“Dame lumbre, compañero” Parecen las palabras que se oyen en la imagen. La voz ronca del campesino vestido de guapo, la voz de la tierra, la dureza, la fatiga y el trabajo. Música para una escena de taberna. En tanto, la botella de vino, más bien peleón, vigilada por su vaso, como fiel escudero, contempla desde una esquina, mirando por encima del hombro, el afán del hombre porque el cigarro eche humo.
Este momento existió, da fe la fotografía como notario del tiempo y vigilante de los recuerdos. La magia de las fotos.
No puedo evitar la nostalgia resucitando otros tiempos.
Hay tantas historias reflejadas en fotografías... algo tan sencillo como una tarde en la taberna e inmortalizado con una foto, con el paso del tiempo cobra gran importancia. Es un momento puntual como otro cualquiera, pero es parte de una vida, de una historia, de una persona.
ResponderEliminarUn saludo
Ut
Lo bueno de las fotografías es que nos permiten revivir tiempos pasados, nos transportan a ese mismo instante y podemos llegar a sentir lo que entonces sentíamos, oler aquellos olores y volver a vivir lo vivido.
ResponderEliminarLa nostalgia está bien Disancor, pero no dejes que venga acompañada de tristeza.
Un abrazo
Muy buena imagen, casi que se podría escribir un guión de lamisma.
ResponderEliminarCariños!
Ut, me ha gustado tú comentario. Poco más puedo añadir, pues has completado mi pensamiento.
ResponderEliminarUn saludo,
Ni siquiera la fotografía puede detener el tiempo, pero puede congelar un instante, un momento para el recuerdo. Con la distancia del tiempo, aparecemos jóvenes y apuestos. Quién no ha enseñado alguna foto diciendo: aquí estoy yo con algunos años menos.
ResponderEliminarEs inevitable, silver´smoon, la nostalgia siempre tiene algo de tristeza.
Un abrazo,
Hay fotografía que producen un tropel de pensamientos, hasta terminas por encontrarte dentro. Lástima que no se pueda fotografiar el pensamiento. Mi pregunta siempre es la misma: qué pensarian las personas de la foto en ese instante?
ResponderEliminarSol-Imaginario Desesperaión, con afecto
Bonita fotografía pero más bonita tu descripción de ésta.
ResponderEliminarMe llaman la atención las manos del labriego, manos trabajadas, castigadas...
Buen día
Qué añoranza de aquellos tiempos en los que se vestía de guapo los domingos, tiempos de muchas charlas y de compartir hasta lo necesario...
ResponderEliminarQué añoranza de aquellos tiempos en los que se vestía de guapo los domingos, tiempos de muchas charlas y de compartir hasta lo necesario...
ResponderEliminarUn saludo Diego, soy Isabel Rodríguez