El ser humano siempre
ha sido bastante pesimista. Es más dado
a profetizar desastres que alegrías. Y
los que nunca hemos vaticinado nada, vivimos como si las anunciadas catástrofes
no fuesen con nosotros. Preferimos no saber cual será la última. No podemos
vivir estando siempre de luto por nosotros mismos.
Sin ser el día de los
Santos Inocentes, el respetable calendario Maya nos ha podido fastidiar las fiestas
navideñas con la noticia que no vamos a llegar a la cena de Nochebuena. Ni tampoco habrá sorteo de
lotería. Mucho menos, las doce uvas. Con
el anuncio del fin del mundo acabarán nuestros problemas Y también la crisis. Y
hasta para el Gobierno se cumplirá,
siquiera, una promesa si de verdad pasamos a mejor vida.
El tema es muy serio,
pero con la esta cayendo, hasta pasa desapercibido. Además el Planeta, aunque
viejo y achacoso, aguantará hasta que lo matemos nosotros y no una vieja profecía.
De las que habido otras muchas y, a la vista esta, no se cumplió ninguna.
Así, nos veremos por
Navidad. Y a pesar de la Civilización Maya el Planeta seguirá dando saltos de
alegría al compás de los villancicos.
Lo que entiendo es que comienza una nueva era, una nueva consciencia en el ser humano. Todo lo que nos está pasando es por algo, y está sirviendo para remover conciencias y las personas se están echando a la calle para luchar. Los mandatarios, aunque nos parezca imposible, seguro, que también van a a cambiar, porque se han dado cuenta, que al pueblo, no se le puede engañar, y que hay muchas otras maneras y soluciones de hacer las cosas.
ResponderEliminarBuen domingo y buena semana Disan besos como montañas.
Los mayas interpretaban el fin del mundo, como una nueva era, un nuevo resurgimiento.
ResponderEliminarCreo que no se equivocaban, ya ves como está el mundo, aunque pensandolo bien, podría estar mucho peor.
Lo que sí no van a lograr los Mayas, ni el gobierno es amargarme estas Navidades
Un saludo
Desde que yo era pequeño, y eso hace años ya,se está diciendo que el mundo se acaba y siempre se queda en el susto.Procuremos no acabar con el nosotros que seguramente seremos los culpables de su destrución
ResponderEliminarNo he podido por menos que pasarme y dejarte un comentario de paso aunque ya no ando por estos lares ocupada en esto del fin del mundo. Si estuviera segura estaría de brazos caídos. El mundo se acabará para alguno de nosotros, y si algún loco pone en marcha los misiles nucleares con el fin de hacer cumplir la profecía y desate una guerra nuclear...
ResponderEliminarEspero que no y que nos sigamos leyendo.
Un abrazo
Mientras reine la cordura entre los mandamás, seguirá existiendo nuestro Planeta
ResponderEliminarBesos¡
Así es; seguiremos disfrutando de estas maravillosas Fechas, muy a pesar de los vaticinios de la Civilización Maya; que, quizás, se han exagerado de una manera intencionada.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡¡¡Felices Fiestas!!!
La verdad que los vaticinios sobre el final del mundo no asustan mucho. Y si total alguna vez aciertan, no vamos a estar en buenas condiciones para comentarlo. Sin embargo, estoy contigo que el Planeta, el mundo y el ser humano, están cambiando. Lo que no es seguro que la vida que nos espera sea mejor que la que hemos vivido hasta ahora. Esperemos que se obre un milagro en las buenas intenciones de los habitantes del Planeta.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
ResponderEliminarTampoco yo quisiera pasarme unas navidades amargado por las predicciones de los Mayas. Eso sí, quizás un poco preocupado por futuras intenciones del Gobierno. Esperemos que al menos en Navidad se tomen vacaciones.
Gracias por tú visita.
CoTé C-, un saludo.
Ya han dicho tantas veces que se acabará el mundo que ni nos asustamos siquiera. Siempre ha habido montones de profetas haciendo predicciones a tan largo plazo que ellos nunca habrían estado vivos para comprobar si habían acertado.
ResponderEliminarAntonio, un saludo.
ResponderEliminarSí, el peligro para acabar con el mundo esta en nosotros mismos. Demasiadas armas con poder infernal de destrucción, demasiados experimentos raros de laboratorio y muy poco cuidado con el Planeta...Hay muchas razones para no estar seguros. Y no son razones que vengan sólo de las profecías. Al menos estas fiestas navideñas las tendremos seguras. Y te deseo seas muy feliz.
