miércoles, 23 de febrero de 2011

GOLPE DE ESTADO

Cuando me enteré del golpe de estado la tarde del 23 de febrero de 1981, en principio, quedé un poco aturdido. No sabía si era una broma o de verdad había ocurrido tal y como me lo habían contado: en voz baja, en secreto y con miedo. Mis dudas empezaron a disiparse cuando el dueño de una tienda, gran amigo, me lo confirmó, y para estar más seguro, puso la radio, probó en todas las emisoras, y solamente se escuchaba música clásica.

No me fui inmediatamente a casa. Por curiosidad y porque soy algo temerario, o tal vez, no pensé que fuese tan grave la noticia. Quise darme una vuelta por las calles y los bares para ver el comportamiento de la gente y al mismo tiempo tener idea de las consecuencias que podían derivarse del golpe. Lo cierto que a medida que pasaban los minutos, se notaba más tenso el ambiente. Las pocas personas que pasaban por la calle, iban en silencio o hablaban en voz baja, y algunas mirando a todos lados. Los bares estaban solos o con muy pocos clientes. Hablé en algún momento con amigos que encontré camino de sus casas. En voz baja comentamos lo que estaba ocurriendo. Alguno dijo que en cuanto llegase a casa iba a quemar papeles, documentos y libros prohibidos. Y yo pensé, inmediatamente, en los libros, en aquellos libros que me traían del extranjero algunos emigrantes españoles en Alemania, Suiza, Francia, Bélgica…Eran regalos en prueba de agradecimiento por los gestiones que yo realizaba para que pudiesen ir a trabajar fuera de España. Y como los libros que podían traer los obreros sólo eran de los que llevaban tantos años prohibidos. Y no creo que fuesen bien vistos si triunfaba el golpe. Hasta que no fui consciente del peligro, no sentí un poco de miedo.

Hice aquella noche lo que creo que hicieron muchos españoles. Me encerré en el cuarto de baño de mi casa, con unas tijeras en la mano y empecé a picar libros y echarlos por el retrete. Creo que destruí muchos que hubieran resultado inocentes, que ni la iglesia hubiera condenado. Yo siempre he sido un buen lector, pero nunca he seleccionada mi lectura. Quiero decir, que leo todo lo que tenga letras. No sabía que tener ciertos libros podía ser un delito.

Y estos son los recuerdos de hace 30 años.

17 comentarios:

  1. Cuando los militares entraron acá en el 76, censuraron el libro "la cuba hidroelectrica", nomas porque decía la palabra cuba, y pensaban que era una alusión al comunismo

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  2. En aquella època tenía 12 años, pero si respiró miedo y tensión en Madrid.
    Qué lástima de libros! Te tiene que dar rabia al recordarlo.

    Un besito.

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  3. Mi querido Dis el miedo (justificado por desgracia!) siempre tuvo consecuencias; de ahí q much@s libros se perdieran en la sima del olvido, injustamente, pq la cultura siempre fue una amenaza para quienes querían y quieren "llevar las riendas". Yo viví esa fecha con miedo y con unas pals de mi mamá q nunca olvidaré: Hay q llenar la despensa por si acaso... Mi papá guardó silencio y ese silencio tb me asustó pq su silencio decía más de lo q podía ocultar... Permanecimos atentos esperando noticias, y al final se produjeron...
    Soy hija y nieta de republicanos y aquel día podía haber cambiado la historia... Celebro q no fuese así y se q como yo to2s l@s demócratas "vocacionales" de este país...

    Abz enorme amigo!

    (Te dejo coment. en el anterior post)

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  4. Se pasó miedo, esa es la verdad porque nos veíamos metidos de nuevo en algo que nadie quería.
    Recuerdo que estaba en Granada estudiando y me dió algo de pánico pensar que estaba sola allí y mis padres a bastantes kilómetros. Afortunadamente no pasó nada.
    Anoche le contaba la historia a mis hijos y absortos escuchaban el relato.

    Un beso

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  5. Que interesante todo lo que cuentas.. yo era muy pequeño pero recuerdo la expectación de mis padres delante de la televisión. Menos mal que todo quedó en un susto.

    Un abrazo

    UT

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  6. Hola Disancor. Yo ese día lo vivi con mucho miedo.
    Estaba interna en una casa sirviendo en Puerta de Hierro, aquí en Madrid. Sólo tenía 20 añitos. Mi novio (actual y único compañero) estaba haciendo la mili en Madrid. Y temí no volver a verlo. Fue un día muy feo.
    Afortunadamente no pasó nada.

    ¡¡Qué pena los libros que se destruyeron ese día!!
    El miedo es libre, y como tal cada persona actuó según pensó para evitar males mayores.
    SAludos y un fuerte abrazo

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  7. Yo iba a primero de facultad y estaba merendando....casi se me atraganta.Mi padre era de Comisiones obreras y se fue corriendo al sindicato a quemar los archivos....vaya recuerdos
    Un abrazo

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  8. Ayer leí cómo lo vivió mucha gente. Es curioso que hechos así, y gracias a Dios superados, nos transporten tan nítidamente a treinta años atrás.
    Un besote

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  9. Por culpa de la larga mañana de colas que he tenido, no puedo contestar, uno por uno, a vuestros comentarios. También tengo algunas esperas durante la tarde.
    Es motivo de alegria no tener que contar del 23F más de lo que se ha contado. Un golpe de estado no suele acabar tan bien como acabó el nuestro.
    A todos, un abrazo.

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  10. Mejor que haya sido una anécdota que contar y poder contarla.
    Sí que es cierto que muchos "revolucionarios" "rojos", "anarquistas" y gente de izquierdas se acojonaron con el 23-F y quemaron mucha documentación y material que les pudiera comprometer.
    Lástima de libros y de situaciones embarazosas.
    Un abrazo de Mos desde su orilla.

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  11. La verdad es que se han leido y escuchado tantas cosas sobre el Golpe de Estado , incluso que fue todo un montaje para salvar la figura del Rey denostado por ser muy proximo al Regimen Franquiesta
    Hoy no hay tanques ni Tejeros pero sigue habiendo represion, la delos Neolierales Capitalistas
    Abrazos

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  12. Era pequeña así que me guiaba por las expresiones de los adultos, sabía que algo grave estaba pasando pero no tenía ni idea de las consecuencias. Para un niño el "no saber" es angustioso, que nadie te explique lo que está pasando y sus consecuencias empeora esa angustia.

    Un beso gigante

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  13. Menos mal que al final todo salió bien, yo recuerdo a mi abuela contarlo al tiempo que lloraba por el miedo que había pasado, por temor a que hubiera otra vez guerra..., ya ves.

    Besitos.

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  14. Imagino que en un primer momento, luego de la duda, pensaste ¿estoy en Europa o en America Latina?
    desde mi país no se vio tan terrible como para hacer desaparecer libros, yo no los hubiera roto. Claro desde lejos las cosas no se saben como son en realidad, llegan filtradas.

    Un beso.

    mariarosa

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  15. A MALENA, desde aquí te mando un beso. Que me ha sido imposible de enviártelo desde otro sitio. La verdad que no sé como.
    Feliz fin de semana-

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  16. Lo que cuentas relata perfectamente el momento y la angustia que supusieron aquellas horas para muchos. Me encantó leerlo, por su sencillez y veracidad.

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