Puedo dar fe que esta
cara infantil fue la de un soldado español en la guerra de Sidi Ifni del año 1957. Las necesidades de la vida y un
porvenir incierto le llevaron a proba suerte como voluntario en el ejército.
Una descomunal aventura para un cuerpo tan pequeño. Rota su pobre e incipiente
resistencia, toda una vida recogiendo y pegando trozos de salud y de fracasos.
Indiferencia de la administración y lucha desigual en una vida de subsistencia.
Si su objetivo era envejecer, la verdad
que lo ha conseguido. Ya le puede quitar a la foto la cara de
niño y ponerle la de viejo. Y lo pasado, pasado esta. Hoy, sólo son
recuerdos.
Sonriente el rostro con valor y coraje, llegar a estos días a sido un logro, no sé si la vida era mejor antes o lo es ahora, o si nunca lo ha sido buena suficiente para sentirse seguro, protegido y feliz.
ResponderEliminarHe repasado el resto de tus recuerdos, ya que hace unos días que no nos visitamos.
Un buen fin de semana y un abrazo.
Ambar
Hola Disancor. Una foto bien antigua. La sonrisa y las ganas de comerse al mundo tenías en tu cara. Son no son tan solo recuerdos, son parte de una vida, tu vida, la que te ha tocado. Supongo que por lo que cuentas una vida dura, muy dura en el ejercito, y poco reconocido los esfuerzos que hiciste tú y otros muchos hombres como tú. Una guerra de Sidi Ifni del año 1957 que dejo muchos pedazos rotos de muchas vidas.
ResponderEliminarTienes coraje para contarlo y te has hecho viejo. Estas haciendo el viaje a Itaca. Eres rico en saber y en vida, que muchos no pudieron llegar a lo que tú has llegado a pesar de tener una mala salud de hierro.
Saludos y un abrazo fuerteeeeeeeeeee
Tu cuerpo será viejo pero en lo profundo, tu alma debe ser la de ese jovencito :) Abrazo grande, Disancor, te quiero.
ResponderEliminarEstimado amigo y compañero de fatigas allá por las tierras africanas:
ResponderEliminarPar ti, mi saludo y mi más emocionado recuerdo.
Diego, conmovedor texto. Disculpa que no pase por tu blog las veces que me gustaría. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarUna vida encierran tus palabras. En esos había ilusión, fe. ganas de comerse el mundo. A tu manera lo has conseguido. Una vivida y toda una experiencia y recuerdos para compartir.
ResponderEliminarUn beso
Eres un luchador Diego, tan fácil como dejarse vencer y eso tú no lo has hecho, ni lo harás.
ResponderEliminarBuen finde, muchos besos.
Hola Diego, en pocas líneas has perfilado tu sentir. No hay que quitar esa cara, sigue formando parte de uno mismo, aunque las palabras "probar suerte" se pierdan en la niebla y difuminen un contorno de ilusiones y penas. Un abrazo y buen día
ResponderEliminarHola Diego.
ResponderEliminarPaso a revisar tu foto, desde ayer, recuerdos afloran también en mi mente de ese 57 y lo diferente que entonces era la vida también para mí.
Tu alma lleva muchos recuerdos guardados y nos los vas regalando poco a poco, sonriente y lleno de esperanza, ese joven rostro de aquellos tiempos. Gracias por estos cachos de vida.
Un abrazo y un buen fin de semana.
Ambar
Es humano pensar que las mayores gestas de valor y coraje son la que hace uno mismo, pero a poco que nos fijemos en el gran drama que viven muchas personas de nuestro entorno y nuestro tiempo, aprenderemos a ser humilde. Yo mismo siento que exagero con la aventura de mi vida.
ResponderEliminarAMBAR, un abrazo.
La foto de un joven ilusionado y soñador que ya había empezado a ver en uniformes, armas y guerra, lo más feo de la vida. No se puede decir que empezara con buen pie mi aventura. Sin embargo, y pese a las muchas dificultades y problemas de salud, he llegado a viejo con una mente sana y un cuerpo inservible.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
La verdad que hay una descoordinación entre mi mente y mi cuerpo: Pienso como un niño y me muevo como un viejo. Ya recorro la última etapa de la vida con muchas dificultades. Sin embargo, soñar, sigo soñando.
ResponderEliminarmarcus, un abrazo.
Hay recuerdos de hechos que influyeron tanto en nuestras vidas que no se puede evitar que afloren de cuando en cuando, y que los tengamos presentes hasta en los detalles más simples. Para nosotros, por parecidos o diferentes motivos, supuso todo un trauma el conflicto de Sidi Ifni.
ResponderEliminarJuan Conejo López, un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro mucho de tenerte aquí de de nuevo. Puede que la entrada de hoy no sea de las más alegres. De cuando en cuando se cae en el desánimo y eso se nota mucho en las cosas que se dicen escribiendo. Gracias que son nubarrones que pasan pronto.
Antorelo, un abrazo.
ResponderEliminarCreo que a casi todos nos pasa que llegado a viejo nos paramos a hacer recuento de lo vivido, de las cosas que debimos hacer y no hicimos, de las oportunidades desaprovechas, de los errores cometidos… Si no fuese porque somos juguetes del destino, hasta sentiríamos remordimientos por no haber vivido mejor la vida.
Katy Sánchez, un abrazo.
Pese a ser el protagonista, no puedo dejar de sentir emoción al verme en esa foto con cara de niño, y entonces pienso en esos niños que pasan toda clase de penas y dificultades para hacerse mayores y abrirse camino en la vida. La necesidad es la que da el valor para seguir adelante.
ResponderEliminar-ion-laos, un abrazo.
ResponderEliminarCreo que en los tiempos de la foto yo no era consciente de la realidad de mi vida. Todavía hoy no entiendo como con esa cara de niño se podía vestir un uniforme y participar en una guerra, y sin embargo, seguramente que hasta yo aceptaba entonces la situación con toda naturalidad. Han tenido que pasar muchos años para comprender que aquello fue una locura.
Loli Salvador, un abrazo.
Muy lejos queda el 1957. Toda una vida. Deseo que todos tus recuerdos sean felices, partan del tiempo que partan y que todavía te quede por acumular muchos,
ResponderEliminarAMBAR, un abrazo.
A todos, FELIZ FIN DE SEMANA.
ResponderEliminarEs la vida.
ResponderEliminarDura para algunos. Un abrazo y piensa que lo puedes contar, otros habrán quedado allí...
Un abrazo.