No estoy triste, no estoy deprimido, ni tampoco amargado. Estoy desesperado, ese sentimiento de impotencia que se empeña en vencerme enfrentándose a esos otros de rebeldía y soberbia. Sí, soy rebelde y soberbio, y sin embargo, también yo necesito desahogarme gritando toda mi rabia con palabras escritas con letras de lágrimas. No siento pena, no me doy lástima. Solamente estoy desesperado buscando una salida que no existe, porque son puertas que cuando se cierran ya no se abren. Quiero estar loco y cuerdo a un tiempo, pienso que la locura alivia el sufrimiento, pero deseo seguir cuerdo para continuar viviendo, porque hasta el dolor es vida. En la comedia de la vida sólo hay una representación, con personajes únicos, es el no de las oportunidades. Y si al menos tuviésemos un cuerpo que funcionase hasta el final del trayecto, pero la enfermedad esta al acecho de la felicidad del ser humano, y entonces empieza el calvario. El querer y no poder, el desear y no tener, la lucha de las limitaciones, la compasión de quienes te rodean y la amarga sensación que eres un inútil y una carga. No siempre cierto, sin embargo, el enfermo, la tiene, y por mucho que lo intente, no puede evitar esos o parecidos pensamientos.
Soy feliz cuando duermo, mis problemas empiezan cuando despierto, que es el momento en el que comienzo a mover el esqueleto. A pesar de las dificultades, me visto solo, y por lo bajo suelto algún taco, mientras me voy colocando prendas y contándome sueños locos para la jornada. Y es entonces cuando aparece mi cabreo, con el intento de poner en práctica los proyectos que mi temblor desbarata. Porque estoy electrificado, con los cables pelados haciendo cortocircuitos, y puede, que hasta con algunos fusibles fundidos. Es lógico que más que un neurólogo necesite un electricista. Me sirve de alivio ponerle al enfado paños de humor negro. ¿Qué puedo hacer, si no hay cura ni remedios? Por raro que parezca hay muchas enfermedades para las que no existe tratamientos, que sólo se curan con la muerte, y como la vida es tan amables, preferimos seguir enfermos.
Se como se hacen las cosas, sé como se resuelven problemas, pero cuando lo intento no puedo ni pasar las páginas de un libro, pese a todo, peor o mejor, en más o menos tiempo, acabo haciendo la mayoría de las cosas, y eso me anima a seguir, al menos, intentándolo. Mi dignidad esta ligada a mi autosuficiencia. El tiempo no cuenta, lo que una persona sin dificultades hace en una hora yo necesito medio día.
Repito, no soy un triste ni un amargado, ni me siento acomplejado paseando en mi descapotable. Voy por el mundo orgulloso de mi estampa y de quien soy. Mi lema es respetar a las personas y no atender comentarios y críticas. Hasta mi sombra huye molesta porque no le hago caso. Y a pesar de todo lo dicho, estoy desesperado, mucho tengo que estarlo para venir a contárselo a la pantalla del ordenador, amparándome en el anonimato para hacérselo llegar a mis misteriosos amigos. Seguro que serán compresivos y tolerantes por mi debilidad en el desahogo. Es imposible vivir sin comunicarse, sin compartir lo que nos va ahogando. A mi sólo me queda la palabra escrita, y por poco tiempo. La parte oral la tengo bastante deteriorada, vaya, no esta para muchos discursos. Siempre he disfrutado con una conversación o un buen debate, pero, ya ni siquiera le puedo leer el periódico a mi amigo el ciego. Y no obstante, mi mente cada día esta más lúcida, con lo que soy consciente de cual es mi realidad hoy y cual será mañana. Soy la persona que se esta ahogando y sigue nadando para mantenerse a flote. Se dice que no te quejes, porque hay muchas personas peor que tú. De verdad, eso no me consuela. Es sufrimiento y no quisiera que ninguna persona lo padezca, ni que pongan, comparándolas, las enfermedades como ejemplo. Cada uno tiene que aguantar la que le ha tocado en la tómbola de la fatalidad. No podemos cambiar la suerte que el destino nos ha asignado.
Mi queridísimo Disancor...cuánto daría por poder aliviarte. Es injusto que el cuerpo vaya por su lado sin poder evitarlo, sin poder mandar de él, como debería ser. Un hombre tan inquieto, tan inteligente, tan capáz, con tantas ideas, con tanto sentimiento...y que una terrible enfermedad haga que no puedas llevar a cabo los proyectos, las ilusiones...o el día a día que querrías...es injusto y cruel.
ResponderEliminarNo sé si sirve de algo, pero te entiendo tanto, te siento tanto...Y te quiero un montón.
De parte de Fernando (que no puede comentarte pq no tiene blog):
ResponderEliminarHola, no en las mismas circunstancias, pero tambien llevo gadgets, sino no podría andar, describes lo que pasamos muchos y no tenemos redaños para escribir, no tengo suficientes palabras para escribir, solo decirte, que tienes un par de huevos, tira millas y riete (como yo hago) hasta de tu sombra
Nando
Disancor, digo lo que Amelia me gustaría estar ahí a tu lado, al menos para que pudieras deshaogarte mejor y por supuesto que puedes deshaogarte aquí en el blog ¡mas faltaría...! y los Amigos/as te entendemos perfectamente, es lo menos que podemos hacer...no sé que más decir ¡Muchos Animos y a tirar para adelante! aquí estoy para lo que pueda ayudarte...
ResponderEliminarBesos
Te entiendo por lo que estas pasando, una por mi profesión y otra como paciente, claro que no estoy como tu.
