Aquellas luminarias de forja, como la que se ve en la primera fachada, oscurecían más que iluminaban, pero eran bien bonitas, en los tiempos en que la estética prestigiaba la funcionalidad. Aún quedan algunas in situ (sin función), pero la mayoría han desaparecido... o no... puede que estén adornando el chalé de algún ex-edil, o de varios ex-ediles... qué cosas, ya me callo.
Es verdad, cuando se hizo los agujeros, se hacían con el pico y se tapaban con la pala. Todavía entonces no había maquinaria para hacer el trabajo más duro. Pedro, un saludo.
Me ha alegrado mucho tu visita, gracias. Ya imagino que las fotos puedan aumentar la nostalgia de la tierra y del pueblo, y siempre se tiene entre los deseos, alguna visita pendiente. Camino de la preparación, un saludo.
Aunque quedan pocas, pero fijándose, todavía se pueden ver pinchadas en las fachadas algunas de las maravillas en hierro que sostenían las bombillas que iluminaban las calles, y que lo mismo tenía a su lado un letrero de CORREOS ó TELÉFONO. Recuerdos y nostalgia. El villano en su rincón, un abrazo.
Como podemos ver y recordar, en aquella época había pocas escavadoras, así que el trabajo era manual, lento y muy duro. Saludos.
ResponderEliminarQué fotos más chulas! Cada vez que las veo me dan mas ganas de volver a Don Benito :D
ResponderEliminarAquellas luminarias de forja, como la que se ve en la primera fachada, oscurecían más que iluminaban, pero eran bien bonitas, en los tiempos en que la estética prestigiaba la funcionalidad. Aún quedan algunas in situ (sin función), pero la mayoría han desaparecido... o no... puede que estén adornando el chalé de algún ex-edil, o de varios ex-ediles... qué cosas, ya me callo.
ResponderEliminarTenga Vd. muy feliz semana festiva, D. Diego.
ResponderEliminarEs verdad, cuando se hizo los agujeros, se hacían con el pico y se tapaban con la pala. Todavía entonces no había maquinaria para hacer el trabajo más duro.
Pedro, un saludo.
ResponderEliminarMe ha alegrado mucho tu visita, gracias. Ya imagino que las fotos puedan aumentar la nostalgia de la tierra y del pueblo, y siempre se tiene entre los deseos, alguna visita pendiente.
Camino de la preparación, un saludo.
ResponderEliminarAunque quedan pocas, pero fijándose, todavía se pueden ver pinchadas en las fachadas algunas de las maravillas en hierro que sostenían las bombillas que iluminaban las calles, y que lo mismo tenía a su lado un letrero de CORREOS ó TELÉFONO. Recuerdos y nostalgia.
El villano en su rincón, un abrazo.
A todos, feliz Semana Santa.
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