Soy un adicto a las cosas simples y sencillas. Me gusta lo viejo, todo lo que me ha prestado algún servicio. Y no es cuestión de dinero, he gastado siempre lo que he ganado, pero sin vivir nunca por encima de mis posibilidades, ni a costa de nadie. Voy con los tiempos, me gusta disfrutar del progreso, sin embargo, no cambio nada caprichosamente. Lo acepto todo con naturalidad, lo nuevo y lo viejo. Ni siquiera las formas de pensar más disparatadas llegan a escandalizarme. No vivo de recuerdos, aunque me ayudan para entender el presente y comparar los tiempos. Y a pesar de mi aperturismo de mente, soy hombre de aquellos tiempos que se le cedía la acera a las damas, a los viejos y a los enfermos; con caballerosidad se cedía el asientos y el paso, se descubría uno en sitios cerrados y mantenía un porte correcto. Síntomas de vejez, o, quizás de nostalgia. Puede que en esos pequeños detalles este un poco desfasado, porque las formas de respeto hayan cambiado. No obstante, yo sigo siendo el mismo. No han cambiado mis ideas, ni mis gustos, sólo los he ido adaptando a las exigencias de la vida y en consideración a las personas. A pesar de todo, no me gusta ser igual que la gente. Me siento diferente y quiero creer que lo soy. No por bueno, ni por inteligente, sólo por mis gustos y por mi forma de ver la vida. Porque desprecio la ostentación y el lujo, por creer que lo importante es el contenido y no todas las formas. Porque no me siento propietario de nada. Necesito poco equipaje para andar feliz el camino. Sólo las personas, los lugares y las cosas que siempre he querido.
Mis zapatos no caminan, pero mi imaginación vuela, y en la altura me siento libre de las trabas que rigen abajo. Me pregunto como se verán desde las estrellas la grandeza y las miserias humanas. Mis pasos no me llevan a ninguna parte, tal vez, sea que mis pensamientos no tengan bastante fuerza, y el poder este en mis deseos y ni siquiera mis amuletos de cosas viejas tengan poder para hacer el milagro. La realidad es mi silla de ruedas, lo demás, son sueños.
bellisimo, magico y enternecedor autoretrato , esta asturiana te manda un besin muy grande.
ResponderEliminarSer tu amiga es un lujo y ser diferente es tu esencia, la q nos hace únicos y originales...
ResponderEliminarMi querido Disancor, hay en ti una rebeldía q ni el tiempo ha podido cambiar, afortunadamente: Espero q siempre sea así...
Mil bss y abzs del alma para ti y los tuyos, amigo mío: Buen domingo y mejor comienzo de semana...
Hoy publico tu post en El País de los Bosques como te dije: Gracias...
Hace tiempo que no sé quién soy. Nada. Nadie. Ni sueños, ni realidades. Pero... me gusta tu sencillez, y tu forma de ser.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
La galantería, el ser cortés y educado, no debe de cambiar en estos tiempos de modernidad. Me encanta que me cedan el paso, me abran la puerta, todos esos detalles tan caballerosos y que tanto dicen de la persona en cuestión. Nuestros actos nos definen.
ResponderEliminarYo tampoco encajo en los cánones socialmente correctos. No me gusta estar aborregada, no soy hipocrita, no dejo que los demás me impongan sus opiniones como modo de vida. Vamos, que mi libertad e independencia se pagan caros, pero digo yo, que ahí fuera, habrá alguien para mí.
Un besito Disan.
Pienso mucho más en el contenido que en las formas, Eso en si ya es una rareza, en estos tiempos.
ResponderEliminarMe ha gustado leerte.
Un beso
Disancor, pues a mi me Encanta que seas como eres, y que veas las cosas de la forma que lo haces...yo creo que lo mejor en la vida es Ser Uno Mismo/una misma...y en realidad todos somos diferentes de una forma ó de otra, porque también ¡que aburrimiento sería si todos fueramos iguales ¿no?!, También yo me siento diferente, en el sentido de tener mi propia forma de pensar y sentir y que no me la cambie nadie, no acepto imposiciones ó adoctrinamientos, en todo caso opiniones distintas que cada vez intento respetar más, pero no me gustan las personas que creen tener la verdad absoluta y se empeñan en que todos tengamos que pensar lo mismo y ser iguales. Claro, Ser diferentes, pensar diferente, ser críticos a veces se paga y caro...con algunas personas según de que temas ni se puede hablar y a veces pasa incluso en cosas sencillas. En fin, creo que somos nosotros los Diferentes, quienes en el fondo tenemos Suerte de ser quien somos y que no nos cambie nadie...¡No cambies nunca Disancor!
ResponderEliminarUn Abrazo
No es síntoma de vejez, es de nostalgia...ahora el respeto se ha perdido y a mí me gustaba.
ResponderEliminarSer uno mismo es la mejor cualidad que pueda tener el hombre, vivir conforme a sus ideales es elogiable. Nunca cambies por favor.
Un beso
Eres genial, me encantas vives con tus ideas sin dejarte cambiar por una sociedad que está empeñada en que nos adaptemos a ella, tienes tu mente abierta a este presente pero te acuerdas de tu intenso pasado..., eres muy especial y tienes muchas cosas de decir, no necesitas pies ya tienes una mente grande que se maneja y se mueve a su antojo.
