Alguna taberna queda aún de las de toda la vida, donde los hombres se reunían para departir con una copa de vino delante y era extraña (muy extraña) la presencia de una mujer. Si entraba alguna, la tendencia era girarse a mirar con desconcierto. Ahora las mujeres también departen en cafeterías, aunque ajenas a la conversación que mantienen los demás, en un ambiente menos familiar.
Amigo Diego, debo decirte que discrepo. Las tabernas tenían de todo menos ambiente familiar. A las cafeterías de ahora, les pasa lo mismo. El ambiente familiar es otra cosa bien distinta, creo yo. Lo que ocurre es que el propiamente dicho ambiente familiar, casi como que ha desaparecido de nuestras vidas. Es una desgracia sobre todo para los vejetes que vivimos otras épocas más entrañables sobre todo de cara a las Navidades. Navidades que te felicito por anticipado. Juan
Se intentan hacer imitaciones de tabernas, pero es imposible conseguir aquella esencia tan especial y familiar que tenían esos lugares. Además, las costumbres son muy otras. Pedro Luis López Pérez, un abrazo.
En muchas tabernas tenían conos de vino y barriles. En aquellos tiempo se consumía muchos vasos de vino charlando y apoyado en el mostrador. Y, además, fumando tabaco malo. El murmullo de conversaciones, el humo del tabaco y el olor a vino, era algo muy especial. ion-laos, un beso.
La vida y sus costumbres han cambiado mucho. Antes se tomaba vino apoyado en el mostrador de la taberna, ahora la gente toman otras bebidas y además sentados. Los locales son más limpios y elegantes, huelen bien y no están llenos de humo y todo el suelo sucio de colillas. Se ha ganado que las mujeres compartan el espacio con los hombres. Daniela Haydée,un beso.
Bueno, por lo menos en aquellas tabernas se respiraba cierto aire de camarería y amistad, que es el sentimiento más cercano al calor familiar. Antes la gente compartía charla y trago, ahora se bebe solo, aunque en sitios más elegantes. Es verdad que las fiestas navideñas han cambiado, sin embargo, procuremos ser felices ahora, y con el recuerdo de nuestros años jóvenes. Mi felicitación de Navidad, adelantada también, para ti y tú familia. Relatos y Desvaríos, un abrazo.
Eran lugares de reunion, cada una tenia su peña y no faltaban, habia charlas y discusiones a veces que acababan mal. Todavia existe la del Cabrero que aunque más moderna que antes tiene su peña fija.Bonita foto Diego
En las tabernas también se formaban broncas y peleas, pero, bueno, todos los parroquianos conocían a quienes hacían mala bebida, y a aquellos que les daba por el cante, a pesar del cartel que decía: SE PROHIBE EL CANTE, AÚN HACIÉNDOLO BIEN. Creo que todos tenemos algún recuerdo bonito de las tabernas. Antonio, un saludo.
Una escena muy refrescante y amena, no sé si serán iguales pero de esas tabernas aún quedan algunas por algún pueblo que en las ciudades no hay tiempo para ellas, todo son prisas...
En los pueblos todavía quedan tabernas, pero no son como las de antes, porque, aún en lugares apartados, han cambiado mucho las personas y sus costumbres. campoazul, un beso.
Todo era más sano menos contaminado que ahora, a pesar del humo del cigarrillo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y ese olorcillo como a barril tan peculiar que tenían, por lo menos, a mí me lo parecía, olor a vino en barril.
ResponderEliminarBesos mil Disan.
Magnífica foto.
ResponderEliminarUn abrazo
Alguna taberna queda aún de las de toda la vida, donde los hombres se reunían para departir con una copa de vino delante y era extraña (muy extraña) la presencia de una mujer. Si entraba alguna, la tendencia era girarse a mirar con desconcierto. Ahora las mujeres también departen en cafeterías, aunque ajenas a la conversación que mantienen los demás, en un ambiente menos familiar.
ResponderEliminarUn beso.
Amigo Diego, debo decirte que discrepo. Las tabernas tenían de todo menos ambiente familiar. A las cafeterías de ahora, les pasa lo mismo.
ResponderEliminarEl ambiente familiar es otra cosa bien distinta, creo yo. Lo que ocurre es que el propiamente dicho ambiente familiar, casi como que ha desaparecido de nuestras vidas. Es una desgracia sobre todo para los vejetes que vivimos otras épocas más entrañables sobre todo de cara a las Navidades.
Navidades que te felicito por anticipado. Juan
Se intentan hacer imitaciones de tabernas, pero es imposible conseguir aquella esencia tan especial y familiar que tenían esos lugares. Además, las costumbres son muy otras.
ResponderEliminarPedro Luis López Pérez, un abrazo.
En muchas tabernas tenían conos de vino y barriles. En aquellos tiempo se consumía muchos vasos de vino charlando y apoyado en el mostrador. Y, además, fumando tabaco malo. El murmullo de conversaciones, el humo del tabaco y el olor a vino, era algo muy especial.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
ResponderEliminarLa escena de la foto, es el ambiente de buenas relaciones que se creaba entre los parroquianos de una taberna.
Antorelo, un abrazo.
ResponderEliminarLa vida y sus costumbres han cambiado mucho. Antes se tomaba vino apoyado en el mostrador de la taberna, ahora la gente toman otras bebidas y además sentados. Los locales son más limpios y elegantes, huelen bien y no están llenos de humo y todo el suelo sucio de colillas. Se ha ganado que las mujeres compartan el espacio con los hombres.
Daniela Haydée,un beso.
ResponderEliminarBueno, por lo menos en aquellas tabernas se respiraba cierto aire de camarería y amistad, que es el sentimiento más cercano al calor familiar. Antes la gente compartía charla y trago, ahora se bebe solo, aunque en sitios más elegantes.
Es verdad que las fiestas navideñas han cambiado, sin embargo, procuremos ser felices ahora, y con el recuerdo de nuestros años jóvenes.
Mi felicitación de Navidad, adelantada también, para ti y tú familia.
Relatos y Desvaríos, un abrazo.
Eran lugares de reunion, cada una tenia su peña y no faltaban, habia charlas y discusiones a veces que acababan mal. Todavia existe la del Cabrero que aunque más moderna que antes tiene su peña fija.Bonita foto Diego
ResponderEliminarEn las tabernas también se formaban broncas y peleas, pero, bueno, todos los parroquianos conocían a quienes hacían mala bebida, y a aquellos que les daba por el cante, a pesar del cartel que decía: SE PROHIBE EL CANTE, AÚN HACIÉNDOLO BIEN. Creo que todos tenemos algún recuerdo bonito de las tabernas.
ResponderEliminarAntonio, un saludo.
Una escena muy refrescante y amena, no sé si serán iguales pero de esas tabernas aún quedan algunas por algún pueblo que en las ciudades no hay tiempo para ellas, todo son prisas...
ResponderEliminarBesitos.
ResponderEliminarEn los pueblos todavía quedan tabernas, pero no son como las de antes, porque, aún en lugares apartados, han cambiado mucho las personas y sus costumbres.
campoazul, un beso.
Hola Disancor bonita foto de esas reuniones para compartir un vino y a buen seguro la caza, o cualquier otra historia.
ResponderEliminarSaludos y besos