Los amigos me dicen que proteste y reclame a los responsables de las cosas mal hechas, que al final acabarán haciéndome caso. Caso me hacen siempre y me dan la razón como a un niño o a un loco. Lo que no sé si alguna vez me escuchan, lo digo por lo que tardan en procesar mis razonamientos, si es que alguna vez lo hacen, porque observo que no solo no se corrigen las faltas sino, además, se cometen los mismos fallos. En este plan, hace tiempo que dejé de protestar, y dejar de amargarme la vida. No quiero estar cabreado todo el día.
Apenas salgo de casa, un coche aparcado en el paso de peatones impide el paso a mi silla de ruedas ¿Qué hago, monto la bronca llamando un guardia? Unos pasos más allá, imposible pulsar el botón del semáforo para que cambie a verde. Un coche encima de la acera. Un camión atravesado descarga muebles, cajas o cualquier cosa, no dejando espacio libre. Un andamio, unas escaleras o una máquina con gente arriba. Terrazas de bares con mesas y sillas que, además de la acera, llegan hasta la pared. Unos dirigentes obreros que hacen un agujero, y luego se olvidan de taparlo. Las vallas que se usaron para cortar el tráfico, mal abandonadas en cualquier acera. Agujeros de adoquines que se quitaron hace tiempo. Bordillos que no se pueden subir ni bajar, algunos con grietas para que el porrazo sea de cabeza. Rampas demasiadas repentinas, donde cae uno siempre para atrás. Farolas en mitad de las aceras. Máquinas elevadoras que no funcionan…
Y, aunque me queje, mañana vuelta a empezar. Serán otros coches encima de las aceras, otros andamios, otras, cajas, otros agujeros, otros bordillos, otras rampas…Pero, en resumidas cuentas, ¿qué ha cambiado? Quizás sea que las ciudades estén llenas de vida, y sea yo quién va en silla se ruedas.
Esta pequeña muestra de cosas es lo que me puedo encontrar cada día. Tendría que estar toda la jornada enfadado. No podría salir de casa para no llevarme disgustos. Y como me gusta salir a la calle cada día, y disfrutar de la gente y de la vida, tengo dos opciones: convertirme en vigilante de la ciudad o ser un ciudadano libre con ciertas dificultades. Visto el panorama y el poco caso que me hacen, he optado por no rehuir la bronca, pero tampoco buscarla.
Puede que esta denuncia pública sea más efectiva que la que se hace cara a cara. Queda en el blog como un grito de auxilio, o una canción protesta. Más fácil que cale en la solidaridad de la gente. Hay personas que necesitan que le hagan la vida más agradable.
Cosas como estas ocurren en todos los sitios. Y los ayuntamientos, la mayoría, hacen en las calles lo que es más vistoso para las ciudades y no lo más práctico.
Silla de ruedas
Un trono de esperanzas
Ilusión rota.
Entiendo tu justa indignacion.Me es imposible imaginar la impotencia que a veces puedes llegar a sentir.Solo queda no resignarse,seguir luchando
ResponderEliminarUn abrazo
Amigo: dicen que no se queje, si no se queja. Tanto protestar alguien va a escuchar, pero creo que el peor de los obstáculos es la mala educación de la gente. Ellos estacionan en los pasos permitidos para sillas de ruedas.
ResponderEliminarTe cuento que yo tenía un problema con el cochecito de mi nieto, un taller dejaba los coches en la vereda y yo debía bajar cada vez que pasaba,el problema era que bajar con una criatura en silla sobre una avenida muy transitada era peligroso, cansada hice la denuncia. Hoy la vereda esta libre y el paso permitido, no sólo para mí y el cochecito, los ancianos, los vecinos que no se quejaban ahora caminamos todos normalmente.
"No se queje si no se queja"
Lo aprendí de memoria.
mariarosa
Hola Disancor, al menos los que te leemos lo tendremos presente para no obstaculizar el paso, y dejar libre para que las personas que necesitan silla de ruedas, o ir con muletas puedan transitar más cómodos por las aceras y lugares.
ResponderEliminarCreo que es bueno de vez en cuando que le des un toque al ayuntamiento de tu localidad. Que vean que hacen las cosas mal. Sin enfadarte, pero si les van dando toques y quejas, eso deja rastro. Claro que todo tiene su tiempo y se necesitan rellenar papeleos.
Se me termina de ocurrir, es como un juego. En cada lugar donde se estén cometiendo un atropello de no respetar las barreras arquitectónicas, llevas ya de casa un papel escrito en el que ponga: A quien corresponda mi silla de ruedas no es un caballo que pueda saltar este agujero, por favor arréglenlo. Nombre y firma.
Otros papeles en donde ponga: Yo no puedo caminar como tú, por favor deja hueco para que tenga las mismas oportunidades.
