lunes, 2 de agosto de 2010
LOS VIEJOS
Mientras las personas mayores estén de buen uso y tengan nietos pequeños estarán libres de ir a una Residencia, después ya es fácil que el destino final de sus vidas sea ese. O como un trasto inservible y sin ningún valor, se lo queden olvidado en un hospital o una gasolinera. Puede más la comodidad que los sentimientos. Porque no es siempre por necesidad por lo que se deshacen de los viejos.
Los hijos entran en negociaciones, y entre derechos y obligaciones, ninguno quiere quedarse a los padres. Unos alegan razones de trabajo, otros razones de espacio en la vivienda y otros pasan olímpicamente del tema, y si hay bienes, procuran heredar antes de tiempo. Proponen muchas soluciones a espalda de los ancianos, hasta que, aún queriéndolos mucho, los sacan de sus vidas.
Esta es historia que se repite, y mucho más se repetirá en generaciones venideras. Deshumanizados tiempos de cariños achacosos y atrofiados remordimientos de conciencias.
¿Qué hacemos con los viejos? Lo que hagáis con ellos, harán con vosotros.
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Yo puedo contarte muy brevemente mi experiencia.
ResponderEliminarPor desgracia ya no tengo en este mundo a mi padre aunque siempre estará dentro de mí, siempre respiraré por él.
Mi padre fué un enfermo de Alzheimer durante 15 años pasando por las diferentes etapas de esta asquerosa y cruel enfermedad. Siempre estuvo en su casa, arropado, ayudado en todas sus necesidades, mimado, amado por su mujer y sus hijas. Lógicamente hubo que pedir ayuda externa pero sin salir de su casa, tal cual que murió en su casa, en su cama rodeado por su mujer, sus hijas, sus nietos y sus yernos.
Me voy emocionada hoy de tu casa.
Un beso.
¡Cuanta verdad!
ResponderEliminarHace unos meses fui a visitar a dos ancianas vecinas que por esas cosas de la vida y las familias, estaban en diferentes geriatricos (así se los llama aquí) La primera con sus 91 años estaba lucida y a pesasr de que no lograba moverse con seguridad, tenía una mujer que la acompañaba. La nuera decidió que era muy caro pagar a una persosna,y convenía internarla. A los tres meses murió de tristeza.Añoraba su casa y sus flores.
La segunda duro un tiempo más, pero no paso los seis meses.
La primera, estaba internada en un ambiente de rigor. No le permitían moverse, debía estar sentada todo el día y a las cinco de la tarde le daban la cena y a dormir.
La segunda estaba en un ambiente más cordial, iba y venia por el lugar sin problemas.Pero extrañaba.
Las dos habían vivido solas, haciendo su voluntad, cuidando flores, tejiendo, comiendo lo que sabían les hacía bien, es decir cuidadandose.
Pero los hijos son duros, algunos no tienen corazón. Eso sí, las casas las vendieron antes de que ellas murieran Se llamaban Bety y Blanquita.
Perdona lo largo, es un tema que me duele mucho.
Un beso.
mariarosa
Disancor, un tema de mucha actualidad, y la verdad es que cada vez tenemos una sociedad mas vieja porque la natalidad no sube precisamente. Mis padres, mal que bien, aún viven, se manejan bien, ...pero no por eso me es ajeno el tema del que hablas. Mi Abuelo por parte de madre, se quedó sólo en parte por testarudo y por las discusiones con un hijo que quería mandar tanto como él, la cuestión es que mi abuelo se fue haciendo viejo viviendo solo y unicamente a días cuando ya estaba peor contó con la ayuda de dos de sus hijas entre ellas mi madre, las demás hijas junto con mi tio no quisieron saber nada de él hasta después de muerto, eso sí luego se pelearon por llevarse la mejor parte de la herencia... para eso no era mal padre. También he oído mucho sobre las condiciones en las Residencias, porque en algunas para ser de pago encima les atienden poco bien, apenas les mueven del sitio para evitarles siquiera las escaras, apenas les dan agua para hidratarse incluso con los peores calores y en algunas apenas les alimentan salvo cuando van los hijos ó los nietos ó sobrinos a verles y entonces claro tienen que disimular y les dan mejor comida (y esto curiosamente las hermanitas de los pobres). Particularmente, haría lo que fuera con tal de no meter a mis padres en una Residencia pero es que incluso personalmente si llegara a ser muy vieja y quedarme sola preferiría morirme sola en mi casa antes que entrar en una Residencia ó Geriatrico aunque imagino que alguna Residencia si funcionara bien...también imagino que hay hijos que intentan por todos los medios no meter a sus padres en residencias pero al finall no pueden evitarlo. En fin, un tema delicado y complicado de resolver. Disculpa la extensión...
