Para mí montar una exposición de fotos nunca ha sido un problema, o he tenido abundante material en archivo o he hecho las fotos, y listo, pero esta vez tengo que admitir que me ha resultado mucho más difícil, pues una gran parte de las imágenes para la exposición tenía que hacerlas desde la silla de ruedas, cosa muy complicada, teniendo en cuenta que todas las tomas estarían hechas desde un punto de vista muy bajo y serían muy iguales, parece, no obstante, que logré, que el efecto pasara desapercibido para el público. Fueron dos exposiciones simultáneas en distintos sitios y de diferentes motivos, de un tamaño 40x60, montadas y laminadas, con marco estrecho negro, y los fotos mitad en blanco y negro, mitad en color, y un total de 122 fotos. Tuvieron un éxito que yo jamás hubiera imaginado, quizás debido un poco a la prensa y televisión local y autonómica, que se volcaron, lo cierto es que durante el mes que duró, fue visitada por miles de personas. El reto fue muy importante, hacer fotos desde una silla de ruedas no es fácil, bueno, hacer fotos malas se hacen desde cualquier parte, pero fotos aceptablemente buenas, ya es más complicado.
Tengo muchos proyectos, pero realizables al cien por cien, muy pocos. No por eso voy a dejar de intentarlo, quién saber, a lo mejor, no son tantos los imposibles, el ser humano tiene muchas más posibilidades de lo que creemos, y sólo la muerte pondrá el punto final, y el cese de toda actividad.
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