Para los estudiantes han acabado las vacaciones de varano, y vuelta con la vida. Ya echaba de menos la algarabía de chavales camino del colegio. Bueno, algarabía a la salida, a la entrada, primera hora de la mañana, van todo serios, adormilados o, tal vez pensando en sus pequeños problemas y agobiados por el peso de sus descomunales mochilas. Se van dejando arrastrar por sus mayores, padres o abuelos. A mi me da ánimo para empezar con alegría al día que se presenta. Aunque, admito, que alguna vez, mi mente la cruzan pensamiento de solidaridad con los escolares. No alcanzo a comprender porque, para aprender, tienen que ir tan cargados. Cuando los contemplo me parecen porteadores en la jungla del asfalto, o diminutos viajeros cargados de equipaje ¿Ni que los conocimientos hubiesen adquirido volumen y forma física, y no se pudiesen dejar en casa? Alguna manera habrá de aligerarlos de tanto peso. ¿Qué tal si los negocios que se mueven alrededor de la enseñanza redujesen sus beneficios? ¡Imposible! Esos negocios son de gente muy importante e influyente en las más altas esfera de la economía. La educación es importante, pero también el negocio de los libros. Tanto, que parece que nos quieren hacer creer que en un año cambian las matemáticas, la lengua, los idiomas, la ciencia… y muchos etcéteras, con lo que casi ningún libro de un año vale para el siguiente, y para estar más seguros, hasta se escribe en ellos. Por otro lado, puede que haya padres que no quieran que sus hijos aprendan en libros viejos. Quizás piensen que los conocimientos están usados. Los gobiernos dan o prometen ayuda para libros y material escolar, pero, ¿reducen en algo la carga de los escolares? Creo que se piensa que creando nuevas especialidades médicas para los daños en la espalda, el problema esta resuelto.
Y yo seguiré viendo cada mañana niños cargando mochilas y tirando de carritos. Más que escolares, me parecen futuros consumidores de las grandes superficies comerciales. Donde pondrán comprar los libros cuando ellos sean padres.
Cuando yo estudiaba, mucho antes de inventarse el bolígrafo y la mochila, teníamos tres libros de estudio: Grado Elemental, Segundo Grado y Grado Superior. Y en tan escaso material estuvo el principio de grandes hombres en todas las ramas del saber humano.
Se dice: “es que hoy enseñamos a los niños a pensar” ¡Ah, será eso!
Y a lo lejos,
Mochilas caminando
Niños debajo.
Yo soy profesor e incluso he escrito libros de texto y te puedo asegurar del inmenso negocio que suponen los libros escolares....hasta talpunto de que muchas editoriales encuentran enellos su principal fuente de ingresos
ResponderEliminarUn abrazo
Muy cierto, y se repite también entre nosotros en este casi fin del mundo.
ResponderEliminarvan tan cargados que parece que fueran de campamento. muchas veces pensé: si cada día no se enseñan todas las áreas de estudio, ¿por qué llevan tanto? Como vos, no lo sé.
Un cariño.
mariarosa
¡Cuantas verdades juntas!, lo mismo que dices lo pensaba yo segun iba leyendo y lo he pensado tantas veces...¡claro cada hora deben tener una asignatura distinta, pero aún así...van supercargados!, cuando yo estaba en Salamanca y cuidaba de una niña de unos 6 ó 7 años me acuerdo que la pobre cuando volvia del colegio ya estaba tan cansada que me cargaba a mí con la mochila y me resultaba incluso a mí teniendo muchos años más pesadisima de llevar...alguna vez que la cogí incluso estando dentro de casa-de la suya claro- creo que llegué a pensar si en lugar de libros llevaría piedras. Desde luego, aunque creen especialidades para el tratamiento de la espalda, las dolencias y los malos ratos no se los va a quitar nadie, que me lo digan a mí que de dolores de espalda sé un rato...; todavia están en mi casa las enciclopedias que usaban mis padres, en un solo libro estaban todos los conocimientos de matematicas, lengua, geografía y no es que fueran libros muy gruesos ¡Eh!. Lo que pasa es que ahora se mide todo por el vil metal de los negocios de las editoriales, las multinacionales,...si yo fuera Presidenta del Gobierno volvería en muchas cosas a tiempos atras y ésta de los libros y la enseñanza sería una de ellas.
