Sentado en el suelo, con la vista baja, mirando al suelo con insistencia y un cartón doblado a sus pies, con un mensaje de socorro, escrito con bolígrafo y trazos inseguros, que decían: OBRERO PARADO NECESITA AYUDA, al lado una cajita con algo de calderilla, y la gente pasando como con prisa. Así estaba nuestro compatriota, porque era un español, además con familia. Me paré a su lado,´´ pensando como entablar conversación con él sin que se ofendiera. Yo no tenía que cruzar la calle, pero más bien para ponerlo a prueba, le pedí que me ayudara a cruzar. Cuando estuvimos en la otra acera, le pregunté si quería tomar un café conmigo, y un café tomamos. Hablamos de cosas sin importancia. Iniciamos muchas conversaciones, y ninguna terminamos. Intenté saber algo de él, pero nada me contó, sólo que a muchos kilómetros tenía familia. Respete sus silencios, su intimidad y su historia. Me quedé con lo mucho que adivinaba de su vida. Me acordé de reportajes de televisión en los que el protagonista al perder trabajo, perdía casa, familia y autoestima. Y no es ficción, es la triste y amarga realidad. Todo queda reducido a deambular por las calles con sus propiedades en la mochila, un cartón gritando su necesidad, y pidiendo con la vista baja ocultando su drama, y durmiendo en un banco, una puerta o al abrigo de unos cartones, tal vez, con la cara mojada por las lágrimas.
En un descuido mío, pagó los dos café, el suyo y el mío, y antes que yo pudiera reaccionar, me tendió lo mano y, apenas con un susurro, dijo: “Gracias, amigo” Le estreché la mano con fuerza y complicidad, pero no puede pronunciar palabra, todo lo dijo el silencio. Con paso cansado y la mochila a la espalda se perdió en la calle. Lo he intentado, nunca más lo he vuelto a ver.
Jo disancor, que triste que algunas personas se tengan que ver en esas condiciones.
ResponderEliminarNo te quepa duda que pagó los cafés con gusto, le diste algo mucho más valioso que unas cuantas monedas.
Un saludo
Durante mucho tiempo colaboré en una ONG con "personas sin hogar" y te puedo asegurar que lo que más valoraban era un rato de compañía.
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog
Ut
silver´moon, como siempre, gracias por tu presencia en mi blog.
ResponderEliminarSaludos.
Es admirable la labor que desarrollan las ONGs, es admirable la solidaridad entre los seres humanos. Y hay personas que con muy poco son tan felices.
ResponderEliminarUt, agradezco tu comentario.
Un saludo,