas, comedores y muchos voluntarios prestando ayudas, pero el peblemas es tan enorme que es imposible cubrir todas las necesidades, y mucho menos en estos tiempos de crisis. Es una pena que tantas personas tengan que dormir en la calle.
ResponderEliminarUt, un abrazo.
Es muy triste ver a un persna con la mano extendida pidiendo ayuda, antes se decía, pidiendo limosna, se ha suavizado la expresión, pero el drama es el mismo. El destino es injusto con muchas personas. Y cuando caes y rodas por la pendiente ya es mmuy dificil detenerte. Crucemos los dedos.
ResponderEliminarescarcha, un saludo.
Es verdad, en los blog se habla mucho de temas agradables, como el amor,la felicidad, la alegría...pero muy poco de la pobreza, siendo siempre un tema de tanta actualidad. Creo que queremos pasar de puntilla por las cosas feas de la vida, y tratar de ser felices a toda costa, que lo consigamos, ya es otro cantar.
ResponderEliminarGracias por ver en mi el poeta que no soy, pero me hace ilusión.
Lidia, un beso.
Fue un hermoso gesto el tuyo con el mendigo y su perro, el más fiel compañero de muchos de ellos.
ResponderEliminarRecuerdo uno que me encontraba cada mañana muy temprano durmiendo, en unos portales, abrazado a su perro lobo. Me dijo que le daba calor y seguridad.
Muchas gracias por tú bonito comentario.
Maripaz Brugos, un beso.
¿Que tal, mi buena amiga Malena? Bonitas tus palabras, no mi entrada. Pero si mis palabras te producen algún pensammiento, siquiera, de evasión, estupendo. Para mi es todo un premio.
ResponderEliminarEl tema no es de lo más alegre, y es que van tan unidas las penas y las alegrías.
A cambio de tú sonrisa, ahí va una flor de mi imaginario jardin.
Un beso.
J-M, gracias.
ResponderEliminarUn saludo.