ResponderEliminarUna Buena Reflexión, los Niños tendrían que declararse al menos un día al año en huelga de llevar sus mochilas y los padres también claro...
Un Abrazo Amigo
Completamente de acuerdo, mi querido Disancor.
ResponderEliminarY ahora convertido en poeta, con ese haiku espectacular que pone el broche a un texto perfecto.
Un beso enorme y cariñoso.
Tremenda imagen de los chiquiticos bajo mmochilas que ya incluyen también tecnologia...mp3, ipad etc. El negocio del material escolar es tremendo. Besos
ResponderEliminarYo cuando era peque siempre quería empezar el cole, me gustaba un montón ver a los amigos...
ResponderEliminarBesicos
Así es disancor, todo es excesivo, los niños van con sobrecarga en asignaturas y en actividades, llevan agendas como adultos pero yo opino que mejor poco y bien aprendido porque muchos libros no implica mejor aprendizaje ni mejor calidad en la enseñanza.
ResponderEliminarUn beso, buenas noches y hasta mañana.
Totalmente de acuerdo contigo. No saber lo que cargan, es negocio para las editoriales.
ResponderEliminarPero se les acabará el negocio, en una o dos decadas todos irán con ordenadores tipo tableta tactil, mucho más ligeros y con más potencial que los libros. Tendrán menos encanto... e igualmente habrá habrá que pagar por las actualizaciones de su contenido, pero al menos, los niños tendrán mejor la espalda... eso espero :-)
Saludos
Menos mal que inventaron los carritos (claro está, de venta en grandes almacenes...ejem) pero ya no tienen que cargar tantos libros a sus espaldas. conociendo el negocio seguro que en breve inventarán mochilas con alas o con motor y teledirigidos.... todo es ponerse.
ResponderEliminarUn abrazo
UT
Como han cambiado los tiempos, en mis años de escuela primaria, todas las materias estaban en un libro. Entonces también había mentes privilegiadas.
ResponderEliminarUn abrazo
Como siempre tu post está cargado de razón. Es increíble como cargan a los niños con mil hojas de las que sólo retendrán algunas líneas para el futuro. Aparte de las cartulinas, pinturas, escuadra, cartabón, segueta, la regla, el compás, el celo, la plastilina....... que digo yo, que parecen ingenieron en vez de niños.
ResponderEliminarPara aprender a pensar no necesitan tanto material, sólo ganas, iniciativa y curiosidad.
Mil besos Dis
El negocio de los libros. creo que no es para el que los escribe, sino para quienes lo comercializan. Y todos a pagar las consecuencias para que se benficien los de siempre.
ResponderEliminarjuanjo, un abrazo-
Para aprender, muchas de las cosas que llevan los niños, no son necesarias. Hoy se venden burradas de artículos que nada tienen que ver con la enseñanza.
ResponderEliminarmariarossa, un beso.
Pues, no es mala idea que los niños se declaren en huelga de mochila caída. No me extraña que esos niños, de mayores,acaben odiando los libros, por pesados, quiero pensar que no por lo que representan.
ResponderEliminarmariaje 15, un abrazo.
Tú que eres madre sabes del tormento de una mochila llena de libros y de material escolar, y no escolar. No se sabe si los niños tienen que fortalecer la mente o los músculos.
ResponderEliminarHe dejado que se asome con timidez un haiku. Estoy contento que te haya gustado.
Amelia. un abrazo.
Alguna vez he pensado si, como castigo, la carga de los torpes es mayor que la de los listos, o viciversa. Y hablamos de peso, pero no hay que olvidar el dineral que gastan los padres en libros.
ResponderEliminarWinnieO, un saludo.
Parece que el saber no ocupa lugar, pero el aprender sí, y mucho,y sino que se lo pregunten a los niños que tienen que cargar con esas enormes mochilas y carritos.
ResponderEliminarMe ha alegrado mucho que el haiku no te pasara desapercibido.
Luna, un abrazo.
Aunque no sean todos, a muchos niños les gusta ir al colegio. A unos les gusta estudiar, otros lo pasan bien con los amigos que hacen en clase, otros parecen alérgicos a todo lo que rodea la enseñanza.
ResponderEliminarBelén, un beso.
