Un mercado muy animado, te imaginas que alguien te ofrece un tomate para que lo pruebes o alguna de esas mujeres pegonando su mercancía. No parece que esta foto tenga tantos años, será por el color. Donde la vega produce hay exquisitas frutas y verduras, de temporada y recién cogidas. disancor tienes unas fotos excelentes. un abrazo
Bonita fotografía llena de colorido y movimiento. Me encantan los mercados antiguos, en mi ciudad tenemos el Mercado Central que tiene una arquitectura preciosa, situado en pleno casco antiguo de la ciudad. Me encanta desgranaar tus fotografías, en ésta me fascinaron las balanzas y las sandías, madre mía qué hermosas. Montones de besitos, amigo
Los mercados siempre han sido lugares muy interesante, todo lo típico de una población se encontraba en ellos, o en sus alrededores. Todavía quedan algunos, pero ya no es lo mismo. Mercedes, un abrazo.
La foto es del verano de 1981. Ya las cosas habían cambiado, pero no tanto como ahora. Los mercados de pueblo ya apenas tienen vida. En este, concretamente, se ha instalado una gran superficie de alimentacion. Se terminó el tipismo. Loli Salvador, un abrazo.
Con ropa vistosa, tocones y bien maquilladas. Antes iban en bata, con pueñuelo en la cabeza y una cesta colgada del brazo. Esa era la figura de una ama de casa en una Plaza de Abasto. Emilio, un abrazo
Hasta la arquitectura de los mercados era interesante.Los productos de la tierra frescos, así como la carne, pescado...Y donde mejor y más barato se comía, en sus alrededores. Hoy, casi recuerdos. Ut, un abrazo.
Además, las Plazas de Abastos estan enclavadas en la parte antigua de las ciudades, en los barrios más típicos, en el corazón de sus costumbres y de su historia. Lástima que ya las que quedan no sean lo que eran. El tiempo lo barre todo, es el progreso. Emibel, muchos besos.
Los tomates rojos se merecían una foto en color. También la hice en blanco y negro, pero no tiene la misma chispa de alegría y de vida. Carlos, gracias por la información sobre isa. Deseo que Malena se encuentre más recuperada. Un beso para ella. Un brazo.
Muy interesante la actividad que tenía el mercado Disancor. Los productos de la tierra vendidos sin intermediarios, esto no encarece la mercancía, y el agricultor puede ganar un poco más. Pues no se queda el dinero en los intermediarios. ¿Aun está en funcionamiento este mercado? Saludos y abrazos
Sí, funciona, pero casi todo el espacio lo ocupa una multinacional en el ramo de la alimentación. Esa imagen de los tomates y demás producto de la tierra ha quedado para el recuerdo. isa, un brazo.
Bonita e interesante fotografía. Qué bullicio, cuánta vida hay en ese mercado. Gracias.
ResponderEliminarHasta la próxima.
Un mercado muy animado, te imaginas que alguien te ofrece un tomate para que lo pruebes o alguna de esas mujeres pegonando su mercancía. No parece que esta foto tenga tantos años, será por el color.
ResponderEliminarDonde la vega produce hay exquisitas frutas y verduras, de temporada y recién cogidas.
disancor tienes unas fotos excelentes. un abrazo
Y las mujeres con sus batas de casa... hoy en día irían con tacones y sus mejores ropas.
ResponderEliminarQue no se ofenda nadie, que es broma.
Muy buena foto.
Un abrazo.
Qué tiempos, eh? ahora encontrar un mercado como Dios manda es complicado
ResponderEliminarUn abrazo
UT
Bonita fotografía llena de colorido y movimiento.
ResponderEliminarMe encantan los mercados antiguos, en mi ciudad tenemos el Mercado Central que tiene una arquitectura preciosa, situado en pleno casco antiguo de la ciudad.
Me encanta desgranaar tus fotografías, en ésta me fascinaron las balanzas y las sandías, madre mía qué hermosas.
Montones de besitos, amigo
TODO UN MUNDO EN MOVIMIENTO! LA IMAGEN PARECIERA QUE HUBIESE COBRADO VIDA!
ResponderEliminarUN FUERTE ABRAZO, DISANCOR!
PD: EN CUANTO AL BLOG DE ISA, DEJÓ UNA EXPLICACIÓN SOBRE PORQUE HABÍA ANULADO
LA OPCIÓN DE LOS COMENTARIOS..
PINCHA AQUÍ:
http://viajarenminube.blogspot.com/2010/05/la-sencillez-de-la-naturaleza.html
Los mercados siempre han sido lugares muy interesante, todo lo típico de una población se encontraba en ellos, o en sus alrededores. Todavía quedan algunos, pero ya no es lo mismo.
ResponderEliminarMercedes, un abrazo.
La foto es del verano de 1981. Ya las cosas habían cambiado, pero no tanto como ahora. Los mercados de pueblo ya apenas tienen vida. En este, concretamente, se ha instalado una gran superficie de alimentacion. Se terminó el tipismo.
ResponderEliminarLoli Salvador, un abrazo.
Con ropa vistosa, tocones y bien maquilladas. Antes iban en bata, con pueñuelo en la cabeza y una cesta colgada del brazo. Esa era la figura de una ama de casa en una Plaza de Abasto.
ResponderEliminarEmilio, un abrazo
Hasta la arquitectura de los mercados era interesante.Los productos de la tierra frescos, así como la carne, pescado...Y donde mejor y más barato se comía, en sus alrededores. Hoy, casi recuerdos.
ResponderEliminarUt, un abrazo.
Además, las Plazas de Abastos estan enclavadas en la parte antigua de las ciudades, en los barrios más típicos, en el corazón de sus costumbres y de su historia. Lástima que ya las que quedan no sean lo que eran. El tiempo lo barre todo, es el progreso.
ResponderEliminarEmibel, muchos besos.
Los tomates rojos se merecían una foto en color. También la hice en blanco y negro, pero no tiene la misma chispa de alegría y de vida.
ResponderEliminarCarlos, gracias por la información sobre isa.
Deseo que Malena se encuentre más recuperada. Un beso para ella.
Un brazo.
Muy interesante la actividad que tenía el mercado Disancor.
ResponderEliminarLos productos de la tierra vendidos sin intermediarios, esto no encarece la mercancía, y el agricultor puede ganar un poco más. Pues no se queda el dinero en los intermediarios.
¿Aun está en funcionamiento este mercado?
Saludos y abrazos
Sí, funciona, pero casi todo el espacio lo ocupa una multinacional en el ramo de la alimentación.
ResponderEliminarEsa imagen de los tomates y demás producto de la tierra ha quedado para el recuerdo.
isa, un brazo.
yo me case con la chica morenita del medio, mi juili.
ResponderEliminary ,mi suegra que en paz descanse en medio, con su bata de estar en casa.