ResponderEliminarBesitos.
A veces nos suceden cosas que nos hacen pensar que no somos de este mundo o si seremos nosotros los raros.
ResponderEliminarTú no necesitas parecerte a nadie, la elegancia, se lleva dentro y siguen gustando las buenas maneras de los que son todo un señor, por eso hoy se me ocurre cantarte: "ya sé que no se estila, que te pongas para cenar, jazmines en el ojal..."
un abrazo.
Creo que más que diferente eres buena persona.
ResponderEliminarUn saludo
Los sueños tambien enriquecen la vida
ResponderEliminarUn abrazo
No es fácil estar totalmente de acuerdo con uno mismo, sin embargo si se reconocen las propias flaquezas, se esta muy cerca de un auténtico autoretrato.
ResponderEliminarOZNA-OZNA, un beso.
Para mi si que es un lujo teneros a vosotros como amigos, y tener cosas bonitas que compartir, quizás muchas más de las que imaginamos.
ResponderEliminarFeliz semana.
Malena, un abrazo.
Creo que los años a todos nos ponen un poco melancolicos. A mí me sucede. Es que el mundo ha cambiado tanto en los últimos veinte años que nos cuesta desprendernos de costumbres y formas de pensar, por lo menos a mí me sucede.
ResponderEliminarUn beso.
mariarosa
Imagino que mi vida es una forma de vivir como otra cualquiera, y hasta dificil de mantener con toda la influencia y presión que recibimos de fuera. Son tiempos muy raros para mantener una posición.
ResponderEliminarMiguel A., un abrazo.
Lo que antes se conocian como reglas de urbanidad, parece que hoy son un estorbo para desenvelverse. La gente tiene comportamientos desconsiderados y poco elegantes.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
Sí, lo más importante es el contenido a la larga, pero a la corta lo que cuenta es la imagen que nos formemos en el primer vistazo. La verdad que somos muy sugestionables.
ResponderEliminarla reina del mambo, un beso.
En todos nosotros conviven dos personas, la verdadera, la real, la nuestra, y la que nos han ido fabricando con lo que vamos proyectamos. En la primera somos diferentes, en la segunda somos según el modelo de la moda del momento.
ResponderEliminarmariaje 15, un abrazo.
Llevas razón, más que síntomas de vejez, lo es de nostalgia de aquella elegancia en el compartamiento de la gente. Hoy con ciertos comportamientos, hasta haces el ridículo.
ResponderEliminarPrincesa, 115, un beso.
Bueno, me cuesta no quedarme atrás en el tiempo, y es que en la vida, hay que ir reciclándose cada día, un paso que no des, un paso que no recuperas.
ResponderEliminarcampoazul, un beso.
...y, sin embargo, no puede uno dejar de preguntarse si las costumbres de antes eran mejores que las de ahora. Y sólo se llegar a la conclusión, y al deseo, que siempre haya buena armonía entre las personas.
ResponderEliminarLoli Salvador, un abrazo.
Me gusta ser diferente, sin que eso supenga imponer diferencias. Soy muy flexible y respetuoso con comportamientos y formas de pensar.
ResponderEliminarODRY, un beso.
Bueno, los sueños son buenos, pero siempre que no se salga uno del territorio disponible. Siquiera un pie hay que dejarlo encima de la tierra.
ResponderEliminarJuanjo, un abrazo.
Sí, es muy complicado adaptarse a tantos cambios, y de índoles tan distintos. Imagino que eso le ha pasado a los seres humanos desde siempre.
ResponderEliminarmariarosa, un beso.
Hola Disancor, tienes las cosas tan claras que es dificil que no te puedas adaptar alguna cosa nueva.
ResponderEliminarEso es saber vivir con los pies en la tierra. Aunque tus pies no se puedan mover, tu mente vuela, y eso es primordial para poder vivir en este mucho de locos cambios.
SAludos y un fuerte abrazo
Querido Disan.
ResponderEliminarTu escrito me ha enmocionado,y sí, te veo también, como te describes.
Un grande abrazo, mí amigo querido.
Janita
No soy coleccionista de nada y, sin embargo, no me gusta cambiar cosas viejas por cosas nuevas. Tomo cariño a todo lo que me ha prestado algún servicio. Igual me pasa con las personas, y hasta con los lugares donde he vivido.
ResponderEliminarisa, un brazo
Una cosa que echa uno de menos en estos tiempos, es el cambio en la cortesía entre las personas. Quizás todo este bien, pero con reglas distintas, sin embargo, yo me quedo con la caballerosidad y elegancia de antes.
ResponderEliminarMe he puesto muy contento con tú visita.
Janita, un abrazo.
Bravo Diego. Eres un tío como hay pocos. Yo creo que a la mayoría nos gustaría ser como tú, mejor dicho, tener tus mismos valores y respeto que muestras.
ResponderEliminarYa quisieran muchos de esos que pueden andar, tener tu dignidad, tu educación, tu capacidad de analizar y tu inteligencia. Porque, amigo mío, ser inteligente también es saber adaptarse a las situaciones y los tiempos y, sobre todo, tener criterio propio.
Un abrazo de Mos desde mi orilla.