martes, 9 de agosto de 2011

MANUALES DE INSTRUCCIONES

Como parte de la biblioteca de una casa, están los manuales de instrucciones de la cantidad de chirimbolos repartidos por todos los rincones. Es una literatura para jóvenes, que además de un lenguaje para iniciados en expresiones moderna, hay que tener muy buena vista. Esto último se podría solucionar si con los papeles regalasen una lupa. Y lo otro también tendría arreglo si hiciesen libros más elegante, y no entregaran papeles mal presentados, con palabras traducidas de cualquier manera. Vaya, que tuvieran en cuenta que también los viejos somos consumidores, y todavía no hemos abandonado el mercado. Nos ponen las cosas muy difíciles. Por si esto fuera poco, casi todas las cosas tienen mandos a distancia con muchos botoncitos para más quebraderos de cabeza. Porque, la verdad, es muy complicado interpretar correctamente la lista de funciones, mucho menos si el lenguaje es un poquillo raro y tienes vista de viejo. Todo esto nos lleva a sentirnos desanimados

Anoche estaba viendo una buena película en mi tele nueva, se ve que toqué algún botón del mando y la pantalla se quedó en negro. Traté por todo los medios de ver el final de la película y sólo conseguí llegar al final de mi paciencia. Hube de darme por vencido y esperar que los más jóvenes arreglaran el desaguisado. En mi cabreo pensé que lo mejor era un libro, porque no había que configurarlo. Pero eso es cosas del pasado, del presente, son las nuevas tecnologías, con un lenguaje muy complicado para los viejos.

13 comentarios:

  1. Los manuales de instrucciones a veces necesitan de su pripio manual de instrucciones.Especialmente cabreante es cuando estan publicados en todas las lenguas mundiales excepto en español
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Manuales de instrucciones huuuy!!! los llamo desinformadores. Es una de mis asignaturas pendientes :)).
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Soy una inutil total para enterder esos manuales y para tanto botón igual, con saber el apagado y el encendido me vale. Lo ponen todo muy complicado, esa es la verdad, no estás solo en estas lides, no creas.

    Un besito.

    ResponderEliminar
  4. Disancor, Amigo, no es sólo problema de los viejos porque yo no me considero vieja con casi 50 años y sin embargo algunos manuales no los entiendo como el de la camara de fotos que me he comprado, lo entenderia mejor si me lo explicaran de viva voz y si vamos a los manuales que vienen en CD-Rom peor todavia porque tardan una eternidad en instalarse, te preguntan no se cuantas veces si quieres instalar esta ó la otra aplicación y para gente tan nula ocmo yo en esas cosas y con paciencia nula también para esperar...¡Imaginaté!, lo que dicen por ahí que el manual de instrucciones deberia venir con manual para entenderlo y seria el cuento de nunca acabar porque quienes los hacen son expertos en una cosa y es complicar la vida a los ciudadanos normales y corrientes...¿qué le vamos a hacer?. A proposito de la lupa, a mi no me viene con las instrucciones pero de alguna forma me hice con una lupa y para muchas cosas tengo que utilizarla porque no veo la letra pequeña ni con gafas que ya es decir..¡Podian pensar un poquito más en los viejos, en las personas con problemas visuales...etc!.
    Un Abrazo

    ResponderEliminar
  5. Se ve que en este asunto no hay excepciones, y todos los comentaristas del blog estamos en el mismo caso. Es posible que el problema no esté tanto en las explicaciones de los manuales, como en en el defase generacional de nuestra mente... y, sobre todo, en el miedo a "joder" los aparatos. Desde luego, yo por ejemplo, veo a mis sobinos manejar tales cosas con soltura... sin perder ni un minuto leyéndose manuales de instrucciones.
    Un abrazo.
    Miguel-A.

    ResponderEliminar
  6. Encima eso, algunos vienen en muchos idiomas, menos el nuestro. Y lo malo es que si no tienes quien te explique algo, no hay más remedio que leer esos manuales.
    Juanjo, un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Pues, estamos obligados a repasar esos engorrosos manuales de instrucciones si queremos que los aparatos funcionen, siquiera, un poquito. Pero deberían tener más consideración con los usuarios.
    la reina del mambo, un beso.

    ResponderEliminar
  8. Es todo un castigo para los viejos atender tantas indicaciones para hacer funcionar el aparato más simple. Yo, por lo menos, me he quedo en analógico.
    ion-laos, un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Miré así por encima, y en mi biblioteca hay más de curenta manuales de instrucciones. He comparado los viejos y los nuevos, y me he dado cuenta que los de antes se entendian mejor que los de ahora. Cada vez nos complican más la vida.
    mariaje 15, un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Bueno, hay que reconocer que con el mismo aparato se pueden hacer muchas cosas, y eso complica más la vida del usuario. Esta vida tan digitalizada es buena para los jóvenes, que parece que ya vienen al mundo con las piezas instaladas para endender bien las nuevas tecnologías.
    Miguel A., un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Los de los manuales es un cachondeo. A veces son libros inmensos donde vienen las instrucciones en todos los idiomas del mundo. Otras veces no vienen en castellano. Y en la gran mayoria de los casos son muy poco ámenos y nada didácticos. Mucha culpa de esto lo tiene la globalización.

    Sobre la complejidad de los aparatos disiento un poco contigo, yo creo que todo el mundo si lo intenta acaba dominandolos, tarde o temprano.
    A veces son poco intiutivos, pero con saber unar lo más básico y habitual podemos sobrevivir.

    Saludos

    ResponderEliminar
  12. En una ocasión me propusieron que escribiese libros de instrucciones para no sé que producto ¿Te imaginas lo que yo hubiese escrito? Creo que con mis explicaciones jamás hubiera funcionado el aparato.
    Uno, un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Esos manuales de instrucciones deberían traer consigo otro manual para poder entender cómo se maneja el manual primero.
    Ufff que lío me he hecho, jajaj pero creo que entendiste

    Un beso

    ResponderEliminar