ResponderEliminarUn Abrazo
¡¡¡Que verdad acabas de decir!!!!.
ResponderEliminarY nos pagarán con la misma moneda.
Se aprende con el ejemplo y se ensaña tambien...
Muchos besos
Mi madre es viuda desde hace 4 años, es diabética insulinodependiente y tiene un 20% de visión. Como quiere vivir en su casa, independiente, y a mí me parece bien, quedamos en cuidarla entre mis dos hermanas y yo. Sólo quedo yo. Una de mis hermanas "desapareció". La otra, va tres tardes por semana. Yo voy cada día, combinando con mi trabajo, mis hijas y mi casa. Y lo hago encantada: es MI MADRE.
ResponderEliminarPuede que llegue un día que yo sola no pueda, pero ya he hablado con mis hermanas y les dije: el dinero de la mamá será para que ella pueda tener a una mujer que la cuide, no para repartínoslo nosotras... Ya veremos...
Besos enormes, querido Disancor.
Siempre he dicho que hay que respetar las decisiones de nuestros mayores. Mi madre siempre ha dicho que cuando sea mayor quiere ir a una residencia porque le apetece estar con gente de su edad, bien cuidada, jugando a las cartas ... etc.
ResponderEliminarYo creo que lo dice porque no quiere ser un carga para nosotros pero lo que ella no sabe es que para sus hijos nunca sera una carga sino todo lo contrario.
Un beso
Ut
El afecto desinteresado de los hijos ya se percibe a lo largo de la vida. Tengo 2 hijos(chico-chica) de momento solo cuento con uno para la vejez,me hija hace tiempo que me dió la espalda pero mientras pueda valerme por mi misma no dependeré de nadie, despues tomaré mi decisión y me ire a una residencia no soportaria ser una carga para nadie.
ResponderEliminarTerrible enfermedad el Alzheimer. Comprendo el calvario que habreis pasado durante 15 años, y la suerte que tuvo tú padre de tener una familia ejemplar Conozco el problema, porque me tocó muy de cerca.
ResponderEliminarDeseo que te haya emocionado el recuerdo, y no la torpeza de mis palabras.
Emibel, un beso.
Tiene que ser muy triste morir solos en una residencia, y en muchos casos teniendo familia, y puede que hijos por los que tanto has dado. Nunca sabremos donde y como acabará nuestra vida.
ResponderEliminarmariarosa, un beso.
El trato en las residencias puede que no sea bueno, y a eso añadimos la soledad al estar fuera del entorno donde vivieron, la falta de cariño de sus familiares, la incapacidad para manejarse solos... No, no es un panorama ídilico el de los viejos olvidos por sus parientes.
ResponderEliminarmariaje 15, un abrazo.
Tal vez mo seamos culpables, y lo sean los tiempos que vivimos, pero lo que no podemos, de ninguna manera, es justificar nuestra falta de humanidad para con los mayores. No es una realidad inventada, el mal existe.
ResponderEliminarSusy, un beso.
Siempre he pensado que todo lo que hagamos por nuestros mayores lo hacemos por nosotros mismos.
ResponderEliminarHay personas mayores que deciden como pasar sus días, y se les debe de respetar, pero facitándoles las cosas para que sean felices allá donde hayan decidido vivir.
Amelia, besos.