ResponderEliminarNo es facil dirigirse con palabras, ni decirte que puedes o no hacer, por desgracia es algo que nos toca vivir solos, solo puedo aportarte mi compresión ante este grito que has aullado en tu bitácora, en lo que necesites aqui estoy, solo puedo ofrecerte mis palabras¡ánimo!
Saludos
Mi queridísimo amigo, te exiges demasiado.
ResponderEliminarEl exigirse demasiado puede llevarnos a la frustración y de ahí a la tristeza.
Tú sabes que te tengo un cariño enorme, que te admiro como escritor y como persona (lo poquito que te conozco y otro poquito que sospecho cómo eres).
Hoy, si te tuviera delante, tan sólo te daría un achuchón grande, grande acompañado de besazos.
Eres muy grande, amigo.
MUACKSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
No sabes lo q daría por no sentir q estás mal.. Nunca te he visto en persona, tú tampoco a mí, pero te aseguro q las almas como la tuya traspasan cualquier pantalla, por muy resistente q ésta sea a los filtros de los sentimientos.. No te imaginas, lo maravilloso q eres, y no lo digo pq crea q necesitas oírlo, sino pq ya no puedo imaginar seguir en esta representación q llaman: Vida, sin tí..
ResponderEliminarNo puedo..
No lo olvides.. Eres una gota indispensable de mi sudor, de mi llanto, de mi alegría.., y sé, estoy segura q de muchísima gente..
Te quiero, te admiro y te llevo conmigo allá donde voy..
Tu amiga aquí y allí, ahora y siempre,
Malena
Padecer una enfermedad que nos va consumiendo y que no nos permite llevar la vida como quisieramos debe ser realmente frustrante, no imagino sinceramente toda la impotencia que debes sentir por dentro, ni tampoco la desesperacion que se apodera de ti dia con dia...imagino que encontrarle el gusto a la vida en esas condiciones no debe ser facil. Pero no te rindas disancor!!resiste!!no permitas que la enfermedad que pretende dominar tu cuerpo, domine tambien tu alma. Sigue nadando, mantente a flote, no permitas que te hunda...dale la mas gloriosa pelea.
ResponderEliminarAmigo: cada uno lleva a cuesta su cruz, nadie o muy pocos se la pasan de arriba. No se que decir ante tu carta, duele.
ResponderEliminarQuisiera darte un abrazo, nada más, sólo eso...
mariarosa
Querido Disancor:
ResponderEliminarLLego a ti a través de Male..y llego en el momento de decirte que admiro la valoracion que haces...cómo te miras en el espejo de la vida que a ti te ha tocado que sea luchando cada uno de los días con tu "esqueleto".
Sólo decirte....¡tú puedes! con ese interior que desprendes en lo poco que he podido leerte (y aque a partir de hoy lo haré más seguido)
Animo y sigue luchando....En la blogosfera te daremos pequeños empujoncitos.
Un beso y "encantada" de leerte
Mucho ánimo Disancor. Todos los que te seguimos y leemos, sabemos que eres una persona muy fuerte y un gran luchador.
ResponderEliminarNo sé que decirte que no te hayan dicho ya, solo que para mí eres un ejemplo enorme de superación, un valiente y que tienes que seguir luchando.
Todo mi apoyo,
UT
Pocos consuelos ofrecen las palabras de un desconocido, pero te aseguro que tras esas palabras hay una persona que desearía que tu tristeza y dolor cambiara, por esa fuerza y ese deseo de vencer que se trasparentan trás tu alegato, por ese corazón que late más allá de llevar la sangre a tu cuerpo. Solo puedo pero deirte, se fuerte, que la sonrisa, cuando puedas, ilumine tu rostro, y mi deseo de que puedas seguir consiguiendo esas pequeñas victorias que son los quehaceres cotidianos.
ResponderEliminarUn abrazo
Merecéis todos, y cada uno, que contestara a vuestros comentarios, pero por falta de tiempo no puedo hacerlo. Sin embargo, desde lo más profundo de mi corazón os doy las gracias por vuestra comprensión y palabras de ánimo. Gracias, miles de gracias.
ResponderEliminarDentro de un momento salgo de viaje, y no regresaré, creo, hasta el próximo miércoles.
A todos, un fuerte abrazo y mi agradecimiento por ser mis amigos.
Hola Disancor, todos tenemos bajones y veo que tú tienes el tuyo. Estás en tu derecho de enfadarte y cabrearte, a veces es bueno desahogarse con uno mismo. No pasa nada, todos somos humanos y en algún momento nos hemos sentido así.
ResponderEliminarY eso de que tiene pocas palabras no es así. Ya me gustaría a mí hablar como lo haces tú.
Lo importante es hacer las cosas. Da igual lo que se tarden en hacer, nadie nos va a preguntar cuanto hemos tardado en escribir, o en calzarnos, vestirnos, o en subir una foto o en limpiarnos los moquitos por el lloro que tenemos en ese momento.
Todos tenemos nuestras limitaciones, y no pasa nada. Lo importante es continuar aquí y disfrutar de la familia, de los amigos. Ver amanecer y también un ocaso. A veces nos desesperamos pero al final todo sigue su cauce.
Yo también tengo mis propias limitaciones, no puedo corre, pues voy caminando. Pierdo un autobus, espero al próximo. Yo soy de las que piensa que mientras la cabeza esté bien, el cuerpo puede continuar aunque se tengan limitaciones.
Feliz viaje.
Saludos y un fuerte abrazo
Estoy haciendo trampa :-), con el wifi he conseguido conectarme con internet de alguna persona de mi pueblo :-)
Seguro que no le importa compartir conmigo un trocito de su red :-)
Yo ya me gasté los 30 euritos que le puse a mi ordenador.