Soy persona muy
paciente y nada conflictiva, sin embargo, no puedo evitar alterarme cuando
hablo y la gente no me escucha. Soy consciente que debido a mi trastorno de
ataxia el tono de mí voz es un poco bajo. En cambio, hago el esfuerzo de
vocalizar y pronunciar correctamente. Con lo que poniendo algo de atención no
hay problema para entenderme. Pero son muchas las personas que no tienen paciencia,
y son ellas las que terminan mis frases y acaban diciendo lo que les da la
gana, como si lo hubiese dicho yo. Y acabo no conociendo mis historias y hasta
empiezo ha preguntándome cuál será el final. Aunque me cuesta aceptarlo, he
acabado echándole humor y dejando que sean mis interlocutores los que digan lo
que pienso, lo que me gusta y lo que iba a decir.
El mayor problema
viene cuando tengo que dar explicaciones o pedirlas, cuando tengo que
desarrollar un tema o formular una queja. En resumidas cuentas, cuando tengo
que defenderme, cuando tengo que decirle a alguien que esta equivocado, y que
permita que se lo demuestre con palabras. Generalmente, no te lo permiten, y he
de limitarme a escuchar lo que se supone que yo estaría diciendo. ¡Cuánto me gustaría poder echar broncas,
aunque sean telepáticas, en ese momento! Y otro problema añadido es que no
siempre se me interpreta correctamente.
Es una sensación muy
extraña la que sientes cuando tienes mucho que decir y has de permanecer
callado, escuchando barbaridades y despropósitos, y sintiendo la impotencia de
ver que no te hacen caso. Alguna vez me
enfado y exijo que dejen que me explique, pero el silencio acaba apenas iniciada
mi argumentación.
Si yo no me hubiera
pasado toda vida en la calle relacionándome con la gente, mi problema sería más
llevadero, pero ahora es duro para el
hablador tener que estar callado. Por ello, es por lo que me gusta pasear solo
conversando conmigo mismo. No tengo dificultad de entenderme con mis
pensamientos. Soy feliz si no tengo necesidad
de traducirlos a sonidos.
Las reclamaciones,
protestas y broncas, las grabaré en un artilugio sonoro y lo pondré a todo
volumen. Cualquier cosa antes que darse por vencido. Soy yo quien tiene el
problema, y yo he de resolverlo. Pero…¿cómo?
Escribe tus pensamientos, tus lectores-as los escucharemos.
ResponderEliminarTodos ( aparte de nosostros mismos) necesitamos ser escuchados.
Venga , ánimate, Un abrazo.
Y si quieres escribe solo para ti, eso relaja, besos.
Hola Disancor, pues tal vez sería bueno como tú dices que lo gravaras y poner a todo volumen para que se enteren bien.
ResponderEliminarA mí me sucede muchas veces cuando estoy hablando y me pongo nerviosa se me olvidan las palabras y mi compañero o alguna persona que me conocen me echan una mano para salir del paso. A mí no me importa porque si no lo hicieran me daría más rabia no poder terminar lo que estaba diciendo. Pero reconozco que no es agradable que tengan que terminar algo que tú estas diciendo.
Paciencia y cuando no quieras que sea así grita no, no es eso. No es eso lo que quiero decir...
Saludos y un abrazo fuerrrrrrrrrrrrrrrte
Te debía esta visita.
ResponderEliminarUna de las mejores conversaciones que he tenido ha sido contigo (en la puerta de la Casa de la Cultura el otoño pasado)Me fascinó como hablabas desde la experiencia, rememorando otros tiempos donde la situación tampoco era fácil, pero en la que eras capaz de ver "luz" al final del tunel y no deseperanza, como en estos días que corren.
Leerte o conversar contigo es un placer.
Tienes el "don" de saber contar lo que quieres, por escrito o hablado. Claro y conciso.
Un beso.
Diego, soy atáxico y deficiente auditivo. Apenas converso con nadie. Cuando discuto, dicen que grito. Debe de ser cierto, porque no puedo regular mi propio volumen de voz. Lo que resulta evidente es que acabo muy cansado. Así que paso. Lo peor, es que alguuno acaba pensando que tengo pocas luces en la cabeza.¡Que lo vamos a hacer!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
El problema lo tienen los demás, no tú. Y en esos pensamientos que llevas contigo mismo, también puedes añadir, la gente con la que hablo, me entiende perfectamente y me dejan acabar la conversación. Afirma, y verás como el problema queda solucionado. La mayoría de las veces, ponemos la intención negativa, y así nos va, es como si telepaticamente, ya le dijeramos al otro, que nos interrumpa. Pues prueba lo positivo, porque si con lo negativo te funciona, pues tambien para bien, no?
ResponderEliminarBuena semana Disan, montones de besos.
Oír es precioso para el que escucha.
ResponderEliminarAbrazos.
Ponte una pizarra que diga; ¡SILENCIO, QUIERO EXPRESARME!
ResponderEliminarEn muchas familias sucede que al hablar todos a la vez, alguno queda sin ser oído. Cosas de vivir en familia, vivir es fácil, convivir no lo es.
Un abrazo.