!Qué diferencia! Nosotros aprendiamos con un solo libro, y en Escuelas Nacionales medio hundidas, con humedad, goteras y frío, y, sobre todo, hambre, mucha hambre. Ahora que esas cosas no existen, ¿porqué tienen que castigar a los niños cargándolos con tanto peso?
ResponderEliminarLoli Salvador, un abrazo.
Si mal no recuerdo, publiqué una entrada hablando de los LIBROS ELECTRÓNICOS. Quizás sea la solución para aliviar a los escolares del peso de sus mochilas, pero, ¿lo permitiran los que tienen el monopolio de los libros impresos?
ResponderEliminarEsa es la cuestión, intereses.
Uno, un saludo.
Sí, puede que algún listo invente los carritos con motor, entonces también se podrán llevar el ordenador de casa. Seguro, que hagan lo que hagan, el carrito siempre irá lleno.
ResponderEliminarUt, un abrazo.
Es verdad, y con un solo libro aprendieron muchos de los que más tardes fueron grandes genios, y personas muy importantes. No todo depende de los medios que se posean.
ResponderEliminarjosefina, un abrazo.
Aprender a pensar es muy importante, pero prinero habrá que llenar la cabeza de cosas en las que pensar, no basta ni es bueno, los malos ejemplos que les damos a los niños con nuestro comportamiento. Y es culpa de todos si los niños, hoy, van a los colegios cargados como mulas. Algo se podrá hacer.
ResponderEliminarPara los poderes públicos parece que no hay más problema que cambiar el sistema educativo de cuando en cuando, aumentando el peso y el volumen de las mochilas
Silver, un beso muy grande.
Ojala fuera cierto que enseñaran a pensar, que cultivaran el saber acceder a la información, ojala aprendieran comprensión de lectura de la vida!
ResponderEliminarUn Besito Marino
Bueno Disancor como de costumbre tiene razón. Esas pobres criaturas van bajo una gran cartera. Parecen caracoles transportando su casa, digo sus libros.
ResponderEliminarLa cultura les pesa tanto que no aprenden casi nada, se ha cambiado mucho el modelo de enseñanza, y no se les exige tanto como antes.
Hoy mismamente he escuchado en la tele hablar del tema, y dicen que los niños tienen dolores de espalda, enfermedades de adultos.
¿Cómo es posible que para que reciban educación tengan que enfermar?
El negocio hace que los libros sean cambiados cada curso. Es incompresible que los hermanos no puedan aporvecharlos. Cuanto más gordo es el libro, más cuesta, y de esto se encargan las editoriales. Supongo que es una alarma que haya tanto niño con dolores de adultos, y pondrán soluciones al problema.
La econimía comienza desde el cole, y si los niños ven que sus padres tiran los libros porque no sirven para otro curso, mal favor estamos haciendo cuando administren ellos el país, ya que son los furos candidatos para ser presidentes y ministros.
El ejemplo a seguir de los niños es de tirar y comprar cosas nuevas casa curso, cuando sean adultos no sabran utilizar o reutilizar las cosas.
SAludos y un fuerte abrazo
Perdón quise decir: econimía; economía, furos; futuros, casa curso; cada curso :-)
ResponderEliminarSaludos y otro abrazo
Los cargan ya de peques para que vayan sabiendo lo que es la vida.
ResponderEliminarO será un simple negocio.
Un abrazo amigo.
Sobre todo, eso, que aprendan a pensar en los demás. Sería bueno desterrar para siempre el egoismo, y otras malas formas de pensar, que se estan apoderando del mundo.
ResponderEliminarTita la mas bonita, un beso.
Y yo sigo pensando que es inhumano cargar a los esolares como burros. Es rídiculo esperar que los niños sufran algún tipo de dolencia cuando la solución es tan sencilla, como quitarles un poco de peso.
ResponderEliminarisa, un abrazo.
Es verdad, en la vida todo es un negocio, y los que más beneficios dejan, son los giran en torno a cosas tan serias como la educación, la salud...etcétera. Es una pena.
ResponderEliminarEmilio, un abrazo.
Sí ya empezó el curso..
ResponderEliminarBss!
(Aquí ya asomó un haiku!)
Malena, me he equivocado de sitio para contestar a tú comentario, pero no lo siento. porque así tengo la ocasión de enviarte otro abrazo.
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