que triste es la vida de usted todos los dias destilando bilis en este blog y no es raro ver hombres con somnbrero incluso hoy en dia en este tipo de trabajos de hecho es muy comun, claro que es muy posible que usted no haya hecho un tarbajo fisico en toda su vida
Terminando aquí paso a visitar tu blog. Estoy seguro que vale la pena contarte entre mis seguidores, como yo lo seré del tuyo. Es un gran reto publicar cada día un relato durante un año. Gracias por tú visita. rubén, un saludo.
Si el autor del comentario que viene a continuación, te conociera como la mujer trabajadora y encantadora que eres, estoy seguro que hubiera escrito otra cosa. Creamos que lo dicho ha sido por desconocimiento. De todas formas en nombre de CACHOS DE VIDA y en el mío propio, te pedimos disculpas. ion-laos, un abrazo.
Aún no estando siempre de acuerdo, para mi todas las personas son dignas del mayor de los respetos y, por lo mismo, son bienvenidos sus comentarios. La persona a la que te refieres, tiene toda mi consideración y aprecio, es uno de los más respetuoso y constante comentaristas. El uso de los sombreros, la verdad que no se mucho, por motivos de salud hace años que perdí todo el contacto con los hombres del campo. Gracias por tu visita. Anónimo, un saludo.
Hola Disancor, muy bonita la foto. Y a pesar del tiempo que tienen es muy común ver en las cunetas en verano a personas vendiendo el fruto que les dio la tierra. Yo suelo comprárselos porque además que sé que son melones de su cosecha, no hay intermediarios y salen más económicos. Se llevan todas las ganancias ellos que labraron, sudaron y cuidaron la cosecha. Saludos y un abrazo fuerteeeeeeeeeeee
Los productos del campo siempre han tenido el problema de la comercialización, pues los que los producen trabajando mucho, son los que menos ganan. En algunas poblaciones y salidas se veían muchos tenderetes con venta de sandías y melones. Isa, un abrazo.
Con lo rico que está el melón y me da alergia. Que raro es ver ahora a un hombre con sombrero.
ResponderEliminarBesos Disan,
que triste es la vida de usted todos los dias destilando bilis en este blog
Eliminary no es raro ver hombres con somnbrero incluso hoy en dia en este tipo de trabajos
de hecho es muy comun, claro que es muy posible que usted no haya hecho un tarbajo fisico en toda su vida
ESTE comentario anterior es para ion-laos a cada cual lo suyo
EliminarTerminando aquí paso a visitar tu blog. Estoy seguro que vale la pena contarte entre mis seguidores, como yo lo seré del tuyo. Es un gran reto publicar cada día un relato durante un año.
ResponderEliminarGracias por tú visita.
rubén, un saludo.
Si el autor del comentario que viene a continuación, te conociera como la mujer trabajadora y encantadora que eres, estoy seguro que hubiera escrito otra cosa. Creamos que lo dicho ha sido por desconocimiento. De todas formas en nombre de CACHOS DE VIDA y en el mío propio, te pedimos disculpas.
ResponderEliminarion-laos, un abrazo.
Aún no estando siempre de acuerdo, para mi todas las personas son dignas del mayor de los respetos y, por lo mismo, son bienvenidos sus comentarios. La persona a la que te refieres, tiene toda mi consideración y aprecio, es uno de los más respetuoso y constante comentaristas. El uso de los sombreros, la verdad que no se mucho, por motivos de salud hace años que perdí todo el contacto con los hombres del campo.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Anónimo, un saludo.
Hola Disancor, muy bonita la foto. Y a pesar del tiempo que tienen es muy común ver en las cunetas en verano a personas vendiendo el fruto que les dio la tierra.
ResponderEliminarYo suelo comprárselos porque además que sé que son melones de su cosecha, no hay intermediarios y salen más económicos. Se llevan todas las ganancias ellos que labraron, sudaron y cuidaron la cosecha.
Saludos y un abrazo fuerteeeeeeeeeeee
Los productos del campo siempre han tenido el problema de la comercialización, pues los que los producen trabajando mucho, son los que menos ganan. En algunas poblaciones y salidas se veían muchos tenderetes con venta de sandías y melones.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
Y qué melones...
ResponderEliminarSaludos
J.