Nuestros gobernantes
han encontrado la forma más cómoda de arreglar situaciones difíciles, y es
cambiándole el nombre a lo que les molesta. Así creen que lo malo pasa
desapercibido si se esconde la situación real entre palabras nuevas y raras.
Mientras más raras, más seguras. Ahora nos enteramos que en este país no se
usaba bien la palabra rescate, referida a dinero; tampoco parece que sea
correcto decir desahucio, referido a vivienda; pero si se puede decir indemnización
en diferido por despido, cuando se
refiere a trabajo.
Se ve que los españoles no hacemos buen uso
del idioma, y ya es hora que nos vayamos acostumbrando a asconder problemas
cambiando palabras. Hay quien piensa que la llave de la felicidad es la
ignorancia. Decir mucho para que no entendamos nada. Mientras más noticias nos
dan, más desinformados estamos. Habremos de esforzarnos en aprender el lenguaje
de los políticos. Aunque ni aún así, podremos evitar ser engañados.
Qué razón tienes, Diego. pero tú ni caso a los políticos porque al pan, pan y al vino, vino. lo demás son florituras o ganas de despistar al personal que de ignorantes tenemos muy poco.
ResponderEliminarLo triste es que no acaban con el paro, con los desahucios y nos están machacando con los recortes cuando vemos que se ha fugado dinero a espuertas.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Siempre nos engañarán con su retórica.
ResponderEliminarsaludos
Diego tienes razon, yo tamien tengo mi version de esto, cada dia aparece un nuevo lio, se ontenta desviar las cosas con diferentes palabras o sucesos. ejemplo, Barcenas uffff mejor futbol, y asi se maquiillan las cosas. un arazo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNi que con otro nombre doliese menos. ¡Qué barbaridad!
ResponderEliminarBesos
Pues no, te doy la razón . Besos.
ResponderEliminarEste País es un Territorio maravilloso para fabricar "Chorizos"
ResponderEliminarAbrazos.
https://revistadehistoriadelasvegasaltas.files.wordpress.com/2012/06/rincon-de-pasado.pdf
ResponderEliminarAmigo Diego:
He encontrado este enlace e invito a todos a visitarle. No sale directamente por lo que hay que copiarle y pasarlo al buscador.
En él se habla de un libro que tienes en proyecto, o quizá le tengas publicado, titulado DON BENITO EN BLANCO Y NEGRO.
De tu último escrito solo me permito decir que es francamente bueno.
Un abrazo.
Juan
ResponderEliminarCuanto más esconden las palabras, más se notan las mentiras. Saludos.
Ese es el problema, tanta verborrea oculta malas intenciones. Se ha perdido el respeto al ciudadano. Yo no quiero escucharles ni aprender su lenguaje porque no hay nada que entender excepto lo que los hechos y no las palabras demuestran.
ResponderEliminarUn abrazo Diego y buen domingo
A esto de la palabrería para confundirnos, se llama Inteligencia Emocional y con ello te manipulan. También lo usan los grandes empresarios para ponerse en situaciones límites y saber cómo salir airosos de ellas. Es lo que se llama Coaching, ahora está muy de moda, y depende de cómo lo uses es bueno o malo, porque para la gente con la autoestima baja, les ayuda y mucho.
ResponderEliminarBuena semana Diego, mil besos!
Los políticos nos engañan cada vez que hablan. Se dicen inocentes hasta cuando les pillan metiendo la mano en la caja. Tenemos muchos motivo para estar indignados con el Gobierno de los recortes, y que además ampara el trapicheo de los amigos..
ResponderEliminarMos, un abrazo.
Cuando utilizan muchas palabras para explicar una cosa sencilla, hay que ponerse en guardia, porque seguro, seguro, que nos están engañando. Además hasta se les ve contento de hacerlo, o son tan buenos actores como políticos.
ResponderEliminarAntorelo, un abrazo.
ResponderEliminarLo que es triste que traten de suavizar situaciones tan dramáticas como la de los desahucios cambiando la palabra. Es mucho descaro querer ocultar el problema de esa manera,
mjesus, un abrazo.
Sí, como si el drama con otro nombre no fuese tan grande. Pronto le cambian el nombre a los "chorizos" para que los confundamos con honrados ciudadanos. Aunque, intentar, ya lo intentan, y muchas veces hasta lo consiguen.
ResponderEliminarMaría, un beso.
Me dice un amigo con ochenta años que ni robando las veinticuatro horas del día se pueden juntar tantos millones. Tuve que preguntarle a quién se refería, y me contestó algo de una indemnización en diferido por despido.
