Aparentemente, los tiempos cambian: antes se juraba, ahora se promete. Pero todo sigue igual, algunos cumplen sin necesidad de jurar ni de prometer; otros, juran o prometan, hacen lo que les da la gana.
Hola Disancor, muy buena la foto. Todo muy serio, hasta el cristo se le ve serio, es como si la persona estuviera firmando su sentencia de muerte. Bueno los de ahora irán todos derechitos al infierno, porque hacen el juramento de cumplir, tatata, tatata,... y ninguno cumple. Que tengas un lindo fin de semana con tu familia Saludos y un fuerte abrazo
Así de solemne era cualquier acto en aquel tiempo. Y había elecciones sin oposición ni rivalidades, y no estoy seguro si entonces se hacían campañas electorales. Siquiera por dar a conocer que se produciría cambio de concejales. ion-laos, un beso.
A pasar de lo solemne de cualquier actos, muchos de ellos eran más austeros, menos publicidad que ahora. Claro que la información era más escasa, y muchas noticias se transmitían a nivel provincial, local o de boca a boca. Gracias por tú visita. Rosana Martí, un saludo cordial.
Han pasado muchas cosas desde el año 1974, y contemplando ahora esos treinta y ocho años transcurridos, es asombroso lo lejos que quedan, y lo rápido que se han ido. Apenas un soplo. Katy, un beso.
Para que se fíen de nosotros hemos de pasarnos la vida jurando y prometiendo cosas que no siempre se cumplen. Pero nos hace ilusión hacer promesas. Siempre ha sido así, y sólo ha cambiado la fórmula. María, un beso.
Pues, sí, ver un crucifijo en un acto tan serio, da un poco de repelús. Pero entonces era una de las cosas que formaba parte del montaje de un juramento, y quizás era eso lo que le daba fiabilidad al acto. La verdad que cualquier costumbre es válida si las intenciones son buenas. Ahí esta la duda. Isa, un abrazo.
Un acto tan solemne que queda en nada si como dices la persona no es honesta ni la intención de fiar. Ya somos capaces de todo, hasta de poner la mano sobre la Biblia y mentir como bellacos. Buen fin de semana y un abrazo.
Ya no nos sorprende nada, se dicen cosas que a continuación se niegan con todo el descaro. Ni una promesa es sagrada, ni un juramento es fiable. Y, sin embargo, hay que tener fe, porque no se puede vivir siempre en la desconfianza. Loli Salvador, un abrazo.
Para los más jóvenes será toda una novedad las cosas que se ven en las fotos que vienen apareciendo en el blog. Y es que han pasado muchos años para que no se noten los cambios y las costumbres. mos, un abrazo.
Y, quizás también la gente era, además de seria, más responsable. Aunque antes como ahora, se faltaba a la promesa o la palabra dada, pero no con tanta frecuencia ni con tanto descaro. Gracias por tú visita y comentario. manolo, un saludo.
Y tan solemne, vaya caras, si parece que les han dado un disgusto! jajajaja. Y ese Cristo ahí para dar más relieve al acto, buffff...
ResponderEliminarBuen finde Disan, besos.
Demasiado solemne. Pasa tú también un feliz fin de semana, y gracias por tu paso por mi mundo de letras.
ResponderEliminarUn saludo enorme.
Que diferentes actitudes podemos observar en estos rostros. Y no hace tanto.
ResponderEliminarBss y buen finde
Aparentemente, los tiempos cambian: antes se juraba, ahora se promete. Pero todo sigue igual, algunos cumplen sin necesidad de jurar ni de prometer; otros, juran o prometan, hacen lo que les da la gana.
ResponderEliminarBesos
Hola Disancor, muy buena la foto.
ResponderEliminarTodo muy serio, hasta el cristo se le ve serio, es como si la persona estuviera firmando su sentencia de muerte.
Bueno los de ahora irán todos derechitos al infierno, porque hacen el juramento de cumplir, tatata, tatata,... y ninguno cumple. Que tengas un lindo fin de semana con tu familia
Saludos y un fuerte abrazo
Así de solemne era cualquier acto en aquel tiempo. Y había elecciones sin oposición ni rivalidades, y no estoy seguro si entonces se hacían campañas electorales. Siquiera por dar a conocer que se produciría cambio de concejales.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
A pasar de lo solemne de cualquier actos, muchos de ellos eran más austeros, menos publicidad que ahora. Claro que la información era más escasa, y muchas noticias se transmitían a nivel provincial, local o de boca a boca.
ResponderEliminarGracias por tú visita.
Rosana Martí, un saludo cordial.
Han pasado muchas cosas desde el año 1974, y contemplando ahora esos treinta y ocho años transcurridos, es asombroso lo lejos que quedan, y lo rápido que se han ido. Apenas un soplo.
ResponderEliminarKaty, un beso.
Para que se fíen de nosotros hemos de pasarnos la vida jurando y prometiendo cosas que no siempre se cumplen. Pero nos hace ilusión hacer promesas. Siempre ha sido así, y sólo ha cambiado la fórmula.
ResponderEliminarMaría, un beso.
Pues, sí, ver un crucifijo en un acto tan serio, da un poco de repelús. Pero entonces era una de las cosas que formaba parte del montaje de un juramento, y quizás era eso lo que le daba fiabilidad al acto. La verdad que cualquier costumbre es válida si las intenciones son buenas. Ahí esta la duda.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
Un acto tan solemne que queda en nada si como dices la persona no es honesta ni la intención de fiar. Ya somos capaces de todo, hasta de poner la mano sobre la Biblia y mentir como bellacos.
ResponderEliminarBuen fin de semana y un abrazo.
Ya no nos sorprende nada, se dicen cosas que a continuación se niegan con todo el descaro. Ni una promesa es sagrada, ni un juramento es fiable. Y, sin embargo, hay que tener fe, porque no se puede vivir siempre en la desconfianza.
ResponderEliminarLoli Salvador, un abrazo.
Sí que es verdad, cómo pasa el tiempo, Diego.
ResponderEliminarDesde entonces ha habido ya unas cuantas elecciones.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Para los más jóvenes será toda una novedad las cosas que se ven en las fotos que vienen apareciendo en el blog. Y es que han pasado muchos años para que no se noten los cambios y las costumbres.
ResponderEliminarmos, un abrazo.
Me recuerdan a mi abuelo , la gente era más sería y con recto sentido del bien común . un saludo
ResponderEliminarY, quizás también la gente era, además de seria, más responsable. Aunque antes como ahora, se faltaba a la promesa o la palabra dada, pero no con tanta frecuencia ni con tanto descaro.
ResponderEliminarGracias por tú visita y comentario.
manolo, un saludo.