Haces como tres tipos de panfletos diferentes, y como siempre vas con un amigo, vais pegando en las farolas o paredes en los distintos lugares en donde pongan zancadillas a las sillas de ruedas o personas con algún tipo de minusvalía. Incluso en la puerta del ayuntamiento indicando el lugar en donde no se respeta las barreras arquitectónicas.
Así de paso puedes seguir visitando parques y lugares, y a demás trabajando para que haya lugares, aceras y carreteras en el que todos los ciudadanos puedan disfrutar. Alguien lo leerá y seguro le mueva la conciencia.
Saludos y un fuerte abrazo
Lo siento.Y sé un poco de la rabia que sientes porque he ido por la calle con la silla de mis hijas y he tenido que salir a la carretera con el consiguiente peligro.Pero yo por lo menos podía bajar,aunque la rabia no me la quitaba nadie.
ResponderEliminarMe da mucha rabia cuando alguien usa un ascensor (en un centro comercial) pudiendo usar la escalera mecánica porque el ascensor lo puede NECESITAR alguien.
Y un montón de cosas que son verdaderas barreras arquitectóonicas (hace días fuimos a renovar el carnet de identidad y me encontré con doce escalones para poder entrar)difíciles de solventar para una persona con movilidad reducida.
En fin,yo que tú empezaría a llamar a la grua cada vez que me encontrara un coche en la acera o en un paso de peatones para que esas gente empiece a darse cuenta de lo que no se puede hacer no porque le vayan a poner una multa sino porque actuando como lo hacen perjudican a otras personas.
Muchos besos y muchos ánimos.
La verdad es que debe ser aburrido esa lucha diaria y más sabiendo que al día siguiente posiblemente ocurrirá lo mismo.
ResponderEliminarEs la historia de nunca acabar, así que me parece bien la decisión que has tomado... porque sinceramente y entre tu y yo creo que la batalla está perdida. Son muchos contra tí... así que intenta tener paciencia e ir con cuidadito aunque para tí cada día, salir de casa sea una aventura.
un abrazo
UT
Me alegro de venir a tu casa, hasta que no te conocí no comprendí lo que verdaderamente significan los obstáculos para las sillas de ruedas. Con tus denuncias estás haciéndonos comprender y conocer. De ahora en adelante, lo que esté en mimano, se hará.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido, no puedo ni imaginarme la desolación y la frustración que debes de sentir, la incomprensión de esta absurda sociedad que vive en una noria de irrealidad, con prisas, siendo un número más, sin pensar en el daño que podemos ejercer sobre los demás. Me enerva la sangre cada vez que veo un coche encima de la acera, ¿se puede ser más egoísta? Me he visto en tu situación cuando mi madre tuvo que usarla por un tiempo, y las lágrimas me las bebía de la impotencia.....y encima cuando utilizaba la carretera me pitaban,ggrrrrrrrrrrrrr,.....serán......
ResponderEliminarpues eso, este mundo cada vez es más insensible desgraciadamente.
Besos amigo.
Son muchos los problemas que nos encontramos por la calle en silla de ruedas, y las personas que andan sobre sus piernas no acaban de concienciarse de nuetras dificultades.
ResponderEliminarjuanjo, un abrazo.
Protestar, siempre hay que protestar, pero si lo haces muchas veces cada día, terminas canssado. Y como todo es tan lento, sólo queda tiempo para quejarse.
ResponderEliminarmariarosa, un beso.
Bueno eso de ir colocando pegatinas, sí lo intenté. La más agresiva me la proporcionó una Asociación de Minusválidos, y que decía: "ME HAS QUITADO EL SITIO, ¿QUIERES TAMBIÉN MI MINUSVALIA?
ResponderEliminarisa, un abrazo.
Para mí la cosa es más complicada, porque casi siempre paseo solo por la calle, y aunque la gente me echa una mano en caso necesidad, estoy expuesto a más peligros que si fuese acompañado.
ResponderEliminarSusy, un beso.
Sí, todos los días acaban siendo lo mismo, para mi. ir sorteando parecidos obstáculos. Quiero pasear feliz y no yendo de bronca en bronca. Y es por lo que trato de no complicarme mucho la vida.
ResponderEliminarUt, un abrazo.
Gracias por comprender el problema para andar por la calle de las personas con limitaciones. Muchas veces las personas no son más solidaría porque les pasa inadvertido el problema.
ResponderEliminarMercedes, un beso.
Eso de las pitadas es muy significativo, pues me encuentro de cuando en cuando con personas jóvenes y fuertes cruzando por cualquier parte, y los conductores hasta les dan facilidades, pero, si yo, por necesidad, tengo que pisar la calzada, me montan la gran pitada.
ResponderEliminarMIMOSA, un beso.
A los que tienen de dar soluciones les importa una mierda que haya genta que tenga que ir en silla de ruedas. A más de uno se le debía de caer algo más que la vergüenza. Saludos
ResponderEliminarLas políticas gubernamentales jamas incluyen con seriedad la accesibilidad para personas en situación de discapacidad, por lo tanto hay que protestar y ojala asociarse para protestar en grupo!