ResponderEliminarAmapola Azzul, un beso.
ResponderEliminarEn fin, no perdamos la esperanza que la situación de nuestro país se arregle. Pero lo tenemos muy difícil. Hasta puede que nuestros descendientes vivan mucho peor de lo que hemos vivido nosotros. Y mira que los más viejos hemos pasado calamidades.
Pedro Luis López Pérez, un abrazo.
ResponderEliminarUna vez más he de darte las gracias sinceras por conducirme al homenaje que Daniel Cortés me hace en la Red. Me lo había comunicado, pero, la verdad, yo veo muy pocas cosas en Internet. Casi todo me llega por los amigos, como en tu caso. Es cierto que tengo un libro de fotografía casi terminado, pero ya no estoy en condiciones de hacer este último esfuerzo. Tal vez sería más fácil para mí recopilar algunas fotos y textos del blog y publicarlo en forma de libro. La cuestión es como financiarlo.
Juan, gracias.
Relatos y Desvaríos, un abrazo.
Cuando se dan muchas vueltas para comunicar una cosa sencilla, lo mejor es ponerse en guardia diciendo !lagarto, lagarto! Entre los políticos y los medios informativos nos tienen hechos un lío.
ResponderEliminarMara, un saludo.
ResponderEliminarPor desgracia, la realidad es muy triste, la describan con las palabras que la describan, y hay que cambiarla con hechos, y no estar siempre intentando camuflar la tragedia con palabras bonitas y engañosas promesas. Y la verdad, necesitamos creer, pero nos están dando motivos para desconfiar de todo.
Loli Salvador, un abrazo.
Desde luego, los políticos y la gente que tiene algún mando, han de tener una inteligencia muy especial para hacernos creer que lo que más nos conviene es lo que están haciendo, y como lo están haciendo. Sin embargo, nuestra realidad es estremecedora, y esta realidad no se puede cambiar sólo sustituyendo palabras o evitándolas.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
No hay nada nuevo, Diego. Lo eufemismos los han utilizado politicos de todos los tiempos. Lo que no sé es si cuela. En la política hay tanto forofismo como en el fútbol. Al cntrario al partido no se le convence... se diga como se diga. Y al afin al partido no hace convencerlo... ya está convencido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
Al fin y al cabo, la tarea del político cuando se dirige a la gente no es tan complicada, porque tendrá previsto que diga lo que diga, los suyos le van a aplaudir y los otros les van a llenar de insultos. Vista las cosas así, y para no sufrir decepciones, no hay que creer mucho en sus palabras, por muy bonitas que sean.
ResponderEliminarMiguel A., un abrazo.
Hola Disancor. Se piensan que somos imbéciles y no entendemos. Y ellos mismos con su propias mentiras cada vez caen más hondo y enredan más las trampas que han hecho. Cada vez se les ve más el plumero y cada vez todos estamos más indignado de que piensen que somos gilipoll... y no entendemos nada. Eso es lo que quieren, que no entendamos nada por eso están recortando en educación pública.
ResponderEliminarLa han cagado con Bárcenas y un chantaje lleva a otro chantaje.
Y jamas en la historia hubo tanta corrupción y tanta mentira.
Saludos y un abrazo
Yo creo eso, que nos creen imbéciles y nosotros casi les damos la razón con nuestra aptitud pasiva y el quejarnos detrás.
ResponderEliminarEmpiezan a mover la bola y al final no devuelven el dinero ni les pasa nada.Esto es indignante. Saludos a todos
ResponderEliminarCabe preguntarse si eran necesario tantos recortes, tantas tasas, tantas subidas de impuestos, tanta austeridad, tanto ahorro... Si esto ha traído caída del consumo, aumento del paro, hambre, miseria, desahucios, suicidios...Malestar en absolutamente todas las capas sociales, excepto los ricos, los empresarios, a los que les han regalado los derechos que le han arrebatado a los trabajadores, y los políticos que viven muy bien aunque el país este en la ruina. Y de poco nos sirve que todavía no nos hayan quitado el derecho al cabreo.
Isa, un abrazo.
ResponderEliminarPuede que para la chulería de los que mandan ni siquiera tengamos la categoría de imbéciles. Porque mira que hay manifestaciones y protestas de todos los gremios y de todas las clases, y no hacen ni puto caso. Como si la cosa no fuese con ellos. Lo que huele, no lo nombran; y a lo que les molesta, le cambian el nombre.
Antonio, un saludo.