Aspecto de las
Escuelas Nacionales que había en la esquina de la calle Fernán Pérez con
Arenal, hace más de cuarenta años.
Ante
la escasez de espacios, las Escuelas Nacionales iban ocupando casas y pisos
viejos y todos los locales que le quedaban libres a la administración o a los
ayuntamientos, aún estando en estado casi de ruina. Entonces si que maestros y
niños eran unos héroes de la enseñanza y del aprendizaje.
Hola Disancor, una imagen muy buena que no necesita palabras.
ResponderEliminarUna escuela deteriorada pero a buen seguro los alumn@s aprendieron a valorar la vida y a ser y tener una buena educación.
Que decir que el frío congelaba los huesos y la moquita andaba siempre en primera linea :-)
Saludos y abrazos fuertesssssssssss
Han mejorado los edificios, pero dudo que la educación lo haya hecho. Un abrazo
ResponderEliminarAhora mucho edificio moderno y no les dejan estudiar por lo caro que sale, y los profesores de los nervios al haber perdido autoridad y con un montón de trabajo por estas las aulas masificadas.
ResponderEliminarBesos Disan.
ResponderEliminarDe aquellas escuelas recuerdo el frío del invierno en que el maestro nos dejaba calentarnos en el brasero de picón que tenía debajo de su mesa. Son pequeños detalles que siempre tenemos presente.
Isa, un abrazo.
ResponderEliminarCreo que, como todo, la enseñanza ha cambiado mucho. Por lo menos en aquellos años parecía más vocacional la enseñanza y más obedientes los alumnos.
Antorelo, un abrazo.
Es verdad, ahora la enseñanza tiene muchos problemas por parte de todos los que tienen alguna relación con ellas. Y de miedo ver como volvemos a los tiempos que solo podrá estudiar los hijos de la gente que tenga dinero.
ResponderEliminarion-laos, un abrazo.
Una foto preciosa, independientemente de que las condiciones del edificio, para lo que estaba destinado, no fueran las mejores. No veas el contraste que haría esa foto junto a una escuela de élite. También he conocido las escuelas con estufa de leña.
ResponderEliminarUn beso
Hace 45 años cursé 1° de EGB allí en 1971. Mi profesor fue Jose Antonio.
ResponderEliminarAl otro lado de la valla vertían alguna basura los barrenderos.
El patio que teníamos era fantástico, pero de tierra.