Lo único cierto es la muerte, pero, si tenemos suerte, llegaremos a viejo. La cuestión es como pasaremos el últimmo tramo de la vida. Tal y como se ve, el panorama no es muy halagueño.
ResponderEliminarLuna, un abrazo.
Algunos padres llevan su sacrficio con los hijos hasta sus últimas consecuancias, volutariamente ingresan en residencias para no ser una carga para los hijos, y dejándoles libres de responsabildades para que vivan sus vidas.
ResponderEliminarUt, un abrazo.
No asusta la vejez, asusta la incapacidad, la dependencia en los demás. Mientras nos valemos por nosotros mismos, mal que bien, nos vamos defendiendo, lo malo es cuando ya neesitamos la ayuda de los demás para seguir viviendo.
ResponderEliminarEurice, un bsso.
Creo q a veces olvidamos lo importante q es la labor de empatizar con los sentimientos de los demás, de nuestros mayores, de quienes nos rodean.., de quienes lo dieron todo por nosotros..
ResponderEliminarAbandonándolos a ellos/as, perdemos una parte importante de nosotros/as mismos/as:
Nuestra dignidad..
Yo habría dado lo q no tengo, por envejecer con Roberto.., y hacer de nuestro amor algo perpetuo y eterno.., aunque siga siéndolo,
pq ni la misma muerte ha cambiado eso..
Te envío un fuerte abrazo envuelto en gotas de lluvia, y mi pensamiento permanente..
Sé q estás ahí.., y eso me reconforta, pq eres una gotita de vida..
Tu amiga,
Male.
(Te comenté los posts pendientes, desde el 17 de Julio..)
Afectos, cariños y abrazos..
Y en demasiadas ocasiones es tal cal lo relatas, no me cabe en la cabeza, pero sí que he visto casos en los que se pelean por la herencia y después se rifan a los ancianos con las esperanza en que no les toque el numero..., ¡cruel!. Realmente vivimos en un mundo de prisas, pero deberíamos pensar que si nosotros hoy no disponemos de mucho tiempo para ellos, ellos también tuvieron que andar muy ocupados con nosotros..., y no nos abandonaron, ni nos internaron...
ResponderEliminarBesos.
Y eso que sin contar que muchos de los hijos y nietos viven de su pensión y, además, los tienes de auténticos criados.
ResponderEliminarCasi, casi, que prefiero la residencia.
Saludos.
Son tiempos salvajes y alienante. Fomentan el Yo, el individualismo y egoísmo. Destruyen la familia (del tipo que sea), la sociedad y la amistad.
ResponderEliminarEs dificil tener hijos, pero esto es una opción, imposible tener el tiempo necesario que se merecen. Ahora también es complicado tener padres, pero esto no elegible, estos nos los dieron junto con la vida. Realmente es triste que las cosas sean así, se tira a lo comodo, lo práctico y prescinde de los sentimientos.
Con estos tiempos, yo me reservo el derecho a llegar a ser viejo.
Lo entiendo, querida amiga,`pero Roberto estará vivo mientras tú lo sigas rocordando, aunque vuestros sueños se hayan truncados en esta vida.
ResponderEliminarEl destino, algunas veces, es muy cruel.
Lo peor de la vejez es la soledad y la incomprensión.
Melena, deseo que te encuentres animada.
Besos.
En el fondo, tenemos que admitir que es la familia la que esta en crisis, o al menos, eso es lo que nos parece a los viejos. Hoy tenemos comportamientos muy egoistas, y no nos aguantamos unos a otros.
ResponderEliminarcampoazul, un beso.
Eso, hoy no pocos jóvenes viven a costa de los viejos, y por si no fuera poco, los tienen de criados, y mientras son de alguna utilidad todo va bien, lo malo es cuando dejan de serlo.
ResponderEliminarEl Dosmilypico, un saludo.
Bueno, aunque sea por curiosidad tenemos que desear llegar a viejo. Los tiempos no son buenos, pero puede que la suerte si lo sea.
ResponderEliminarUno, un abrazo.