Katy Sánchez, un abrazo.
ResponderEliminarLos mandamás tienen casi todos muy mala uva, pero esperemos que se aguanten las ganas y no jueguen con bombas que puedan destruir el mundo. Es más sano que se entretengan haciendo profecías, que eso, al fin y al cabo, lo tomamos a pitorreo.
paloma gomez, un beso.
Yo creo que son los medios informativos los que exageran las cosas. Quizás con el deseo de asustarnos hacen las más negras interpretaciones de temas que, se supone, deben de preocuparnos mucho a todos.
ResponderEliminarPedro Luis López Pérez, un abrazo.
Creo que nadie profetiza nada. Lo ascienden a profeta por arte de no sé qué. Y luego interpretan cualquier frase suya (de dudoso significado) como si fuera una profecía.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad!
Miguel-A.
Bueno, en la antigüedad se ve que los genios se aburrían mucho y hacían predicciones para que las interpretasen los estudiosos de hoy, siempre de la forma que hiciesen más ruido. Y como nos sobra imaginación...Pues, a seguir dando palo de ciego.
ResponderEliminarMiguel A., un abrazo.
De nuevo copio tu estupendo artículo y le pego en tu otro blog. Después de esta atacada, seguro que volveremos a leerte. Un abrazo y Felices Navidades 2012.
ResponderEliminarFin del mundo? Cambio de era? Apertura de consciencia???
ResponderEliminarNo sé, yo sólo me alegro muuuuucho de volver a estar aquí contigo
MMMMMmuuuuuaaaaaccccckkkkkk
Si el mundo se acaba será por la mano del hombre que todo lo arrasa y explota. las profecías son artilugios de brujos y videntes que, a la hora de la verdad, no aciertan ni la primitiva de cualquier jueves.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
El tema del artículo es bastante serio y peliagudo, sin embargo, ya no hay nada que nos asuste, y mucho menos esas cosas tan asombrosas y al mismo tiempo tan increíbles.
ResponderEliminarNunca te agraderé bastante lo bien que cuidas y difundes mi humilde trabajo, Gracias.
También yo te deseo una FELIZ NAVIDAD.
Relatos y Desvaríos, un abrazo.
Todas esas malas noticias quedan eclipsadas con la enorme alegría de tú visita. Mi buena amiga, gracias por no haberte olvidado del loco y sentimental autor de CACHOS DE VIDA.
ResponderEliminarDeseo que todos tus sueños y proyectos se vayan cumpliendo.
silver, un abrazo.
Es cierto, el final del mundo depende mucho de nosotros, y no se puede decir que en estos tiempos modernos cuidemos mucho el Planeta, que lo estamos convirtiendo en un vertedero de basuras. Y visto tan sucio, hasta puede ser fácil acertar pronósticos.
ResponderEliminarMos, un abrazo.
Hola Disancor, muy buena la entrada.
ResponderEliminarVaya, menos mal que no hubo fin del mundo, me hubiera dado mucha pena no despedirme de ti.
:-) Afortunadamente estamos vivitos y coleando.
Si seguimos maltratando el planeta, llegará el fin del mundo porque seremos nosotros quienes nos lo cargaremos.
Saludos y besos
Pues ya no sé cuantos “fin del mundo” hubo ya… y que sigamos vivos demuestra que fallan todas, deberían predecir el tiempo que por lo menos acertarían siempre, porque cuando no llueve en una parte, llueve en la otra… en fin, que yo sacando la primera vez que me toco vivirlo al ser muy niña me asusto, pero aprendí de repente en un solo dia a no hacerles caso ninguno.
ResponderEliminarBesitos.
Pues, es verdad, mientras no haya fin del mundo, hay probabilidades que algún día podamos conocernos. Sería un placer conocerte algo más que con la palabra escrita.
ResponderEliminarConfiemos que lo de los Mayas solo sea una broma de civilización con pocos entretenimientos. Aunque con problemas, no hay nada mejor que estar vivos.
Isa, un abrazo
ResponderEliminarNunca faltan civilizaciones, profetas y brujos con la tentación de darnos un susto prediciendo el final del mundo. Es algo que se repite de cuando en cuando, pero nosotros ya estamos curados de miedos y de espanto, y damos por seguro que también este año comeremos los turrones de Navidad.
campoazul, un beso.