Muy buena la toma. Captaste el momento en el que están pensando cual deben de mover, o cual deben de dejar quieta. Muy interesante la foto. Saludos y un fuerte abrazo
Posiblemente los ajedrecistas estuviesen calculando la respuesta para este enunciado por todos conocido y que yo he buscado en Internet. El juego del ajedrez que conocemos hoy día, tiene su origen en un juego hindú denominado Chaturanga, y posiblemente se fusionó con otro juego griego denominado Petteia, ambos juegos existen desde la antigüedad, las primeras apariciones del juego actual son de los alrededores del año 500 de nuestra era, y llegó a Europa a través de los árabes. Cuenta la leyenda sobre el inventor de este juego que Sissa Ben Dahir escuchó que el Rey Iadava estaba triste por la muerte de su hijo y fue a ofrecerle el juego del ajedrez como entretenimiento para olvidar sus penas; el rey quedó tan satisfecho con el juego, que luego quiso agradecer al joven otorgándole lo que éste pidiera. Sessa lo único que pidió fue trigo, pidió que el rey le diera un grano de trigo por la primera casilla del ajedrez, el doble por la segunda, el doble por la tercera, y así sucesivamente hasta llegar a la casilla número 64.
Iadava accedió a esta petición, pero cuando hizo los cálculos se dio cuenta de que la petición era imposible de cumplir.
¿Cuántos granos de trigo tendría que dar el rey al inventor?
Para calcularlo se han usado las potencias, y se ha obtenido que tenía que darle 2 a la 63, es decir 9223372036854780000 granos de trigo.
¡Haría falta la cosecha mundial de más de 453 años para pagar sólo por la última casilla!
No he querido marcha de viaje sin dejar unas palabras de agradecimiento a vuestros comentarios. Como siempre, me hubiera gustado contestar a cada uno de vosotros por separado, pero el escaso tiempo de que dispongo, no me lo permite. Así, pues, un abrazo, y hasta el viernes o el sábado.
Muy buena la toma. Captaste el momento en el que están pensando cual deben de mover, o cual deben de dejar quieta. Muy interesante la foto.
ResponderEliminarSaludos y un fuerte abrazo
Si hubiera estado yo, les ganaba a todos...jajaja. Me encanta el ajedrez, pero soy malisima, siempre pierdo.
ResponderEliminarmariarosa
Uno de los juegos de mesa que nos apasiona a todos. Hay alguno que apunta.
ResponderEliminarOtra foto para el recuerdo.
Bss
Este juego requiere de una gran concentración. Tenía que haber Olimpiadas también de esto.
ResponderEliminarBesos Disan.
Muy buena imagen y muy buen momento para el Recuerdo.
ResponderEliminarUn saludo.
Posiblemente los ajedrecistas estuviesen calculando la respuesta para este enunciado por todos conocido y que yo he buscado en Internet.
ResponderEliminarEl juego del ajedrez que conocemos hoy día, tiene su origen en un juego hindú denominado Chaturanga, y posiblemente se fusionó con otro juego griego denominado Petteia, ambos juegos existen desde la antigüedad, las primeras apariciones del juego actual son de los alrededores del año 500 de nuestra era, y llegó a Europa a través de los árabes.
Cuenta la leyenda sobre el inventor de este juego que Sissa Ben Dahir escuchó que el Rey Iadava estaba triste por la muerte de su hijo y fue a ofrecerle el juego del ajedrez como entretenimiento para olvidar sus penas; el rey quedó tan satisfecho con el juego, que luego quiso agradecer al joven otorgándole lo que éste pidiera.
Sessa lo único que pidió fue trigo, pidió que el rey le diera un grano de trigo por la primera casilla del ajedrez, el doble por la segunda, el doble por la tercera, y así sucesivamente hasta llegar a la casilla número 64.
Iadava accedió a esta petición, pero cuando hizo los cálculos se dio cuenta de que la petición era imposible de cumplir.
¿Cuántos granos de trigo tendría que dar el rey al inventor?
Para calcularlo se han usado las potencias, y se ha obtenido que tenía que darle 2 a la 63, es decir 9223372036854780000 granos de trigo.
¡Haría falta la cosecha mundial de más de 453 años para pagar sólo por la última casilla!
Un abrazo.
No he querido marcha de viaje sin dejar unas palabras de agradecimiento a vuestros comentarios. Como siempre, me hubiera gustado contestar a cada uno de vosotros por separado, pero el escaso tiempo de que dispongo, no me lo permite. Así, pues, un abrazo, y hasta el viernes o el sábado.
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