martes, 18 de mayo de 2010
EL PELIGRO DE UTILIZAR MAL UNA PALABRA
Es muy peligroso utilizar palabras cuyo significado no se conoce, y menos si es en un idioma extranjero. Se puede ver uno en un serio aprieto. Es justo lo que me pasó a mí en una ciudad Suiza donde se habla Alemán. Yo de ese idioma sólo sabía las palabras necesarias de cortesía y para comer, beber, dormir y poco más. Y de algunas ni siquiera conocía bien el significado. Por ejemplo, que cuando una persona hablaba, el que escuchaba decía de cuando en cuando “ja”. Pues yo la usé sin ningún reparo en un restaurante. Una vez sentado a la mesa, levanté el brazo y llamé con un “bitte” a la camarera. Pedí, en alemán, lo que mejor conocía: cerveza y un filete con patatas fritas. Una vez que me hubo servido, tomó la carta de menú y especialidades de la casa, y empezó a explicarme. Yo no entendía nada, aunque su acento me resultaba ligeramente conocido. Para quedar bien, yo decía de cuando en cuando, “ja, j a” Se fue y volvió al rato con una bandeja enorme llena de cacerolas y platos. Entonces comprendí, sólo entonces, que ella me había estado ofreciendo platos típicos de la zona y yo había estado diciendo sí a todo.
¿Y para hacerla comprender que yo no quería decir lo que había dicho? Como no conocía las palabras necesarias para explicarme tuve que hacer el mono un rato, con brazos para arriba, brazos para abajo igual que un monitor de gimnasia. Al fin comprendió que la culpa era de una palabra, nada más que de una palabra. Y ahí hubiera terminado felizmente la historia si la chica no hubiera exclamado con resignación: “hoy tengo un día de perros” La camarera era española.
Cometí dos fallo, no hablar primero en mi propio idioma y usar una palabra sin conocer su significado.
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jajajajajajja,perdona que me ria pero es que la cosa tiene tela,jajjajajaj.
ResponderEliminarBesos
Hay veces que nos queremos introducir tan rápido en otra cultura que sin quererlo y sin darnos cuenta metemos la pata. Muchas veces lo hacemos por no ofender, por educación pero el remedio es peor que la enfermedad... De todos modos es la mejor forma de aprender, equivocándonos.
ResponderEliminarUn abrazo
UT
Tienes razón. Se pueden dar situaciones de lo más compromentido. Como por ejemplo emplear el verbo "coger" en Argentina.
ResponderEliminarUn saludo
Qué bueno jajajajajja. La cantidad de gestos que te hubieras ahorrado si hubieras hablado en castellano jajaja
ResponderEliminarUn beso grande
Cuidado de pedir en Francia un refresco de limón, no utilicemos la palabra que por deducción podría ser "limonade" porque entonces lo que te traen es una gaseosa.
ResponderEliminarEn clase de inglés nos pasaba algo parecido con el verbo poner "put on" que unidas las palabritas aquí sonaba muy mal.
A todos nos han pasado este tipo de cosas lo que ocurre es que en España tenemos un gran sentido del ridículo.
Buen día disancor.
Jajaja, y bueno , Disancor, ahora ya sabés..
ResponderEliminar¿Osea que al final se llevó la comida? PObre camarera, jeje.
Cariños!
Ja. Qué terrible.
ResponderEliminarMuy buena tu historia Disancor.A aquellos de nosotros que nos gusta viajar nos recordara a situaciones similares que hemos tenido que vivir en uno u otro lugar
ResponderEliminarUn abrazo
Jajajajajaja. Vaya, vaya ja, ja, ... Ufffffffff, menos mal que era Española, si no te tienes que comer todo jajajajaja.
ResponderEliminarMuy bueno lo que te sucedió.
Saludos y abrazos
SI ES QUE COMO EN CASA, EN NINGÚN SITIO..
ResponderEliminarJE, JE!
UN FUERTE ABRAZO, DISANCOR!
Yo cuando salgo al extranjero utilizo para hacerme entender las manos, puedo tardar más o menos, pero parece ser que no lo hago muy mal.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Es verdad, la cosa tuvo gracia.`Para mí después del sofoco, quedó una simpática historia. Sin embargo, a partir de entonces me aseguro que quiero decir sí cuando digo sí.
ResponderEliminarSusy, un beso.
El exceso de amabilidad nos pierde. Yo podía haber dicho no, pero creo que me paracio más cortés decir sí, y ahí se formó el lío.
ResponderEliminarUt, un abrazo.
Cuando no se sabe un idioma o no se esta seguro del significado de una palabra, lo mejor y más seguro son los gestos, aunque no siempre se interpretan adecuadamente.
ResponderEliminarTorcuato, un saludo.
Pues, sí, me lucí por hacerme el simpático. Desde entonces, y sea donde sea, utilizo mi idioma y que sean los otros los que me entiendan. Y para comer y beber, la mimica, que también es muy bonita.
ResponderEliminarsilver, un beso enorme.
Cuando era joven me pasó que estudié dos años de inglés y cuando tuve que defenderme en ese idioma me dí cuenta que sabía poca cosa. Yo mi español,que es uno de mis amores.
ResponderEliminarLoli Salvador,un beso.
Lo sentí por la camarera, porque parece que no estaba teniendo un buen día. Y ni siquiera la pude compensar de alguna manera. Yo era un español pobre.
ResponderEliminarSol, un abrazo.
Sí, una situación apurada. Me hubiera gustado ver como hice el mono con tantos gestos. La verdad que es chocante decir que no cuando te has tirado media hora diciendo si.
ResponderEliminarmariajesusparadela, un saludo.
Después de todo, resulta hasta divertido hacerte entender cuando no sabes el idioma, y gracias a la lengua universal de los gestos, se sale, más o menos, de los aprietos.
ResponderEliminarjuanjo, un abrazo.
Bueno, pues a mi me dió rabia que fuese española, después de todo el esfuerzo que tuve que hacer para que me entendiera. Pero que no pensé ni por un momento que fuese una compatriota.
ResponderEliminarisa, un abrazo.
A mi siempre me ha gustado mucho viajar a la aventura. Fuí un adelantado de los jóvenes de hoy, que recorren el mundo con una mochila. Y viajando los aprietos son inevitables.
ResponderEliminarMis mejores deseos para Malena.
Carlos, un abrazo.
Los gestos es el mejor y más seguro idioma. Se hace uno la cuenta que se ha quedado afónico. Hay ocasiones que es mejor saber mímica que idiomas.
ResponderEliminarMercedes, un abrazo.