ResponderEliminarUn Besito Marino
Cuanta razón tienes, ni tú mismo lo puedes imaginar, porque yo misma en más de una ocasión he protestado y me parece muy injusto que la gente aparque en los pasos de peatones, que si ya nos molesta a los podemos bordearlo, para las sillas de ruedas en imposible, yo por mi parte seguiré protestando..., no dejes de hacerlo tú también, ¡quien sabe! puede que por aburrimiento alguien humano tome cartas en el asunto y lo resuelva....
ResponderEliminarBesitos.
La bronca no conduce nada, no es positivo. Yo en el directo de la calle haría como tú. Si acaso, si ves al dueño o el resposable de un obstaculo decirle amablemente "eso no me permite pasar". Luego si quieren que sean ellos lo que se calienten y protesten. Así, doblemente se revelan como incivicos... y tú en en esos casos, lo mejor pasar, pasar de ellos cuando llegan a esos extremos.
ResponderEliminarEso sí, si hay posibilidad de dejar protestas por escrito ante el ayuntamiento o donde sea, dejarlas todas y más. Pero sin desilución por qun no hagan nada, simplemente hacerlo porque es justo y como un sano ejercicio rutinario ante lo que está mal hecho.
Saludos
Haces bien de no estar enfadado todo el día porque no se consigue nada, todo se debe en parte a la incultura y otro tanto al egoísmo.
ResponderEliminarEn mi barrio hay dos personas que llevan silla de ruedas sin necesidad de ayuda, cuando suben al bus quizás sea por reparo pero veo que no se ofrece nadie a echar una mano, esas rampas han de estar muy próximas a la acera para poder bajar sin riesgo, de lo contrario son un tobogán, eso cuando funcionan porque a veces el conductor se desespera en varios intentos sin conseguir que se mueva con lo cual el usuario deberá esperar en la parada a que venga otro bus. Y por hablar también de las rampas de las viviendas no todas están bien diseñadas.
En fin, paciencia amigo disancor y cuando piten les dices: "chufla, chufla, como no te apartes tú", eso dice un dicho aragonés.
un abrazo muy fuerte.
Es cierto que los ayuntamientos van mejorando la accesibilidad de las calles. pero lo dificil es mejorar a las personas. Cuando, por ejemplo, obstruyen una acera, deberían de pensar un poco en las personas a las que perjudican.
ResponderEliminarWIG, un saludo.
Sí, organismos y asociaciones que recojan las quejas hay muchas, y en franca competencia unos con otros, pero que resuelvan pronto un problema, eso es otro cantar.
ResponderEliminarTita la mas bonita, un beso.
Por quejarse no debe de queda. También acaba uno aburrido de andar siempre con las mismas quejas. Si alguna vez se arregla un problema es en mucho tiempo, y mientras tanto surgen otros muchos y más gordos.
ResponderEliminarcampoazul, un beso.
Ya lo he probado todo, desde la bronca al razonamiento. Lo que mejor resultado me ha dado es la protesta pasiva y airear bien el tema, y si puede ser en los medios informativos, mejor todavía.
ResponderEliminarUno, un saludo cordial.
Bueno, por lo menos hay que agradecer la buena voluntad de algunas empresas y organismos por querer facilitarle la vida a personas con poca movilidad, aunque son medidas que no siempre dan el resultado esperado. Además, suelen colocar el artilugio y no cuidarlo. Donde vivo hay muchas máquinas elevadoras, y no funciona casi ninguna.
ResponderEliminarLoli Salvador, un abrazo.
Y para que estan los ayuntamientos sino para recibir quejas o llamase reclamaciones de los usuarios de las calles, no hay una asociacion de vecinos o del gremio de discapacitados que presione al ayuntamiento para que una de dos haga las aceras mas amplias o que no permita que estorpen asi un paso que es para todos.
ResponderEliminarLas personas somos poco civicas no nos ponemos a pensar que hay personas que van en una silla de ruedas solo lo saben quien las utiliza o en mi caso por el largo tiempo que mi madre la tuvo que usar.
Primavera
Sí, hasta que no necesitamos un servicio no sabemos si existe y si funciona. Hay muchas cosas que nos pasan desapercividas mientras que no supongan un problema para nosotros. Así son las cosas.
ResponderEliminarPrimavera, un saludo cordial.
Lucharemos siempre: JUNTOS, sí??
ResponderEliminarBeso enorme!
Male.
Es verdad, no hay que darse por vencido. Las dificultades son cosa de la vida.
ResponderEliminarBuen final de domingo.
Malena, un beso, y feliz noche.
Tengo un buen descapotable y muy obediente Las dificultades me llegan de la calle, sin embargo, algunas veces siento como si el culpable fuese yo por ir en silla de ruedas.
ResponderEliminarLuna, un abrazo.