Pues si que es un gran problema, esa gente no solo no escucha sino que no se da cuenta de que hoy tú tienes una dificultad y mañana pueden ser ellos…
ResponderEliminarYo en tu lugar escribiría las reclamaciones y pensamientos y se los entregaría, en las quejas pondrían que ante la imposibilidad de ser escuchado con paciencia lo pones por escrito para que cuando lo consideren oportuno lo lean con atención… si desean saber tu opinión o el fin de tus historias, puesto que son tus historias. En fin, amigo mucha gente vive muy aprisa y sin mirar a los lados… mucho menos de frente.
Besitos.
Estimado Diego:
ResponderEliminarNo lleva toda la razón quien más alto habla; ni aunque graves tu voz y la pongas a todo volumen, quien no quiera escucharte lo hará, que para eso están los tapones de cera.
En mi opinión, la palabra escrita, la que se lee en silencio como yo hago con tus comentarios, cala más hondo y queda más tiempo entre nosotros, que el sonido, que viaja por el espacio a una determinada velocidad y se aleja y se pierde en los confines.
Para combatir esa situación es por lo que yo creé el siguiente blog, para que al leerte, tu voz resuene por muchos años sin necesidad de elevarla innecesariamente. Muchas gracias por tus escritos.
http://homenajeadiego.blogspot.com.es/
La verdad que procuro desahogar escribiendo lo que pienso, pero para relacionarse es necesario hablar, Sin embargo, como parece que el que más razón tiene es el que grita más fuerte, y como a mi apenas se me oye, solo digo tonterías. También el humor me tranquiliza.
ResponderEliminarAmapola Azzul, un beso.
Es que es bueno todo. El humor y la buena comunicación.
EliminarEl buen humor fluye dentro de una buena comunicación. Besos a ti.
Y no son tonterías las que dices, es una necesidad innata al ser humano.
Besos.
ESCRIBE, HABLA, COMUNICA, SIENTETE BIEN.
Bueno, quizás ni el aparato grabador me entienda,- aunque me escuche,- para resolver mi problema. Después de pensarlo bien, el hablar poco no es una tragedia. He acabado echándole humor. y lo paso muy bien viendo con la facilidad con que algunas personas adivinan lo que pienso, Si no fuese porque de cuando en cuando hay que reclamar, protestar y quejarse, el silencio me parecería divertido.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
ResponderEliminarPues, muchas gracias por tu amabilidad y paciencia. También para mí es un placer charlar contigo compartiendo opiniones y esperanzas. Sabes escuchar, animar y decir cosas interesantes, y seguro, seguro que para ti hasta pasa desapercibida mi dificultad hablando.
Daniela Haydée, un beso.
La verdad que nosotros tenemos problemas de todo tipo, y aunque luchamos para sobreponernos y no desmoralizarnos, no siempre lo conseguimos, porque, además, somos mucho más sensibles que las personas sanas. Contra el sufrimiento no es fácil inmunizarse, también es muy difícil la integración total.
ResponderEliminarMiguel A., un abrazo
Por desgracia, lo mío no es un problema de aptitud negativa, ni complejos frente a mí dificultad hablando. No me desanimo con facilidad, pero tampoco me engaño con falsas ilusiones. La realidad es la que es, y yo tengo la mitad de las neuronas de la voz muertas. Pero, a pesar de todo, me resisto a admitir que la dificultad es solo mía.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
ResponderEliminarHay mucha gente que le gusta más hablar que escuchar, y se ve que a mí me tocan las personas más habladoras y las que menos escuchan, así que he acabado convirtiéndome en un oyente pasivo que apenas interviene en conversaciones ni debates.
Pedro Luis López Pérez, un abrazo.
ResponderEliminarCierto, cuando se juntan varias personas todas hablan a la vez, y hasta cuentan cosas distintas. En esos casos yo permanezco mudo pensando en mis cosas, no intento enterarme de nada, porque, total, no voy a poder intervenir.
María Rosa Giovanazzi, un beso.
ResponderEliminarEs lo que hago, Últimamente, cuando tengo que protestar, quejarme o reclamar algo, lo escribo, pero muchas veces tengo la sensación que lo leen solo así por lo alto. O será que ya estoy tan escamado que desconfío de todo. Y es que es muy difícil desenvolverse en el mundo normal de las relaciones y las gestiones diarias.
campoazul, un beso.
Es muy bonito eso que dices de que las palabras escritas permanecen, pero los sonidos se apagan al instante. Sin embargo, para relacionarse en estos tiempos es necesario hablar mucho, discutir y hasta gritar de cuando en cuando. Así las cosas, los que tenemos problemas en la voz acabamos aislándonos bastante. Ni siquiera tenemos fácil la comunicación telefónica.
ResponderEliminarMis escritos no valdrían nada si no hubiera personas como tú que los lean y los difundan.
Relatos de la guerra de Ifni, un abrazo.
Perdona, sigo pensando lo mismo, escribir es bueno, abrazo.
ResponderEliminarA veces hablar con los demás y otras hablar con uno mismo, expresar lo que uno siente, estar en armonía ayuda mucho.
No dejes de escribir ni de expresarte.
ResponderEliminarCon la fotografía con lo que tú quieras , no dejes de ser tu mismo. Besos.
Ya sabes lo que decía Machado, "Me gusta conversar con el hombre que siempre va conmigo".
ResponderEliminarUn abrazo